Si tengo suerte... ||GoldenxFreddy|| [Libro 1] [Editando]

III

La primera semana desde aquella noche pasó rápidamente y las siguientes igualmente. Era muy desalentador ilusionarse por cada vez que el celular sonará y tristemente escuchar otra voz al momento de contestar.

Sabía muy bien que debía esperar, o simplemente buscar un plan distinto, no caería rendido tan fácil.
Y sorprendentemente mis reuniones y conciertos habían sido reducidos, no podía estar más alegre, tenía tiempo para poder descansar y dejar el estrés a un lado.

La semana entre idas y venidas paso rápidamente, mis esperanzas seguían palpables cada vez que mis ojos se fijaban en aquellos cabellos castaños.
Freddy era hermoso, su porte y su movimientos certeros, que quizás pensaba mucho en hacer, solo quedaba acojonado por ello.

Deliraba por estos pensamientos, no era malo pero simplemente para mí no podía permitirlo. Y ahí volvía caer por él.

Y un día pude sentir esa emoción de desagrado al instante, puedo argumentar que en la corta vida solo la sentí algunas ocasiones pero en cosas de "amor" son todo un problema.
Los celos te carcomen, y la sensación que da no es algo que recomiende.

Sucedió cuando iba dirigiéndome a la sala del consejero para hablar de ciertas dudas que tenía, sabiendo que sería bien recibido con todo lo que tengo que cargar. Y sin esperar verle note esa cabellera castaña, vi por un segundo la oportunidad de acercarme y tal vez hablarle estando en soledad, eso como escribí solo duró un segundo para notar la compañía que tenía, muy cerca.

Las ganas de acercarme y alejarlos eran fuertes, nublaron mi juicio. Dando unos pasos a ellos, listo para protagonizar una escena vergonzosa su compañía se alejó molesta, detuve los pasos por ello hasta que la vi perderse. Solo ahí fui consciente que lo que trate de hacer.

Tanto Freddy como yo nos quedamos extrañados por lo sucedido, por unos instantes nos miramos. Luego solo huyó con los pómulos sonrojados, hermoso sí él lo hacía.

Con ese pequeño regalo pude seguir la jornada del día, aunque aún recuerde ese momento donde la chica de las dos colas se hallaba muy cerca de Freddy obtuve una imagen linda de él.

Dos días después parecía que él olvidó eso, pues al verme ya no mostraba aquel rubor, solo pasaba de mí.