~Introducción~

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''Hacía frío. Estaba nevando sobre mi, y podía sentir como la helada nieve rozaba mi piel y recorría mis brazos, mi pelo y mis pies. Estaba descalzo, la piel arrugada, lleno de heridas, la ropa sucia y al igual que el rostro, mojada. Estaba llorando, eso creía..

Estaba allí solo, en el medio del bosque, alrededor de árboles y el aullido de los lobos. Tenía la mirada fija al suelo, donde no había suelo, porque la nieve lo tapaba todo con su blanco espesor. No recordaba nada, ni quien era, ni de donde venía o hacia donde iba o porque estaba allí. Las lágrimas corrían por mi piel y caían de mi barbilla a la nieve, de mi respiración se creaba un vapor que me nubla mas la vista de ser posible. Mantenía mis manos apretadas en puños, para alejar el frío de esa zona al menos, mis mejillas seguían empapadas y yo me preguntaba porque estaba solo. Me dolían las heridas y tenía hambre, mi cuerpo titiritaba al frío y estaba solo en medio del bosque. No sabía a donde de ir o si alguien vendría por mi, o si al menos había alguien además de mi en el mundo. Tenia miedo y me dolía la carne por el frió. Las lágrimas parecían no querer cesar, aunque no supiese porque estaba llorando. Tenía el corazón y la mente en blanco.  Estaba solo, tenia frió, y seguía llorando.

Estaba frustrado, y creía que moriría en cualquier momento, aunque no sabía porque. Lo sentía todo y no sabia nada. Sentía que iba a morir, estaba hambriento, sentía frió y escalofríos, sentía dolor en el pecho, me sentía triste aun sin saber porque, me sentía solo, sentía miedo, sentía inquietud y para quien no sabe mucho como yo, creía que eso era todo, sentía enojo por no saber nada. No sabia quien era, ni como me llamaba, de donde venia o a donde pertenecía, no sabia a donde ir, no sabia que hacia allí ni mucho menos como había llegado, no sabia a quien acudir o si había algún quien además de mi. Sabia menos de lo que sentía, que en casos contrarios seria más.

Mis mejillas ardían ya por estar húmedas y tener la precencia de frió helado sobre ellas, debieran estar heridas y rojas. Levante mis rostro y vi la luna. Por una extraña razón sentí alivio y que ya no estaba solo, me sentí tranquilo. Suspire y pareció despertar a la luna ya que escuche como en voz tierna y femenina que me decía entre susurro:

"Tranquilo, no te preocupes, yo estoy aquí, yo te cuido. Nada malo te pasara, te cuidare, no te preocupes que aquí estoy, nada te pasara, confía en mi, Luhan..."

El nombre resonó en mi cabeza, pero podía jurar que lo sentía cerca, como si la luna me hablara aquí abajo junto a mi.

"Luhan."

Esta vez juraba que estaba cerca, y la voz ya no era la de la luna, la voz era masculina.

"¡Luhan!" Gritaron. Mi corazón se acelero, me enderece del puro miedo y me paralice. Escuchaba pasos acercarse y reducirse cuando el sonido aumentaba. 

"Luhan..." Dijo suavemente detrás de mi. Sentí manos tomar mis hombros y obligarme a darme la vuelta. Cerré fuertemente mis ojos, no quería ver a quien sea que fuera, o lo que sea que fuera portador de esas manos. Mis hombros se encogieron y me puse tenso.

"Mírame." Me pidió, y como si la voz me lograra tranquilizar, obedecí. Abrí mis ojos despacio, demasiado, uno después del otro. Vi a un chico un poco más alto que yo, piel blanca y pelo negro, me miraba con sus ojos brillantes y oscuros. Sonrió y me relaje, sonriendo también y dejando destensar mis hombros.

Su sonrisa se vio un poco forzada cuando me miro un poco preocupado. " ¿No sabés quién soy verdad? ¿Me recuerdas?" Me preguntó. Mi sonrisa se desvaneció al recordar que no recordaba nada. Negué lentamente y el volvió a suspirar.

"No te preocupes, no te voy a lastimar. Ven." Tomo mi mano. "Voy a llevarte a un lugar seguro."

Me guió a través del bosque hasta llegar a una casa en la cual su interior brillaba con lo que parecía ser un cálido fuego. Él llamo a la puerta y pronto un joven hombre nos estaba invitando a pasar. Entramos y luego de cambiarme de ropa y curarme las heridas, tomé un baño y me acurruqué entre sabanas limpias en el sofá, con ropa limpia. Debí quedarme dormido porque mi última imagen fue la de dos hombre hablando en vos baja. Parecían muy preocupados y el joven hombre no dejaba de llorar. Él, el chico se veía desesperado, pues la mirada triste que me  daba fue mi entrada a los sueños.''

