odio las matematicas

capitulo 7

Pov briana

me desperté en mi habitación mi estómago rugía, miro el reloj 12.00 am (me quede dormida sin cenar, que idiota soy) tengo que bajar a la cocina, al estar en la puerta de mi habitación siento un aroma exquisito (que hace mi hermano cocinando a esta hora, ya está loco) pero al pesar por la habitación de mi hermano escucho gemidos y otras cosas que me hacen correr directo a la cocina (estúpidos novios no podrían escoger otra hora para hacer ese tipo de cosas).

- ¿Pequeña que haces levantada a esta hora?... – dice una voz única abrazándome y hablándome al oído.

- Yo...digo...no... - estúpida voz no me falles ahora. – tengo hambre. – dije cortante y soltándome del agarre de la profe.

- Quieres. – dijo estirando unas galletas recién echas enfrente de mi con una sonrisa.

- ¡Gracias!... – dije demasiado emocionada (emoción cálmate, respira solo son galletas, nada más).

La profe estaba hay con una gran sonrisa y un hermoso camisón que no alcanzaba a cubrir mucho de sus hermosos murlos blancos y una braga roja con caricaturas, ella se ve realmente hermosa con esa vestimenta desearía... ¡alto que piensas! Baje la cabeza avergonzada de mis pensamientos.

- Pasa algo. – dice ella tomándome el mentón y haciendo que la mire, y por más que quiero salir de su mirada no puedo.

- No, nada... es que esta deliciosa...

- ¿Que? – dice ella con una sonrisa de medio lado, una sensual sonrisa (olvídalo ya briana, ella es tu profesora).

- La...la galleta no usted, digo usted también esta deliciosa, no no no es lo que quiero decir, es que... - bajé la cabeza estaba más roja que un tomate, (hay Dios que dije, es la mama de mi hermana).

- Estoy deliciosa – ríe – pero si aún no me pruebas pequeña. – dijo y miro mis labios, instintivamente mi sonrisa se formó, aunque en realidad moría de miedo. – ¿quieres probarme como yo quiero probarte a ti? – dijo acercándose muy provocativamente.

... - no podía articular palabra

- , ella estaba tan, pero tan cerca que no podía moverme ni reaccionar. – si esto te hará feliz... - dije y uní nuestros labios en un tierno beso, un beso que demostraba amor, compasión, felicidad y deseo, un beso que espero durante mucho tiempo para al fin lograr tan anhelada sensación.

Estuvimos en esas hasta que el aire comenzó a faltarnos y nos separamos, un hilo de saliva nos unió por unos segundos, hasta que ella me abrazo y pego sus frente a la mía, y con una gran sonrisa en el rostro me dio un corto beso y dijo: - te amo... - esas palabras revolvieron cada espacio dentro de mi ser, y el animal más peligroso del universo se apodero de mi estómago.

Yo solo estaba hay abrazándola como si de ello dependiera mi estancia en esta vida, ella acariciaba mi cabello, esta era una sensación tan hermosa e incomparable, la sensación que tanto temía que se apoderara de mi otra vez, no quería hacer sufrir a nadie de nuevo, así que dije lo que se supone que debo decir...pero... ¿estaría bien hacerlo?... – yo también te amo interruptora de cosas. – dije y ella soltó una risita.

Pov ana

No podría creer que lo que me propuso ben serviría a la perfección.

Flas back

Estaba preparándome para dormir, ya diana estaba durmiendo así que yo debería dormir, hasta que un golpe muy suave pero audible se escuchó en la habitación que yo estaba, me levante y abrí la puerta y hay estaba ben con su tierna y sincera sonrisa.

- Lo lamento, si te desperté, pero quería decirte algo...

- Está bien, aun no me dormía.

- Sabes hacer galletas.

- Si, un poco, aquí debe el tema...

- Jade necesita hacer galletas para bri, pero yo tengo otros planes para él, además esto te ayudara a conquistar a bri. – dijo y una sonrisa picarona salió de sus labios.

- Pero bri está dormida... - dije con obviedad.

- Ella se levantará pronto, se durmió sin cenar Jeje.

- Está bien, pero jade si me dejara... – dije recordando el gran aprecio que me tiene jade.

- Yo me encargo de eso, además te prometo que bri te corresponderá. – dicho esto él se fue casi corriendo y yo quede hay como que what.

Fin del flas back

Y aquí estoy ahora comiendo galletas y bebiendo leche con mi amada bri, su sonrojo la hacía ver más adorable de lo normal, por fin ella y yo pudimos tener un tiempo asolas, un tiempo para decirle cuanto la amo, y como se apodero de mi alma, cuerpo y espíritu.

Hablamos y reímos hasta que a mi pequeña bri se le comenzó a notar el cansancio así que la acompañe a su habitación y ya estando en la puerta de su cuarto, ella se colocó de canclillas y me regalo uno de sus adictivos besos.

- Hasta mañana mi pequeña... - dije dispuesta a irme y ella me tomo del brazo haciéndome girar.

- Puedes quedarte a dormir, por favor. – era yo o esta niña era más adorable cada minuto.

Y así fue entre ruegos y ruegos le dije que sí.

Al amanecer note como un peso en mi pecho se hacía presente y una sonrisa estúpida se apodero de mi rostro al mirar a la causante de mis desvelos, ella estaba durmiendo apaciblemente abrazada a mí.

Hay algo mejor que despertar al lado de una de las personas que más amas en este mundo, sabiendo que esa persona también te ama a ti.