Ajin-La oscuridad que hay en mi [EDITANDO]

"¿Como saldremos de aquí?"

Satou se había retirado, quizá a buscar algún implemento que le hiciera falta para seguir con su plan, ya fuese haciendo tratos con empresas corruptas que les facilitara todo aquello, o robando, aunque era mas probable la primera opción... Tanaka y Jamel habían llevado a los chicos a la guarida subterránea que se extendía a lo largo de la casa, e incluso mas allá de la misma, Tanaka tenía la duda del por que existiría un lugar así, era bastante inusual dado que se suponía que eran una familia común y corriente, como cualquier otra, mas no era así, pero este no pregunto nada.

Sin embargo, mientras ataban a ambos chicos —uno al lado del otro— Jamel pudo percatarse de la duda en la expresión de su rostro, por lo cual, como si adivinase lo que estaba pensando dijo en una voz fría y calmada, Jamel era el tipo de hombre que se le podía ver inmutable, a pesar de todo aquello que estaba sucediendo, se lo veía muy tranquilo.

—¿Te preguntas el por que de la existencia de este lugar Tanaka? —el hombre pregunto, mientras dirigía su mirada al contrario, luego de terminar de amordazar a Shirayuki, quien se encontraba totalmente desmayada, casi se podía decir que estaba muerta, si no fuese por la calidez que desprendía su cuerpo.

—¿A-ah?.... Bueno, supongo que tenía mis dudas, pero imagine que aunque preguntase no querría responder Jamel —había arqueado una de sus cejas, mientras terminaba de amarrar lo mas fuerte posible las manos de Nagai, para que al despertar este no pudiese soltarse, además ambos estaban amarrados con un material especial.

—Que tímido eres, de vez en cuando no esta mal disipar tus dudas, vamos arriba, te contare todo a y también te explicare el por que de atarlos con eso que traje —dio unos pasos hacia las escaleras que llevaban hacía arriba.

—Claro, esta bien, solo no soy muy conversador, pero me interesa saber —le siguió de cerca, luego de dejar a ambos chicos allí, que tardarían seguramente un rato en despertar, por supuesto, habían cámaras de vigilancia abajo para saber cuando sucediera.

 Puesto que Jamel sabía que aunque despertasen y comenzaran a hacer ruido, todo sonido seria ahogado y no llegaría jamas allá arriba, ese era, el escondite perfecto, por alguna extraña razón Satou no lo había utilizado, tal vez porque solo Jamel podía acceder a ese lugar, una de las razones por la cual le hizo regresar, haciendo todo un teatro, que por cierto había sido bastante realista.

En esos instantes Tosaki se encontraba con Shimomura en su auto, iban de regreso a su escondite, el rubio estaba de muy mal humor por haber perdido el chance de atrapar a Satou, comió unas cuantas mentas para la ansiedad, y golpeo un poco el asiento del auto, Shimomura le miro por el rabillo del ojo con preocupación, pero no dijo ni una palabra, sabía que lo mejor es esos casos era callar, además que la frustración también se apoderaba de ella lentamente.

Se mantuvieron en silencio hasta llegar a aquel lugar, entraron al estacionamiento y aparcaron la camioneta, Tosaki salio del auto tirando la puerta con fuerza, a lo que Shimomura dio un respingo, para luego salir también, subió las escaleras hasta encontrarse en la sala de estar, Nakano estaba haciendo abdominales, como siempre lo hacía y Ogura se encontraba fumando un cigarrillo observando por la ventana de manera calmada, al escuchar los pasos se volvió al que iba llegando, quien miraba a todos lados como buscando algo.

—¡Oh! bienvenido Tosaki-kun, por tu expresión puedo deducir que te ha ido mal en el trabajo —soltó el humo que mantenía retenido hasta ese instante, con una sonrisa en su rostro.

—No te hagas el gracioso ¡¿donde esta la chica?! —pregunto de manera mordaz su paciencia estaba de la peor manera en ese día.

— alió a dar una vuelta —alzó sus manos como demostrando su inocencia.