:BLACKROSES:

:SANGRE AZUL: [Amber]

- Te reto a que vayas al bosque y te quedes allí 10 minutos...

Tan pronto acabé de hablar la cara de la pobre Nerea se congeló, le costaba mantenerme la mirada, las manos le sudaban como y se acariciaba el asqueroso pelo color tiza, no sé como, pero consiguió responderme con un hilo de voz:

-No... quiero...-balbuceó,

-Tiene miedo la pobre- todo el mundo se reía, pero entre las risas distinguía a leguas la mirada de desaprobación de mi hermana, Emerald, con sus ojos oscuros y su postura de superioridad constante, sé que no va a decir nada,pero sus ojos me decían todo lo que opinaba de mi actitud, le aguanto la mirada todo lo que puedo y me vuelvo a dirigir a la pobre chiquilla:

-Si quieres te acompaño, no me importa.

-Bueno... vale...

Miré a todo el grupo, la mayoría estaban demasiado borrachos para contemplar la escena así que simplemente giré los ojos y me alisé la falda a cuadros que llevaba, me acerqué a Nerea y le cogí la mano mientras nos adentrábamos en el oscuro bosque de blackroses.

-No es para tanto, ¿ves?

-Siempre he sido muy asustadiza...o

-Yo no me asusto fácilmente, así que estaremos perfectamente

Le pasé la mano por la cara, notando como se le erizaba la piel, era mas baja que yo y me miraba como si estuviera siendo acariciada por los dioses, me fijé en su cuello, tan pálido y suave, sentía la sangre corriendo por sus venas, acelerándose, su inocencia me atraía, no era consciente del peligro y los horrores del mundo que la rodeaba...

-Eres impresionante Nerea, ¿te lo han dicho alguna vez?

-Creo que no, gracias...

-Pues deberían

-Porque... porque eres mala conmigo Amber?

Se alejó unos pasos de mi después de decirlo, la pregunta me golpeó como un puñetazo en la garganta, pero, porque era mala? Qué me hacía comportarme de esa manera? La rabia, eso era,ahora era guapa otra vez, joven, normal, y sobre todo, humana, pero aún me sentía como un monstruo, por que la verdad es que puedes esconderte de tu pasado, por muy terrible que sea, pero no puedes huir, y siempre te encuentra, ahora era Amber, una adolescente guapa y alegre, no esa bestia demacrada que era antes, pero sentía la misma rabia que sentía, ese odio, esa envidia, seguía siendo una puta Gorgona, y estaba sedienta de sangre humana...

-Estas bien Am...

-Soy mala contigo porque te envidió, eres guapa, vas por libre, y no necesitas la aprobación de nadie.

-Tú crees eso...

Se acercó a mi y me acarició el pelo, yo me ruboricé y sentí como se me aceleraba el pulso, la miré y me sumergí en su mirada, ella se alejó un poco cohibida, pero yo le agarré de la cintura y le besé, ya no respondía a mis sentidos, solo sabía que quería sentir su vitalidad dentro de mi, ella no me correspondió al principio pero en unos segundos tenía sus finos labios por todo mi cuello, y sus manos por todo mi pelo, paré un segundo para quitarle la camiseta rosa que llevaba, la noche nos protegía, y la luna era la única testigo de nuestra pasión, seguí besándola hasta que estábamos completamente desnudas, entonces la miré fijamente, alimentándome de su alma una última vez, ella se agachó y me miró mientras se mordía el labio, sus rodillas estaban apoyadas en las raíces de el árbol donde la había empotrado, se pasaba la lengua por los labios, sin parar de mirarme, me sentía fuera de mi, el extasis y el deseo se apoderaban de mis sentidos, cogí su cabeza y la aproximé a mis muslos, ella apoyó las manos en mis nalgasm arañandolas y cuando estaba a punto de devorarme, de entregarse a mi... Le corté el cuello con una uña, ella ahogó un grito y clavó sus uñas en mi piel, mientras su alma se escapaba y sus músculos se relajaban, entonces la levanté, y le arranque la piel del cuello si fuera el envoltorio de un caramelo, su sangre me bañaba la cara, era una sensación extracorporea, apoyé mi pecho contra el suyo, aun sentía cada pizca de placer que sentí unos segundos antes, cuando ya casi estaba saciada y mi cuerpo chorreaba sangre mortal, algo gritó detrás de mi:

- Medusa! Que coño haces!

Era la voz de mi hermana, Emerald, no solía alterarse así, entonces me di cuenta, la sangre que me cubría no era normal, resplandecía en mi piel, cubriendola como agua, agua cristalina, pero azul, me cubría la piel sangre azul, mi cara cambió completamente, tenía que ser una pesadilla, no podía ser real...

-No sé como ha pasado - seguía en shock, Emerald estaba furiosa.

-Eres una inconsciente! Moriremos por esto, el Olimpo nos localizará y tu volverás al Inframundo!

- Que hacemos hermana! - de la espalda de Emerald salía Eugene, mi otra hermana, incredula y asustada.

- No podemos hacer nada, las ninfas llegarán en unos minutos y los rumores de un terrible monstruo en Blackroses no tardarán, seremos arrestadas y exclavizadas gracias a Medusa...- Eugene se echó a llorar, yo estaba incredula, paralizada.

-Comó iba a saber que era una puta nereida! Y deja de llamarme Medusa, soy Amber ahora!

-Seguro que a Atenea le alegrará devolverte tu rostro otra vez... Si no sucumbieras a placeres mundanos no estaríamos en esta situación, sabes que yo debo estudiar nuestros "alimentos" antes de consumirlos , ahora salgamos de aquí, ya escucho a las ninfas del bosque acercandose- sacó un bolita de su bolsillo la estrelló contra el suelo y desaparecimos, dejando el cadaver en el árbol demacrado, Nerea, la ninfa....

- Hay que llevar estas noticias al Olimpo, hermana- se escuchaba muy tenue dentro del oscuro bosque de Blackroses...

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