Cuando lo conocí no tenia claro si era malo de nacimiento o se había vuelto malo con el paso de los años.
Pero aunque no sea bueno, los otros hombres que lo rodeaban eran tan malos que la comparación era imposible y en el fondo, quizás, solo necesit...
Los otros dos días de la semana se resumieron en trabajar por la mañana, y por la tarde irme al orfanato con los niños, y siempre después de merendar nos llevábamos a tres, por orden de lista, siempre le acompañaba yo a llevar a los niños, sigue siendo un idiota arrogante, pero en ciertos momentos cuando baja la guardia y habla con los niños o conmigo deja ver al verdadero Elijah, el que esta relajado y es divertido, pero suele durar poco, después vuelve a ser él de antes.
Por fin estamos en el amado fin de semana, cada sábado Cam y yo salimos por la noche, es lo que más nos gustó de no vivir ya en un orfanato, poder salir de fiesta. -¿Estas lista?- gritó Cam desde el salón -Qué si pesado- le dije saliendo de la habitación -Estas preciosa- dijo -¿Enserio?- pregunté -Sí, ese vestido te sienta de muerte- -Gracias, y está cosa no se que es- -Es un arnés, se usa para resaltar más la figura- dijo -Sabes tu más que yo- dije riendo -Pues estas muy guapa, lo digo en serio, bueno tu eres guapa- -Eres un tonto- dije antes de abrazarle
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-¿Nos vamos pequeña?- -Sip, ¿A donde vamos?- -Pues me dijeron que hoy va a ver una fiesta en un club- -¿Y podemos ir?- -Claro, esta abierta a todo el mundo- -Genial, no me dejes tirada por uno de tus ligues- dije -No prometo nada, además si tu quieres también puedes ligar- -No quiero, no te preocupes- dije riendo -Vamonos- dijo -Qué hay que ir andando- -Deberíamos ahorrar para un coche- dije -Sí y para sacarnos el canet- dijo él -Odio ser pobre- -En unos años tendremos dinero- -Ojalá- dije saliendo del portal, no hacia frio la verdad, así que comenzamos a andar tranquilamente por la calle -¿Cómo te va con Elijah?- -Bien, normal, no sé, haber el solo va allí hace lo que le toca y después llevamos a los niños al hospital- dije -¿Solo eso?- -Sí, desde el día que llevamos a Mel esta un poco más distante todavía, ese día me dejó ver un poco de como es él en realidad, y ahora volvió a lo de antes, excepto a veces que baja la guardia durante unos minutos, pero nada más- -Quizás si que no hay nada bueno en él..- -Hay algo bueno en todo el mundo- dije -Tú siempre tan positiva- dijo -Siempre, es lo único que tengo en la vida, ser positiva, ver lo bueno en los demás- -De verdad que si no fuera gay te besaría ahora mismo- -Tu siempre animándome- dije -Faltan solo un par de calles- dijo -Bien, ya me canso de andar con estos zapatos- -Por eso me encanta ser gay, no tengo que andar con tacones ni tener la regla, pero si me acuesto con los tíos buenos- -Qué idiota eres- dije riendo Después de un rato de caminata llegamos a nuestro destino, y de verdad estoy a punto de quitarme los zapatos y pasar el resto de la noche descalza. -¿Lista?- dijo cuando estábamos a punto de entrar, después de hacer cola durante 15 minutos -Solo espero que me pueda sentar dentro- dije riendo Cuando entramos lo primero que note fue el olor a sudor y a alcohol que había en el ambiente, Cam parecía emocionado por estar aquí dentro, nos fuimos a la barra y pedimos, bueno lo pidió Cam, ya que yo aun soy menor de edad, un vodka con zumo de melocotón, sé que es una mezcla rara pero esta muy rico, lo digo en serio.
Después de bebernos un par de copas Cam se empeño en ir a bailar a la pista, a pesar de que sabe que yo lo odio, pero un rato de baile no mata a nadie. Estaba sonando una canción electrónica que no conocía, destacó que no soy muy fan de este género, Cameron y yo bailabamos y nos reíamos, entonces como no el comenzó a bailar con un chico, y yo con otro, nada fuera de lo normal solo nos divertíamos. Cam parecía divertirse de echo creo que a ligado y el tío no está nada mal para ser sincera, mis sospechas se confirmaron cuando paso un minuto y los vi besándose, punto para Cam, bien por el, yo seguí bailando con el chico del que no sé el nombre, hasta que me empezó a incomodar, sus manos apretaban bastante mis caderas, yo intente separarme pero el me apretó más y llevo su boca a mi cuello, ahí me estrese mucho y lo aparte de golpe, con toda la fuerza que tenía -¿Qué hacés?- preguntó el tío enfadado -Te dije que pararás, eres idiota ¿O que?- -Tienes suerte de que me intereses, mírate- Yo me di la vuelta y salí de allí con las lágrimas a punto de salir de mis ojos, necesitaba tomar el aire un momento, así que me fui por la puerta trasera, de repente me encontré en un callejón, no había nadie por lo que respire aliviada, me recargue contra una pared y comencé a llorar me había agobiado mucho y el comentario del tipo no ayudó.
