Bueno antes de empezar, quería agradecerle a @R00MAH por permitirme adaptar esta historia, y también le quiero agradecer por betearme. Te quiero mucho, mucho, mucho.La historia cuenta con esta parte y el epilogo.
Demasiado normal.
Harry observó a la desnuda mujer frente a él y suspiró resignado. Estaba agotado y su cabeza punzaba. Llevaba más de cinco malditas horas intentando retratar a la mujer y nada; no podía.
"¿Falta mucho?" preguntó la chica con notorio fastidio. Harry le dio una mirada de pocos amigos y se levantó de su banquillo. Observó una última vez el lienzo y las líneas del carboncillo en él.
Demasiado normal era la definición perfecta para aquel retrato. No tenía vida, no tenía pasión. Solo la técnica de alguien que llevaba años ganándose la vida como artista.
"Vístete, ya hemos terminado," murmuró el pintor al mismo tiempo que le lanzaba una bata. La obra no estaba terminada pero daba igual. No seguiría perdiendo su tiempo en algo tan carente de significado como ese patético retrato.
"¿Cuándo es la próxima sesión?" La mujer se levantó, envuelta en la suave tela de la bata y caminó hasta la obra sin terminar. Una sonrisa se dibujó en su rostro al ver su propia belleza retratada.
"No habrán más sesiones. Dile a mi asistente que te de un cheque en compensación y lárgate," La voz del pintor era tosca y amarga, al igual que su rostro.
No estaba de humor, nunca lo estaba.
"¿No vas a terminar el retrato?" preguntó la chica con incredulidad. Caminando lentamente hasta el pintor, como si temiera de su reacción.
Harry negó con la cabeza, sus manos ocupadas enjuagando sus brochas y pinceles con diluyente.
"¿Por qué?"
"No vale la pena. Ahora vete." Le indicó con un gesto de cabeza la puerta del estudio. La chica bufó y entre maldiciones salió, dejando completamente solo al frustrado pintor.
Llevaba más de seis meses sin poder pintar algo decente. Ahogado en su propia fama se encontraba en el límite. Ningún modelo era lo suficientemente bueno, ningún cuerpo era lo suficientemente cautivante.
Nadie lograba captar su atención.
Apretó las brochas y en un arranque de ira, lanzó todo lo que se encontraba frente a él, al suelo.
No podía continuar así, sentía que se asfixiaba con cada segundo que pasaba. No tenía inspiración, no volvería a pintar y terminaría muriendo. Solo y amargado.
Solo hay una cosa peor que un artista sin inspiración; es un artista sin inspiración y dramático.
El sonido vibrante de su teléfono lo alejó de sus negativos pensamientos. Un mensaje de texto de un viejo amigo.
Llevas una vida encerrado en tu estudio. Vamos por unas cervezas y así convives con algunos humanos. Dime la hora y el lugar.
Harry no pudo evitar la sonrisa que se perfiló en sus labios. Zayn siempre había sido así, demandante y bromista. Lo extrañaba, extrañaba la época donde ambos se sentaban en las calles de Londres a pintar a los transeúntes sin la presión de los críticos de arte, sin asistentes ni correos electrónicos de galerías de arte exigiendo más obras de él.
Extrañaba la época en donde se sentía enamorado de cada pincelada que le propinaba a sus lienzos. La época donde sus modelos eran sus amantes y no solo instrumentos para un fin lucrativo.
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Muse
FanfictionEran dos desconocidos. Cada uno sumergido en sus propios problemas. De dos mundos completamente opuestos hasta que sus caminos se cruzaron una noche y el rumbo de sus vidas se entorpeció. Harry necesitaba retratar aquel bronceado cuerpo que lo hu...