"¡Juro que no lo sabía!"

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El día empezó de manera tranquila, solo un día mas en la vida de Shirayuki, una joven chica de 18 años de edad que llevaba una vida totalmente ordinaria en Japón, la cual había comenzado hace nomas de un año, ya que había sido transferida como estudiante de intercambio desde los Estados Unidos, dispuesta a vivir independientemente en su lugar natal, de donde era su madre, en el cual no había estado en mucho tiempo, su madre falleció cuando era muy pequeña, lo cual le llevo a vivir con su padre en Estados Unidos, teniendo una no muy fácil vida, aunque con todo lo necesario según su padre, al final decidió independizarse y luego de convencer a su padre, lo cual no fue fácil ,finalmente logro el permiso para ser transferida, todo estuvo bien, nada fuera de lo común pero lo cierto es que esta joven no sabía lo que le deparaban las siguientes horas, días, y probablemente toda su vida, en este nuevo lugar empezó a usar mas el apellido de su madre Totsuka, por lo cual no muchos notaban que su procedencia era Británica, ya que también los rasgos de su madre era un poco mas dominantes; aquella mañana en la que cambiaría su vida de manera drástica, pero como iba a saberlo, si se suponía que tan solo era una "humana" mas, llevando una vida tranquila, ese día una amiga de la preparatoria le había invitado a celebrar que finalmente salían y serian universitarias, aceptó, ya que seria una de las ultimas veces que tendría ese tipo de oportunidades para divertirse, y claramente así seria... Se levanto bastante temprano, debido a la costumbre de la rutina, y luego de asearse, se sirvió una taza de café y se sentó frente a la televisión, vio las noticias del clima que decían que seria un día soleado, y finalmente una noticia inquietante la cual a penas salía a la luz, "El avión donde era transportado el Ajin Terrorista Satou había explotado sobre el mar por causas desconocidas, y el paradero de ambos criminales , Tanaka y Satou aun era desconocido, ¿Volverían a cometer estos actos terroristas?", la joven apago la televisión luego de dar un profundo y pesado suspiro, entonces alzo su mirada luego de recostarse hacia atrás en el mueble y justo en ese momento se percato de que habían un montón de nubes grises, y por supuesto no tardo en caer una gota y seguidas de estas muchas gotas mas, había empezado a llover de manera repentina, el vidrio de la ventana comenzó a nublarse poco a poco, entonces la joven se puso en pie para luego acercarse lentamente a la ventana y frotar un poco el vidrio empañado...mientras forzaba un poco la vista para ver a través de este ya que no llevaba sus lentes.

—¿Que a caso no habían dicho que no llovería hoy? Ya no se puede confiar en estos pronósticos del tiempo, bueno supongo que ya no iré a ningún lado, la verdad es que me da pereza, y por alguna razón me parece lo mejor.

Esas fueron las palabras de la chica antes de dar vuelta atrás y volver a su habitación para encender su ordenador y ponerse a jugar algún juego en línea, no tenía planeado salir por como había empeorado el tiempo, lo que no sabía era que el destino que le deparaba no la dejaría quedarse en casa bajo ninguna circunstancia, quizá solo por falta de voluntad, y ser en veces demasiado condescendiente, mientras comenzaba a divertirse al jugar, repentinamente se escucho un fuerte estruendo, un relámpago que había caído en algún lugar cercano, causando que se fuera la luz de manera abrupta en aquel sector, la chica que estaba en una parte contundente de aquel juego soltó un juramento y golpeo la mesa un poco enfadada por la repentina situación.

—¡No faltaba mas! y ahora, ¿que se supone que haga? no tiene caso estar aquí sin poder hacer nada.

En ese preciso momento, muy oportunamente sonó el celular de la chica el cual se encontraba sobre su cama, esta giro la mirada y se levanto de la silla para acercarse al objeto que hacía un gran escándalo, para, al mirar un poco mas de cerca notar que la llamada entrante era de su amiga, al principio pensó en no responder, pero se resigno casi al ultimo tono, estaba segura de que ella no se rendiría, pues la conocía bastante bien, para el poco tiempo que llevaban conociéndose, y su insistencia seria mucho mas molesta que contestarle ahora, de este modo contesto con algo de pesadez en su voz.

Ajin-La oscuridad que hay en mi [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora