Capítulo VII: El huracán parte II.

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La oscuridad del cielo era infinita, la corriente de viento era tan fuerte que al pasar por mi se llevaba con su paso todo mi equilibrio, el frío que estaba presente en el ambiente simulaba a un invierno de Canadá, relámpagos y pájaros buscando lo más rápido posible su refugio se robaban el protagonismo del huracán, esa era la forma de comunicarse el planeta perfecto de que todo llegaría a su final, y sí, dolió muchísimo tengo que admitirlo, luego de varias horas bajo el triste color de las nubes negras, en las aguas de aquel lugar me lastimé, a pesar de que fue una cortada muy leve necesitaba de su respectiva atención, recuerdo que ella se acercó a mí con un interés muy extraño, apenas reconocible, al ver la herida de mi pie se apartó e hizo su propio camino, separándose de mi mente y espíritu quedando una gran frontera entre nosotros, pero para mis ojos no existe ninguna frontera, todo lo que estaba pasando entre nosotros solo tenía vida en nuestras mentes y por eso tan solo me bastaban las ganas de hablar con ella para hacerlo, me acerqué y le pregunté...

-¿Porqué ya no me hablas?

<¿A qué te refieres?>

-Sabes perfectamente a que me refiero...

<No lo sé... creo que perdí el interés por tí.>

(segundos en silencio)

-¿Desde cuando perdiste el interés?

<Desde cuando lo empezaste a notar>

-Entiendo...

<Pero no quiero que te alejes de mí por eso, sé que lo harás>

-¿Y como quieres que no lo haga?

Así finalizó el huracán, convirtiéndose en un tsunami lo suficientemente poderoso para expulsarme del planeta para siempre quedando en el tristeza y decepción, el astronauta y explorador del planeta perdió su hogar perfecto y a la vez toda su esperanza y amor. Dentro de mi sentí que me arrancaron una parte de mi ser, la tristeza era proporcional al tamaño del tsunami, la lluvia que cayó del cielo durante el huracán eran las lagrimas que derramé por ella, recuerdo perfectamente que nunca había llorado tanto por algo en mi vida, inexplicablemente el planeta perfecto se quedó en mi corazón para siempre a pesar de que mas nunca volví a entrar en el, desde aquel entonces que comprendí que mi tiempo de estadía en el planeta perfecto ya se había agotado.

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