2 | SUGA |

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Eran las 10 pm, hoy había sido mi primer día con los chicos y chicas del club de volley del colegio.
Llegué a mi casa con mas felicidad que de costumbre, saludé a mi madre y le conté todo lo que había sucedido incluyendo lo que pensaba de Daichi. Ella estaba feliz de que estuviera tan contento yo, y me dijo que si Daichi me parecia el ideal para mí que siguiera adelante que ella me apoyaba. Oh querido Daichi que linda suegra tendrás, pensé.
Luego de haber platicado un buen rato con mi madre, fui a bañarme, para luego tomar rumbo a mi cuarto y acostarme, pero no sin antes usar un rato mi iPod. Utilicé bastante mis redes sociales, hasta que por mi mente pasó la idea de buscar a Daichi en estas pero solo lo encontré en Facebook. Me pareció peculiar, él no tenia muchos amigos, con suerte llegaba a los 150, contrario a mi que yo tenia 2.387.
No dudé mucho en mandarle una solicitud de amistad la cuál que al rededor de 15 minutos fue aceptada. Le quería hablar pero tenía sueño, y prefería mantener mi cara en buen estado. Las ojeras no son muy bonitas que digamos, y menos para ligar; por lo tanto apagué mi iPod y me acosté a dormir, mañana le tendría una sorpresa a los chicos del Karasuno y en mis adentros sabía que les encantaría.

(...) (Luego de una semana)

Michi me pasó a buscar en la mañana para que fueramos juntos en la ida al colegio, ya que sabia que yo siempre iba caminando al colegio. En el trayecto que tuvimos yo me comí una manzana, y ella se tuvo que comer la que le regalé a duras penas, en medio camino yo había terminado la mia pero ella la terminó tirando a medio comer. Asi que yo habia comenzado con mis críticas de que ella no tenía una Healty Life*, y de que debía cuidarse el cutiz, la silueta, entre otras cosas.
El día de clases transcurrió aburrido como siempre, por lo tanto la horas de las practicas tardaron en llegar, pero en una de las últimas horas tuvimos un exámen de inglés, eso hizo que todo pasara más rápido, de igual, yo sabía que mi exámen estaba perfect. Cuándo sonó la campana Michi y yo fuimos a almorzar, comí algo ligero para no sentirme tan pensado asi que esperé a que mi amiga terminara lo suyo para luego ir a cambiarme, hoy hacía bastante calor asi que me puse un short deportivo negro, la remera blanca de deportes junto a la campera del colegio y unas zaparillas cómodas.
Fui a buscar a Kiyoko-san quien me esperaba en la puerta del gimnasio, entramos y comenzamos a acomodar todo para cuando las chicas llegasen.

(...)

El entrenamiento de las chicas había terminado y noté que de a poco ellas iban mejorando. Las felicite a todas y les entregué a cada una su respectiva botella de agua fresca junto con una fruta, ¿Ellas también tenían hambre no?.

—¿Más fruta Sugawara? —Me dijo agobiada Michi.

—¿Mhmmm? ¿Algún problema? —Soné sarcástico.

—No quiero la frutita.

—Que terca eres, dámela, se que algunos de los chicos la querrá —Se la arrebaté de las manos.

—¡Por lo menos se más suave!

—Vete ya, que luego te llamo para hablarte de unas cosas —Le sonreí picarente y ella rió para luego irse.
Junto a Kiyoko comenzamos a acomodar un poco el gimnasio y yo dejé las frutas que sobraron en un lugar vicible para que si los chicos la querian las pudieran sacar sin problema alguno. No paso mucho para que todos los chicos estuvieran ya aquí, saludé a cada uno de forma alegre y simpática, pero me quedé charlando con Tanaka y Nishinoya.

—Suga-senpai ¿Cómo hace para hacer reir tanto a Kiyoko-san? — Dijo el de mechón castaño curioso.
-Ehh...
—¿¡Acaso Sugawara es novio de Kiyoko-san en secreto?! —Dijo Tanaka para transformar su rostro en uno tétrico.
—¡Senpai diganos! —Recalcó Nishinoya.
—Chicos, no sé, simplemente tenemos charlas triviales junto con temas que a ambos nos gustan, además no hay manera de que yo fuera novio de Kiyoko-san.
—¿Ehh? ¿Porqué? Se nota que le agradas —Dijo el mas bajo.
—Aunque es mejor si no son nada más que amigos —Mencionó Tanaka, y los tres reimos.
—Porque soy gay —Dijo Suga con mucho orgullo de si mismo.
—¿Ehhhhhhh? ¿¡Gaaaaaaaaaaay!? —No dijeron, lo gritaron de manera que todos en el gimnasio escucharon.
—¿Mhmm? ¿Algún problema?
—No, pero no parecias gay -Dijo el más bajo con una gran sonrisa.
—Al menos no nos quitaras a Kiyoko-san —Rieron Tanaka y Nishinoya, para luego abrazarme de forma bruta y darme leves golpes de juego.

El mal tercio torpe. | DAISUGA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora