Después de experimentar toda una gama de emociones y experiencias se necesita mucha cordura para asimilar todo como en su justa medida, no malinterpretar las emociones ni mucho menos maximizar éstas, porque sabemos muy bien que bajo esta circunstancia los efectos secundarios actúan con más fuerza, no importa, nosotros vivimos lo que vivimos porque necesitamos aprender de ello y así será...
¿Qué pasa si visito otros planetas?
¿Sentiré lo mismo?
¿Es en realidad este planeta tan perfecto como lo estoy presenciando ahora mismo?
Esas eran las preguntas que me hice en el momento y el lugar que ocuparon en mi mente jamás estuvo demás, entendemos que estamos íntimamente comprometidos con las circunstancias, y que estas, muchas veces nos vuelcan sin piedad, como ser humano racional necesitaba determinar que ningún otro planeta podía hacerme sentir lo mismo, aunque sea muy lógico que la respuesta sea un –SÍ- yo estaba buscando el –NO-.
Nuevamente condicionado por mis amistades, salir a descubrir nuevos planetas parecía más una búsqueda de lo que no hemos perdido que cualquier otra cosa y en efecto así se cumplieron los hechos, busque dos (2) planetas al azar que me permitieran determinar y diferenciar mis sentimientos por el planeta perfecto, y sí, todo se resume en un resultado tan obvio, no hay otro como éste, no existe otro planeta con las mismas condiciones, las mismas características, era para mí y todo aquello que pensaba que era necesario ya estaba dentro del planeta , pero como en todo lo bueno hay algo malo, por ser de una órbita completamente diferente nuestra naturaleza corría a su velocidad específica y eso no lo podemos cambiar...
Cuando supo de mi búsqueda, de todo lo que había hecho, desde ese momento la confianza se fue por un agujero negro, jamás me lo hizo saber directamente pero desde entonces, nada volvió a ser igual, jamás quise traicionar la belleza infinita del planeta perfecto, puedes comprobarlo porque ahora mismo lo estás leyendo, no hay nada que me haga mirar a otros lados, ya lo comprobé, ya lo sentí, en el futuro jamás necesitaría visitar otro planeta porque ya lo hice y ya sé que no hay nada que pueda asemejarse, -NADA-, todo lo que sentía en el planeta perfecto era real, era palpable, estaba más que comprobado porque si me dedicara a definir todos los sentimientos por este planeta jamás encontraría el final... - porque nunca los tuvieron-.
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El Planeta Perfecto
RomanceDe todas las personas con las cuales nos relacionamos, alguna vez tenemos la suerte de conocer una nos hace vibrar en frecuencias no conocidas anteriormente y las emociones que están sujetas a este hecho tienen un impacto más fuerte cuando las senti...