Secret. → Girl Meets World

4.

Es difícil no pensar en nuestros errores, más difícil es que la gente no los note, pero cuando no lo hacen, debes seguir escondiéndolos, no dejar que nadie los averigüe, un paso en falso y todo explotará.

Todos se encontraban en el colegio y un anuncio hizo que todos pararan de caminar.

-Encontraron a la estudiante Isadora Smackle... sin vida en el río principal. El funeral será dentro de tres días y mañana haremos el camino de velas, donde rogamos que Minkus Farkle, Hart Maya, Friar Lucas, y Matthews Riley den unas palabras en su honor... y hoy estos cuatro chicos podrán retirarse antes si así lo desean.

Todos giraron a mirar al grupo en el que ahora Maya se encontraba abrazada a Lucas llorando y Riley sentada en el piso con su cara entre las manos mientras Farkle la abrazaba de lado.

-Vamos, debemos irnos. Todos nos miran.

Susurró Maya y todos empezaron a caminar hacia la salida.

-Vamos a mi casa.

Propuso Riley, todos asintieron y caminaron hacia el lugar. Riley abrió la puerta y todos entraron.

-¡Mamá, estamos en casa!
-¿Estamos?
-Hola no-mi-ma.
-¿Que hacen aquí tan temprano?

Todos miraron al piso y atraparon sus lágrimas de cocodrilo antes de que toquen el piso.

-Encontraron a Isa... muerta.

Topanga abrazó a Farkle, pues era su ex novia, luego a su hija, seguida Maya y por último Lucas.

-¿Quieren algo para comer?
-Tengo el estomago cerrado.
-Si, yo también.
-Y nosotros, solo iremos a mi habitación a intentar dormir y pensar qué diremos mañana en el camino de velas.

Caminaron a la habitación y se sentaron de la siguiente forma, Maya y Riley en la ventana, Farkle acostado en la cama y Lucas en la silla del escritorio.

-¿Qué diremos?
-Contaremos cada uno una anécdota, lloraremos en una parte y listo.

Fue lo más frío que había dicho Maya desde el suceso por lo que todos quedaron asombrados.

-¿Qué?
-Es lo más frío que has dicho desde la mañana en que nos enteramos de su desaparición.
-Tengo que dejarla ir, no tiene sentido, ya no está, ya murió.

Todos bajaron la cabeza excepto Maya, Riley extendió su mano hasta la de la rubia y la presionó.

-Estoy de acuerdo.

Fue lo único que logró susurrar.