Hey There Kate {Book #2} {Mr.&Ms.Popular}

Get away little by little

Trece:

Suspiré mientras terminaba de guardar mis cosas en mi mochila, comenzaba a considerar la idea de Mason de llamar a Michael solo para cargar mis cosas ¿Por qué necesitaba tantas cosas solo para un solo día de escuela? Podía sobrevivir con un lápiz, una goma, un sacapuntas y mi sketch.

-Un perdedor a la salida dijo que necesitabas ayuda-sonreí mientras miraba a Austin.

-Creí que tenías clases-le tendí mi mochila y él la colgó en su hombro-¿Acaso estás perdiendo clases? Austin estamos en la Universidad, ya no puedes hacer eso.

Austin rió-Tranquila, hoy solo tuve un par de clases.

Asentí-Confió en ti, solo no quiero que arruines esta gran oportunidad que tienes.

-Yah, sabes que mi sueño es ser una estrella del rock-sonrió coquetamente-Soy un sueño andante para cualquier chica.

-Dios Austin, lo mucho que sigue creciendo tu ego no deja de sorprenderme. Siempre supe que solo tenías la cabeza llena de aire-reí y mire a nuestro alrededor, las estaciones comenzaban a cambiar y podía sentir el aire cálido que traía consigo la primavera.

La primavera traía su calma y pronto dejaríamos atrás el turbio y cruel invierno.

Caminamos en silencio hasta mi apartamento, Austin ya lo sentía como si fuera propio, incluso Patty parecía indiferente a todo ya, incluso a las constantes críticas por parte de Austin sobre la paleta de colores de los muebles, no podía defenderse mucho puesto a que cada vez que me daban ganas cambiaba el color de las paredes, no era su culpa que los muebles hubieran dejado de combinar con las paredes.

-Debí decirte que era mala idea que los pintaras naranja-Austin dejó mi mochila con cuidado sobre mi cama-Los muebles no combinan con ese color, siento que me quedó ciego de solo ver tu sala.

-Siempre puedes dejar de venir-me encogí de hombros-Patty dejó de comprar su jugo de manzana porque siempre te lo tomas.

-¿Enserio? Sabía que siempre debía dejar al menos un cuarto del cartón para que no se diera cuenta.

Fruncí el ceño levemente-¿Lo crees tan estúpido?

-Bueno-se encogió de hombros-No se quejó cuando pintaste las paredes de color naranja.

Suspire y me cruce de brazos-¿Si ordenó comida china dejarías de quejarte?

Austin sonrió, esa sonrisa torcida que tanto me gustaba-Me conoces bien.

Tomé mi teléfono y Austin comenzó a husmear en mi escritorio, era tan chismoso algunas veces-Si algo esta fuera de su lugar cuando regresé considérate muerto Max.

Salí de mi habitación y llamé al restaurante, mientras hacía una mueca mirando a la pared ¿De verdad se veía tan mal mi diseño? ¿Debería renunciar a ser artista? Era obvio que Austin lo decía por su obsesión con la estética, pero no todo lo bello era necesariamente placentero para los ojos. Austin me hacía dudar de mi juicio demasiadas veces.

Escuché como tocaban la puerta, el servicio del restaurante había mejorado bastante, por lo regular se tomaban cuarenta minutos en traer cualquier cosa, ahora solo se habían tomado diez, definitivamente le daría una buena propina al repartidor.

Tomé mi cartera y caminé a la puerta, para abrirla.

-Que buen servicio...-me quedé callada en cuánto me encontré con Michael en la puerta-No eres la comida china-murmure.

Michael sonrió-Soy mucho mejor que la comida china cariño, pero me alegra que supieras que venía.

Me aparto suavemente y entró al apartamento-Veo que el color volvió a cambiar-señaló a la pared-Me gusta es...diferente.