El Diaro de Max Frost

Capitulo 5

Bueno desde ayer me empiezo a sentir mareado en las noches...Hoy me comentaron que amaneci en el suelo, lo más probable es que me halla dado un golpe de cráneo ya que sentí un dolor al levantarme para mi suerte no me abrí ninguna herida.

Ya me di de cuenta no podía tardar en declararme ya que se me podía adelantar unos de mis rivales...Mis intenciones eran verdaderamente amorosas solo quería hacerle feliz y disfrutar aventuras a su lado pero desde el principio los que ganan el amor de una bella dama no son siempre los de buenas intenciones, Lastimosamente.

Ya semanas atrás cambie mi actitud "coibida" para una actitud con más confianza para ser más visible ante los ojos de ella; solo me queda intentar el último e imprescindible paso de acercarme lo suficiente para que no halla dudas de aceptar mi oferta.

Hoy nos toca tarea de ciencias sobre el cuadro de punnet si mi memoria no me falla se llama escribe así y al parecer fui el que mejor entendió el tema de mi aula así que aprovecharé para acercarme y jugar mi última carta es todo o nada...

Llegué al salón y coloco mi mochila en mi asiento

-Hola! Cómo estás Yulieris
Bien bien y tú?
-Bien terminaba la tarea de ciencias y tu?
Cierto la tarea de ciencias...Tu entendiste como hacer ese cuadro?
-Si bueno lo entiendo, si deseas te puedo explicar...
Sí por favor

Fue así que me senté nuevamente a su lado y me sentía feliz para explicarle el procedimiento para hacer bien el cuadro. Cuando fuimos interrumpidos continuamente por sus amigas y mis compañeros en busca de ayuda tanto de ciencias como en álgebra, quería solo estar con ella y nadie más solo me quedo decirle a Yulieris que no podía trabajar en un lugar así que si podía venir a mi lugar secreto en el que nos habíamos visto unos días atrás y ella acepto...

Nos vimos ahí...Cuando le empeze a contar sobre el lugar le expliqué el porque era mi lugar y aproveche para contarle sobre mí y explicándole la clase de ciencias en nuestra hora libre iba a poner mi brazo sobre su hombro cuando ella se movió repentinamente como si ya sabía lo que haría y le pregunté: pero...
Y me respondio fríamente que volviéramos al salón quedé en extremo pensativo por la situación que se me había presentado hace unos minutos...