Sangre...

El mundo es un lugar perfecto. La tierra es tranquila y sin complicaciones que no se puedan resolver. La humanidad a desarrollado nuevos valores y a progresado en tantos asuntos, como atrasado en otros. No hay problemas por los cuales sufrir, no existen. No existe la discriminación, no existen las enfermedades, no hay tal cosa como el racismo, no existe la guerra, no hay peleas por el poder ni la riqueza, no hay países enfrentados ni desacuerdos, la gente se respeta y viven en paz con el resto.

Sangre...

El mundo es libre de hambruna y perjuicios. No importa la raza, el sexo, la religión, preferencias o ideales. Nada nos diferencia para que nos perjudique, se forma una igualdad irrompible que solo valora el hecho de existir y respirar, pensar y actuar, seas humano, animal, planta, o una roca. Todos tienen derechos y obligaciones que se respetan y no se quebrantan, la naturaleza se respeta y la vida de los animales. 

Sangre...

La gente se dispersa por la tierra y varias sectores del mundo decidieron crear sus propios mundos aparte del resto. El tiempo no pasa para algunos, el tiempo se detiene. La ciencia y la tecnología no compiten por el primer lugar, no hay máquinas o aparatos electrónicos excesivos que solo empeoran la vida, solo los que nos ayudan a progresar sin causarnos daños, la ciencias solo trabaja para ayudarnos con lo esencial, y mantienen su labor, no hay enfermedades con las que lidiar, así que rara vez solo aparecen por descubrimientos con nuevas especies.

Sangre...

No hay un solo gobierno, sigue habiendo muchos, más no se pelean por ver quien tiene más poder, sino que se unen y trabajan juntos para mantener un orden y controlar que la paz este fija en la tierra. No se exceden los límites, y si así fuera, los gobiernos entre todos buscarían la solución. Los crímenes son sancionados, y ninguno se pasa por alto. Se controla la población de cada región para que no haya superpoblación, así no se tendrían que construir más casas, dañar la naturaleza ni contaminar el medio ambiente, y no habría especies en peligro. En caso de superpoblación, el gobierno encontraría la solución a eso.

Sangre...

Aunque Luhan ya la sabía. Él sabía el oscuro secreto detrás del orden y la paz del mundo. Sabe de las personas que están desde antes de la paz, desde antes del tratado, desde antes de la guerra, desde antes de cristo... Personas que viven y a la vez no, de piel fría y aspectos casi perfecto, los años no le pasan por encima, y los libros se equivocan con ellos. Lo sabe... convive diariamente con ellos. Están en todos lados, en las calles, en el mercado, en la oficina, en el centro comercial, en todos lados y en todo el mundo. Incluso con él, en su misma institución.

Los ve de cerca, y es consciente de que al menos el noventa por ciento de la humanidad no sabe de su existencia. De que desconocen sus intenciones, sus funciones, su poder, su riquezas, su edad, su verdadera identidad, su dieta...

Sangre...

Una parte de él los odia, otra parte de él los admira. Los odia por lo que son y los admira por como son. Son inteligentes, carismáticos, amables, humildes aunque muy adinerados, y bellos, destacan en belleza. Los odia por sus obligaciones pero aun así los respeta y se relaciona con ellos con normalidad. Tiene amistades en muchos de ellos, y ellos son consientes de que él los odia no más de lo que los respeta. 

Y una parte de él no puede evitar sentir curiosidad por la especie. Quiso indagar sobre ellos, y leyó libros y vio películas de terror que no tenían nada que ver con ellos, y películas de amor que solo lo describían mal. 

"Es decir, a quien se le ocurrió la magnífica idea de que les brillaba la piel al sol, eso es absurdo, no son diamantes." Le explicaba a su padre que como él, sabia de su existencia.  

Algo le llama la atención de ellos, y no sabe que es, y le asusta. le da miedo lo que pueda llegar a ser. Y más porque no puede evitar sentir atracción por uno de ellos. 

Había algo en él que lo intriga, le daba un toque de misterio a sus movimientos que le causaban curiosidad a Luhan, y aunque le avergüenza admitirlo, es la verdad. Desde que lo vió sabía que él jamás lo podría lástimar, pero a pesar de eso, su misterio lo asusta un poco.

Aún así está enamorado de él...

Más no se enfoca en sus sentimientos, sino en su deber, porque comprende que el estar cerca de él, no puede distraerse.









Continuara...

Red Moon: Forbidden Love(HunHan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora