¿De todas las personas que me podía encontrar en el mundo porque tuve que tropezarme con un delincuente?, tenia pinta de drogadicto, mafioso, lleno de tatuajes, pearcing, fumado, toda la ropa rasgada, un desastre en toda regla...
Rebobinemos un momento para ver la realidad ya que todo eso es como mi cerebro se lo imaginaba aunque en verdad no era así, era un chico que se arreglaba, limpio, no se le veía para nada fumado ni drogadicto, tampoco tenia pearcing salvo en la oreja, la ropa la tenia cuidada, su barba de días perfecta y llevaba una capucha negra. Se intento acercar a mi y me aleje con rapidez.
- No te acerques a mi - Le dije con rabia, el me miraba sarcástico, sentía que se reía de mi.
- Que peculiar, me exiges que no me acerque a ti con ese tono innecesario como si tuvieras miedo de mi, pero si te fijas un poco, el único que da miedo aquí, eres tu.
Por primera vez no sentía que debía huir de allí, gritar que un asesino andaba suelto, aunque la palabra asesino es muy grabe para decirlo así a la ligera, solo porque había leído un informe que encima era de mi padre, ese hombre que quiere matarme, Tenia razón, daba miedo, a punto estaba de matar a un chico, mis manos eran como una antorcha que no podía controlar, querían que ardiera todo aquello que estaba a mi alrededor.
- Baja las manos y tranquilízate, vas a descubrirte, llamas demasiado la atención - me miro de reojo mientras agarraba al chico inconsciente y lo subió a su espalda, yo me limite en cerrar la boca y seguirlo, quizás lo llevaría a la enfermería, ¿pero que iba a decir?, ¿que escusa iba a poner? pero mis dudas se resolvieron cuando vi que lo dejo al lado de las taquillas.
- ¿Que estas haciendo? - replique.
- Vamos, déjalo ahí, cuando despierte pensara que se ha tropezado con las taquillas y se ha dado un fuerte golpe en la cabeza, si por casualidad empieza a decir que tienes poderes o lo que sea hazte el loco, tu no sabes nada. - Empezó a caminar dejándome atónito.
- Así que...¿sabes lo mio?- Le pregunte mientras caminábamos a un lado apartado del instituto.
- Si a lo tuyo te refiere a la cruel maldición que te han otorgado si.
- ¿Porque un asesino querría ayudarme? - parece ser que mi pregunta le causo gracia porque empezó a reírse sin parar - ¿Cual es el chiste?
- Me recuerdas a alguien, solo eso - siguió riéndose apartando la mirada de mi.
- Eres un asesino - le dije sin pensarlo, no era una pregunta pero sabia que de todos modos algo me contestataria. Lo que no me hubiera imaginado nunca es que su contestación seria tan sincera.
- Lo se.
- ¿y lo admites así sin mas?
- No soy la clase de asesino que piensas.
- ¿Pretendes que crea que eres un asesino bueno? - No lo pensé dos veces cuando le fui a dar un tortazo pero el fue mas rápido, su mano se interpuso parando mi puño, como en la cafetería, la historia se repetía pero lo extraño es que esta vez yo no fui el ganador, desistí y caí al suelo agotado. ¿Como era posible si le estaba quemando la mano?
- Eres débil, ¿si hubieras hecho ejercicio y controlado tu poder me hubieras ganado. - Me ofreció la mano para levantarme pero lo rechace, yo podía levantarme solo. - Vine para decirte que aprendas a luchar, aprendas a controlar tu poder, que te calmes, lleves una vida de estudiante normal y cuando hayas echo esas cosas no te preocupes porque volveré y ahí es cuando podremos hablar.
- ¿Porque te haría yo caso?
- Porque eres un mocoso que no sabe nada de la vida, eres un niño que se ha criado entre cuatro paredes, porque usa su poder como si fuera de lo mas normal del mundo, niño que no estas friendo una chuleta, estas friendo a toda persona que se te acerca. Así que hazme caso o a la próxima que nos veamos, no sera por las buenas.
- ¿Es una amenaza?
- Es una advertencia.
- ¿Elian? - Una voz resonó de entre los arboles, Rycardo me había encontrado para llevarme a casa. Cuando me volví para mirar a Uriel el ya no se encontraba allí. Había desaparecido dejándome con la palabra en la boca de tantas cosas que le quería decir, pero por ahora le haré caso, no porque le tuviera miedo sino porque llevaba razón, así que Uriel J. Rauling hasta la proxima.