Weird Dreams (Lucas Alario)

Capítulo 3: Algo "importante" que no les conté

Sábado por la noche. 3 de la madrugada.
Sudaba del calor humano con toda la gente que había a mi alrededor, cabe aclarar que las luces parpadeantes tampoco ayudaban mucho. No lograba ver casi nada, si no fuera por esas luces, y no lograba escuchar nada más que la música resonando a todo volumen en la fiesta. En mi mano llevaba un vaso que contenía un líquido extraño con un fuerte olor a alcohol y algo más... vaya alguien a saber qué, de todas formas lo tomaba, no sabía mal. Movía mis caderas al ritmo de esa vulgar canción de reggaeton cuya letra solo difamaba a las mujeres a más no poder, pero a quién le importa, nadie presta atención a las letras. 
De atrás alguien me tomó por la cintura y se apoyó contra mí, y pude sentir, mientras bailábamos, su respiración en mi cuello. También atisbé a sentir en su aliento un fuerte olor a alcohol. Me reí y arrojé mi vaso ya vacío al suelo, para luego darme vuelta y besar fuertemente en la boca al desconocido. Cuando se está en una fiesta ya no importa el aspecto de nadie, solo se hace lo que se tiene que hacer, después de todo a esa persona no la vas a volver a ver en tu vida. Nuestras lenguas chocaron, y bailaron por un largo tiempo. Hasta que me separé, sonreí sensualmente y me fui a por otra presa. Lo estaba pasando en grande.... 

Ay no esperen, me equivoqué. Esas son las zorras de mis amigas que se fueron a la fiesta de no sé quién pindonga. 
Yo estoy acostada en mi cama, con el velador encendido para no despertar a mi hermana con la luz del techo. 
En una parte de ese párrafo dije la verdad, estaba sudando como culpable mentiroso, pero no por el calor humano, si no porque hacía casi treinta grados de sensación térmica... y sí, en plena madrugada. Tenía dos ventiladores encendidos, el de techo y un turbo en una silla al lado de mi cama. Los dos ventiladores juntos tiran aire como un horno, y los dos andan tan rápido como un perezoso.
"__Clarck -dijo, en voz baja-. ¿Te importaría pedirle a mis padres que entren?"
Mi cara era un mar de lágrimas, mis ojos estaban más hinchados que un globo, y podía sentir el gusto salado de los mocos mientras caían. Esto empezó hace como veinte minutos atrás, cinco capítulos antes de terminar "Yo Antes de Ti". 
Ese es mi verdadero sábado a las tres de la madrugada. El libro estaba cubierto del agua que cayó de mis ojos, al igual que mi almohadón de Pluto, que abrazaba muy fuertemente, y seguía llorando. Literal que pensé que la habitación iba a terminar como Alicia cuando creció y se puso a llorar. Me calmé un poco, me levanté lentamente y fui a lavarme la cara, parecía un zombi. Luego agarré como treinta millones de pañuelos y me puse a sonar la nariz, lo más bajo posible para no despertar a nadie. Me acosté y cerré los ojos, cuando pensaba que ya se habían agotado todas mis lágrimas, el volcán volvió a erupcionar, y así fue como, agotada, caí en un sueño profundo.

Domingo. Dos de la tarde.
Me desperté cansada y triste, todavía no supero lo de ayer. Todavía no caigo en cuenta. Amo leer, amo los libros, amo darle vida a todo eso en mi mente, es algo increíble que ninguna tecnología moderna podría superar jamás en su vida. Pero les puedo decir que jamás en mi vida lloré tanto por un libro, nunca me sentí tan vacía como ahora.
El día estaba gris y nublado, me encantan esos climas, pero hoy lo único que hacía era ponerme más triste. Luego de comer fui a mi pieza e hice algo masoquista... agarré la computadora y me puse a ver la película, apenas empezó y vi la primera parte graciosa, me puse nostálgica y empecé a reír y a llorar al mismo tiempo, pues ya sabía como iba a ser el final, así estuve toda la maldita película.
Sé que puede sonar exagerado, pero si de verdad hay chicas lectoras leyendo esto, seguro me entienden, entienden esa sensación, esa amargura que suelen dejar los libros varias veces, que, si bien suelen dejar esas sensaciones, te dejan algo más... algo maravilloso e increíble, algo difícil de explicar y por sobre todo difícil de entender.
La canción del final es una que usa mi profesora de danza para elongar, y como soy más masoquista todavía, me la descargué. Literal que cada vez que la escucho me pongo a llorar. Así que si están tristes, y solo por eso quieren estar más tristes y escuchar canciones deprimentes (si entendés inglés todavía más) aquí está la indicada: "Don't Forget About Me" de Cloves.
Así que prácticamente me pasé todo el día en la cama, llorando y escuchando canciones tristes, esto me va a costar. Gracias al cielo no entró mi mamá porque no me creería ni aunque me cortara una pierna para jurarlo. Para ella, cuando un adolescente llora y está tan deprimido, siempre son por situaciones amorosas y piensa que si le digo que no es así estoy mintiendo.