[Capitulo 2] Anuncios.

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~Sehun:

Era hermoso. Los colores, la bella mezcla de colores. Las sensaciones, lo que me provocaba la imagen frente a mi. La tan embobante manera de ocultarse de mi el Sol, como yo escondo la verdad. Este atardecer y la forma que tiene de generar en mi estos sentimientos. Juraba que como este, no habría jamás otro atardecer. Como estas magníficas acuarelas que pintaban el cielo, no habría otras que se les comparase. Que estas sensaciones que la puesta del sol me causaba, no volverían a repetirse. Claramente me equivocaba. Porque como todos los días, la noche borraba mis certezas, y las volvía en dudas.

"Señor Oh, ya es hora."

"Si, Braulio, Ya lo sé." Asentí, él hizo una venia y se retiró.

Todo se veía mejor desde mi balcón, o al menos eso creía yo. Estaba en esa posición, solo observando al sol irse como todos los días, desde hace media hora, y se me hacia tarde. Con mis codos apoyados en el barandal, doblado sobre mi estómago para estar más cómodo, con ambas manos unidas, interrumpiendo la molesta sensación que me genera la gravedad al tenerlas flojas desde tanta altura. Las sirvientas aguardaban por mi detrás del ventanal abierto de mi cuarto. Suspiré una última vez antes de incorporarme. El día había terminado de mostrarme la parte de su metamorfosis más sobresaliente. Entré a mi habitación algo disgustado por la interrupción, como siempre. Braulio, con su semblante sería, solo me indicó con un gesto que me dejara cambiarme. Las sirvientas hicieron su labor diario, y en menos de diez minutos estaba listo para ir a clases. Me brindaron mi cepillo, y me arregle el pelo, no me agrada que toquen mi cabello.

"El coche aguarda."

"Lo sé, déjenme a solas cinco minutos, iré enseguida." Los tres empleados hicieron su reverencia y se marcharon.

Tomé la colonia que me había regalado Chanyeol para mi insignificante cumpleaños, rociando me en las clavículas la cantidad que creería que taparía mi verdadero olor. Me miré al espejo, fruncí el ceño, y salí del cuarto. Al llegar al salón tomé mi desayuno en la mano y le dí un último vistazo a la mansión desde la entrada, giré y subí al coche.

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"¡Vamos! Ya bájate, no puedes estar ahí todo el tiempo." Alargaba todas las palabras de forma suplicante.

"Cuando dejes de ser infantil, y solo cuando pasé, puede que lo piense." Hizo una mueca de disgusto y volvió a golpear la ventanilla.

"Anda, no seas así, te extrañe, ¿tu a mi no?" Nunca dejaba de ser tan insistente. Ni dejaba de golpear a la ventanilla.

"Permíteme bajarme entonces" Exclamé más que hartado. Retrocedió un par de pasos sonriendo. Al bajar "Ya estoy-" no alcancé a cerrar la puerta y ya se había abalanzado sobre mi para aferrarse fuertemente, logrando asfixiarme. "Bueno, bueno ya está, ya pasó." Le dí unas palmaditas en la espalda, siendo dramático.

"Cada vez te vuelves incluso más frío. Me impresiona." Formó un gesto de desagrado y se alejó.

"No seas melodramatico, Chanyeol. Es que tu estas cada vez más afectuoso ." Me separé y arreglé la arrugas imaginarias en mi uniforme.

"Si, si como digas." Restó importancia a mis palabras moviendo la mano y comenzando a caminar al gran portón que se nos plantaba enfrente. Aproveche a ver por el horizonte, y visualizar lo que quedaba de luz del día. El hermoso carmesí que teñía el cielo sobre nosotros, me recordaba el pecado de mi propia existencia, y la noche de mis pesadillas.

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⏰ Última actualización: May 25, 2019 ⏰

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Red Moon: Forbidden Love(HunHan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora