Invisible

2-No tan normal despues de todo

Ya ves, la gente no era tan normal como aparentaba.
Ponían cara de espanto y salían corriendo sin razón alguna.
¿Quien los entendia?
Sin duda lo más divertido era la profesora tratando de calmar a sus alumnos sin ningún éxito.

No entendía nada, ¿porque se extrañaban tanto cada vez que movía algo?, y además, ¿porque hacían como que no me veían?
La gente es extraña, supongo.
Volveré a casa, ya que de todas maneras nadie parece verme.

15 minutos después, en casa...
El camino a casa fue más entretenido de lo normal, es divertido asustar a las personas cuando no te ven.
Aunque me estaba asustando el hecho de que en serio nadie me viera, además de que no tenía ni la más mínima idea de cómo revertirlo.
Espera...
No será un sueño?
.
..
Si, eso debe ser, no es que sueñe muy a menudo pero esto no puede ser real.
Tengo una idea!...
~Ouch! Eso duele :v~
Pues parece ser que no..
Bueno, intentare eso de mirar un reloj, supuestamente si miras un reloj en un sueño será todo distorsionado, o eso es lo que había leído.
Pero creo que tendría más posibilidades de averiguar si estaba en un sueño si me preguntase si las sirenas cagan.
De todas maneras, por si se lo preguntan, el reloj se veía normal.
Bueno, a lo que iba.
Me dio hambre, así que baje a por comida
~¡No me digas! ¿En serio? Creí que si tenias hambre bajarías a por lápices.
Ya enserio, cállate.
Al bajar por las escaleras divisé a Matt en La Cocina
—¡Matt!— Grite, pero solo logre que mirase el ambiente extrañado— Vamos, eres mi hermano, tienes que poder verme— Dije, sin recibir respuesta alguna.

Bueno, parece que lo de que nadie me puede ver es real.
De todas maneras comeré algo.
Así que abrí el refrigerador y saque todo para hacerme un sándwich, mientras Matt miraba extrañado, aunque decidí no darle importancia.
Matt no es para nada normal, en realidad, es bastante extraño. Creo que por eso me llevó bien con el. Nunca en mi vida le vi asustarse, prefiere estudiar y entender porque la gente se asusta.
No sé si me entienden.
Una vez hecho mi sándwich, subí a mi habitación mientras Matt se me quedaba mirando. No era una mirada como la de mis compañeros de escuela, sino una mirada que expresaba duda y curiosida