Ajin-La oscuridad que hay en mi [EDITANDO]

"Departamento de médicos Ajin"

Mi nombre es Shirayuki Totsuka, soy estudiante de medicina, para ser más exacta, aprendiz de cirujano, acabo de salir de la facultad, y he comenzado mis pasantías, les invito a acompañarme a el departamento de médicos Ajin, y descubrir a nuevas personas en este mundo paralelo.

¿Eh? ¿Pero de que hablo? Bueno supongo que no importa... En este lugar trabaja mi abuelo uno de los mejores cirujanos de todo Japón, ha salvado más de una vida, y disfruta hacerlo, dice que la sensación es esplendida, pero solo en la cirugía, eso de cortar con su bisturí las distintas partes del cuerpo humano, salvar vidas, bueno, no es precisamente lo que lo conmueve, nunca lo he comprendido demasiado bien, si es un poco raro.

Yo nunca he operado a nadie en realidad, pero supongo que la sensación debe ser increíble al lograr tu cometido, ahora voy a la oficina de mi abuelo, para presentarme por primera vez, admito que estoy un poco nerviosa, bien de aquí en adelante, le dejare la narración a una tercera persona, espero que disfruten de su estancia acá.

Esa mañana la chica se encontraba sumamente nerviosa por lo que vendría a continuación, sabía que no por ser familia su abuelo se lo pondría precisamente fácil, al llegar frente a la oficina se detuvo y dio un largo suspiro, mientras acallaba los apresurados latidos de su corazón, coloco una mano en su pecho, y con la otra llamo a la puerta unas dos veces, no hubo respuesta.

Espero, y repitió aquel procedimiento, finalmente la puerta se abrió, pero no de manera precisa para que ella entrara, dio un paso atrás al escuchar la voz seria de un chico, y espero a que este saliera de la oficina de su abuelo, al hacerlo el chico le miró fijamente mientras cerraba la puerta tras de si, un chico alto de cabellos azabache y ojos rojizos, su expresión era fría, este al terminar dio unos pasos y de pronto se detuvo.

—Este no es lugar para enfermeras, ¿Por qué no vuelves a tu sitio? —Luego de culminar aquellas palabras salió del lugar a paso lento, Shirayuki sintió la necesidad de detenerlo y decirle cuatro cosas, pero se contuvo, no estaba allí para eso.

—Que pedante... —Chasqueo la lengua con notorio enfado, y volvió a tocar la puerta—. ¿Quién será?

Mientras se distraía observando la espada del chico petulante que estaba a unos pasos de los de ella, antes de doblar el pasillo y desaparecer, su abuelo respondió a su llamado tras la puerta.

—Adelante, está abierto —dijo este con aspereza.

—Con permiso —dijo mientras entraba y al hacerlo se acercó unos pasos y espero.

—No puede ser, he perdido, maldito juego, bueno lo divertido será empezar una nueva ronda —sonrió de lado el hombre mayor, sosteniendo una consola 3ds, mientras jugaba algún juego de operaciones, al percatarse de su nieta, hizo la consola a un lado, y le miro—. Shirayuki-kun, asi que has venido hasta aquí, me alegro de verte, este era tu destino, es excelente.

—Satou, ¿Qué crees que haces aquí jugando? Eres el director del hospital no es asi, deberías ser más atento —suspiro pesadamente.

—La verdad si te soy sincero, este carnicero no tiene la necesidad de ponerse a operar, tengo buenos colegas que se encargan de ello, tendría que ser estricto el caso, para yo prestarle atención, pero, hasta ahora todo ha ido de maravilla ¿Viste a un chico salir? Él es el jefe de residentes, un muchacho muy capaz, será tu jefe a partir de ahora —comento mientras apoyaba sus manos en la mesa, y dejaba escapar una risita.

—¿Es una broma verdad? Ese tío tan odioso—No podía ser verdad, tenía que estar romeando, su jefe seria ese sujeto engreído y sin tacto ¿Cómo era posible? Eso debía ser mala suerte, la chica suspiro resignada.