Capítulo 5: El día más largo de mi vida

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Miércoles. El teléfono no paró de sonar. Eran las siete de la mañana y vaya sorpresa, quien llamaba era el estúpido de Franco. ¿Es que ese chico no me podía dejar en paz? Creo que es un poco obsesivo, como para no decir que es totalmente obsesivo. Recuerdo muy bien todas las veces que me hizo escándalos de celos, sabiendo que para mí lo más importante en una relación es la confianza, y eso es algo que él no me tenía mucho. Grave problema. Creo que esa es una de las razones principales de porqué no le quería, ni lo quiero, ni lo querré... que no confiaba en mí. Y presten mucha atención, se ponía celoso del chico que aparecía en la maldita propaganda de Gillette, y no era chiste lo decía muy en serio... imagínense cuatro estúpidos meses así, era de terror. Claro él podía decir que las super modelos estaban buenas, y yo no podía ni mirar al borracho de en frente. Claramente él no sabe nada de mis ensoñaciones, no me imagino lo que hubiera podido llegar a ser eso, madre mía, el infierno un poroto.
   Contesté a la llamada número veinte, y es literal.
__¿Qué pasa? -dije con voz ronca.
__Por favor, necesitamos hablar, en serio. -se lo notaba muy desesperado.
  Suspiré pesadamente y rodé los ojos, no podía ser verdad.
__¿Qué?
__No por teléfono, personalmente. -decía con nerviosismo.
__No puedo, trabajo.
__¿Trabajas? ¿Y desde cuándo trabajas? -preguntó sorprendido.
__¿Recuerdas esa vez en donde te estabas comiendo a una chica en frente de mis ojos? Pues bien, no sé si notaste que yo estaba con una nena, la cuido.
Se quedó callado, seguramente dolido por lo que le dije. Después de unos segundos volvió a hablar.
__¿Y a las nueve de la mañana estás libre? -dijo en voz baja y con cierto arrepentimiento.
   Miré la hora nuevamente. No tenía colegio porque había paro (acostúmbrense a eso porque pasa casi siempre). Suspiré pesadamente, le diría a mamá que tenía que encontrarme con Ana porque tuvo unos problemas. Iría a hablar con él solo para ver qué quiere decir, que largue todo lo que tenga, y luego no nos volvamos a ver nunca más, por el amor de Dios. Quiero finalizar esto de de una vez  por todas.
__Está bien -dije con pesadez.
  Corté antes de que dijera otra palabra. Hoy iba a ser un día largo.

Le pedí que nos viéramos en un McDonald's, tenía que ser en un lugar público. No quería correr el riesgo de que, por esas casualidades de la vida, resultara un golpeador y me quisiera machacar a palos. Ya saben, nunca se termina de conocer a una persona, y prefiero ser precavida y no tentar a la suerte.
   Tomé un sorbo de mi frappé, el estómago me rugía del hambre y el cupcake estaba muy tentador. Estoy haciendo grandes esfuerzos para no comerlo de un bocado.
   Había mucha tensión en el ambiente, y Franco estaba con la mirada perdida en el más allá, pensando distraídamente quizá, mientras el humeante café esperaba para que le den el primer sorbo, y las medialunas esperaban para ser comidas. Estoy hablando como si la comida tuviera sentimientos, pero el hambre me domina. Así que le di un gran mordisco a mi cupcake. Luego de tragar, hable lo más fuerte y claro posible, como para que no se notara las horas perdidas de sueño.
__¿Y bien? -comencé- ¿Qué querías decirme?
   Pero Fran no emitió palabra alguna, seguía perdido, como si estuviera totalmente desconectado de la Tierra.
__¿Fran? -dije- ¿Estás bien?
  Moví mi mano delante de su cara para que reaccionase, y así lo hizo. Sacudió la cabeza al fin saliendo de su ensimismamiento. 
__Sí... eh... primero que nada de verdad que lo siento mucho. -rodé los ojos y el suspiró- Sí sé que no me vas a perdonar porque te conozco, pero te quiero decir que te amé de verdad y que todavía lo sigo haciendo de todas formas -abrí la boca para volver a cantar mi ya reconocido tango de que no creo en el amor, pero antes de que pudiera decir algo continuó hablando- y sé que no crees en el amor, pero yo sí y sé que lo respetas. En serio Sel, te amo mucho, más que a nadie en esta vida.
   Sonó bastante convincente, pero yo no me tragué su verso y suspiré pesadamente.
__Fran, perdón -dije- pero, yo ni si quiera te llegué a querer, por más que hayamos estado cuatro meses juntos, nunca sentí cariño.
  Me di cuenta de que soné más brusca y fría de lo que pretendía, a pesar de que mi cara reflejaba lástima verdadera.
   Franco se quedó callado, le había dolido, lo sé. A cualquier persona le dolería, hasta a mí.  Me entraron ganas de llorar, pero no por mí, sino por él, seguro la debía estar pasando fatal. Así que en un intento por arreglar las cosas seguí hablando un poco más.
__Y si de verdad me amaras como acabas de decir, creo que no me hubieras engañado.
  Bajó la vista apenado, y pude ver como se tragaba un gran nudo, luego volvió a levantar la vista, y sus ojos verdes se encontraban vidriosos. No por favor, pensaba, no te pongas a llorar ahora, porque sé que yo también lo voy a hacer. Y como si me hubiese escuchado no lo hizo, pero aun veía una tristeza amenazante en él. También sentí que lo último que le había dicho no lo escuchó, obviamente se quedó con mis palabras anteriores.
   De repente todo rastro de tristeza desapareció de su rostro, asimiló mis palabras y se enfrió como un cubo de hielo enorme.
__Yo te engañé una vez... pero vos... vos... me engañaste cuatro meses -dijo con una neutralidad y frialdad que daba miedo.
  Cerré los ojos, no iba a caer en su trampa, quería hacerme quedar como la mala de la película, estaba intentando manipularme
__No te atrevas a echarme la culpa -dije con voz temblorosa pero amenazante- no quería lastimarte, no quería que termináramos así, mi estúpida empatía me lo impidió, mi cabeza pensó todo tipo de cosas que no sé si muchas personas se lo imaginarían. Así que no te atrevas a hacerme sentir como si fuera la maldita oveja negra -la furia estaba por salir a la luz, pero logré contenerme.
__Fue lo peor que pudiste haber hecho -dijo con voz áspera, todavía intentando hacerme sentir mal- sabías que iba a doler más, sabías que iba a ser peor.
__En ningún momento pensé que esto iba a terminar así. Todo este tiempo estuve evitándote para ver si te cansabas y solo te ibas. Pensé que al ver mi ignorancia ibas a terminar cansándote e ibas a desaparecer.
__¿Así que eso es lo que pensabas? -seguía acusándome y yo sabía que no iba a parar- ¿No se te ocurrió que por ahí me sintiera peor? ¿Que tu silencio eran como espadas para mí? Por eso te engañé Selena, porque estaba desesperado y no sabía que hacer, porque ya me estaba muriendo, volviéndome loco, destrocé todo lo que tenía a mi alcance, y todo era porque... querías alejarte de mí.
Suspiró y rió irónicamente, no encontrando la coherencia de lo que yo había hecho, de lo que había intentado hacer, y en ese momento me perdí yo también. ¿Dónde estaba la coherencia?
__Supongo que no se me ocurrió, lo siento Fran pero así son las cosas -dije calmada y distante.
Me levanté y me salí de allí, rápidamente. No creía ser capaz de contener un segundo más las lágrimas. Todavía lo escuchaba gritando "¿¡Es todo lo que vas a decir!? ¿¡Así son las cosas!? ¡Maldita cobarde!"
Y sus palabras fueron disminuyendo a medida de que mis lágrimas iban aumentando.

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⏰ Last updated: Mar 29, 2017 ⏰

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Weird Dreams (Lucas Alario)Where stories live. Discover now