¿Quién es el enemigo y qué quiere de mí?

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Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
Génesis 3:14‭-‬15 RVR1960

Satanás es nuestro archienemigo. La Escritura confirma que es él es adversario del ser humano, empezando con Adán y Eva. El nombre Satán quiere decir "adversario" o "el que se opone". Satanás, demonio, principados de maldad y poderes, son cosas que asustan a la gente, ¡Es tan espantoso!, dirán muchos cristianos. Pero ignorar al enemigo y desear que él nos ignore a nosotros es tan poco práctico, como peligroso. Arthur Mathews dice: "el escalofriante hecho del hostil mundo espiritual de maldad paraliza a muchos cristianos y los deja inactivos y sin deseos de buscar respuestas bíblicas y aplicarlas... Hay claras especificaciones en la Biblia del accionar de Satanás en cuanto a método y motivo. Su principal propósito es sacar a Dios de su trono en la mente del ser humano para entronizarse él".

Por qué Satanás nos odia

Desde que Dios creó a Adán y Eva y los colocó en el jardín del Edén, Satanás ha manifestado un abierta hostilidad hacia la mujer. Este ángel caído, lleno de ira contra Dios y sus criaturas, espió en el jardín para ver en qué lugar podía asentar el pie y romper la relación de amor entre Dios y su creación. El orgullo y la rebelión fueron los causantes de la caída de Satanás del cielo. Finalmente indujo a Eva sucumbir en esos mismos pecados. La serpiente y las hijas de Eva han sido enemigas desde entonces. Satanás no solamente odió a Eva, él odia todo lo que provenga de ella, incluyéndote a ti y a mí. Siglos atrás se expresaba este odio en el sacrificio de niños a los dioses del mal. Por orden del Rey Herodes mandó matar a todos los niños menores de 2 años porque Satanás intenta matar al Mesías. Falló. Con la crucifixión de Jesús pensó que había ganado. Verdaderamente, ese fue un grave error de Satanás. La muerte sacrificial de Jesús, su entierro y resurrección no fueron más que el cumplimiento del plan de Dios padre para expiar el pecado y anular el plan de Satanás. La escritura declara en 1° Juan 3:8: "para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo". Las hijas de Dios son una frustración para Satanás. Piense en ello. Las mujeres traen a los seres humanos al mundo y Satanás odia la raza humana. El todavía intenta destruir a los niños por medio de sacrificios, abortos y pecados sexuales.

Bloqueando el mensaje

Jesús completó la misión que el Padre le había dado para realizar en la tierra y el enemigo no puede hacer nada para cambiar el perfecto plan de salvación. Pero Satanás mantiene a la gente alejada del mensaje de salvación, lo deforma o lo tergiversa. En otras palabras, se venga del Padre en nosotros. Trata de evitar nuestra libertad manteniéndonos alejados de Dios sabiendo que esto frustra los deseos de Dios para reconciliarnos con él.
Pablo lo explica 2 de Corintios 4: 3- 4: "Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales, el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios". Debemos oponernos a los espíritus de obscuridad que enceguecen y engañan las mentes de los que oyen. También debemos resistir las fuerzas del mal que tratan de impedir que llevemos el evangelio a la gente. Dean Sherman, maestro de Biblia, señala que el poder de Dios y el de Satanás no son fuerzas iguales que se oponen. Satanás es meramente una criatura hecha por Dios, quien es el "Eterno Creador".
Hablando del intento de Satanás de exaltarse a sí mismo y llegar a ser como Dios, Sherman agrega: "Lo que Satanás hizo fue absolutamente ridículo. Así nosotros, siendo finitos, limitados y mezquinos creemos que podemos vivir nuestras vidas sin Dios. Intentar vivir sin Dios es creerse Dios. Este es el absurdo e insensato orgullo que entró en el corazón de Satanás, y tristemente, todos nosotros lo tenemos. "....el ser llamado Satanás no es más que un ángel caído que recibió su nombre porque se opuso a Dios. También es nuestro adversario. Así, ni más ni menos es Cómo debemos considerarlo".

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