Mientras me acercaba a la puerta logré ver que no le había puesto el cerrojo después de mi salida. Entré sin previo aviso y la vi semidesnuda.
— ¿Por qué carajos no le pones el seguro a la puerta? Otra persona pudo entrar y verte así— me acerqué por detrás y tomé suavemente su cintura con mis manos.
—No sería la primera vez que me ven así —me susurró con una sonrisa pícara mientras se fue quitando la poca ropa que le quedaba—. Y mucho menos así.
Se encontraba completamente desnuda, me dirigí a poner el seguro y lentamente fui acercándome. Sabía muy bien lo que quería y estaba dispuesta a complacerla.
La tiré a la cama y empecé a besar su cuello, sabía lo mucho que le gusta que le haga eso. Poco a poco fui bajando hasta su ombligo y los gemidos que había producido hace un instante se fueron intensificando. Seguí bajando hasta llegar a su entrepierna donde empecé a hacerle los juegos atrevidos que tanto le gustan.
Llegando al punto máximo me acerqué a sus labios y nos empezamos a besar de una manera desenfrenada pero apasionada como cada uno de los momentos que permanecíamos juntas de esta manera.
Salió de la cama para empezarse a vestir y al terminar salimos a zancadas corta de su habitación dirigiéndonos a la cocina por algo de bebida.
—Creo que debería irme ahora —habló fuerte para que lograra escuchar ya que la música estaba con un volumen elevado.
—Sí, anda. Luego nos cuentas cómo te fue —besé su mejilla y seguido de esto se fue.
Me encontré con Theo y le informé que Dabria ya se había ido, él simplemente asintió y me sacó a bailar.
La fiesta iba estupenda, los chicos se divertían, tomaban y algunos se drogaban. Iba todo perfecto.
Paramos de bailar y fuimos en busca de los Hale y mi hermano que se encontraban fuera en la piscina, Theo se quitó su camisa al igual que yo, quedándome en un top. Ambos nos tiramos junto al resto de chicos. El agua estaba fría y eso era genial, me gusta sentir el frío recorriendo mi cuerpo.
Preguntaron por Dabria y me encargué de decirles que salió con alguien, lo toman de lo más normal –como siempre– y seguimos hablando de otros temas más interesantes.
— ¿Quién será tu próxima víctima, Lucy? —la pregunta de Steve me tomó por sorpresa.
— ¿Eh? —fue lo único que pude decir, algo nerviosa.
—Que con quién te acostarás esta noche.
— ¡Ah! eso —dije aliviada —. Bueno... al inicio vi a una chica, si aún no se ha ido, tal vez sea ella.
— ¿Cómo se llama? —preguntó Ali.
Hasta ahora caigo en cuenta que olvidé por completo en preguntarle el nombre. Respondí que no lo recordaba y salí de la piscina poniéndome mi pequeña blusa.
Fui en busca de esa hermosa chica de ojos verdes, recorrí por todas las esquinas de la casa, incluso en las habitaciones y nada, de camino a por una bebida miré a una morena muy atractiva que bailaba sola al ritmo de la música, tomé un vaso de trago adicional y me encaminé a su dirección. «Al parecer ya encontré a alguien más»
Me acerqué bailando y le ofrecí el otro vaso que llevaba. Ella lo tomó sin ningún problema.
— ¿Cómo te llamas? —pregunté por encima de la música.
—Leyla, ¿y tú?
—Lucy.
Bailamos un rato hasta que la llevé a mi habitación, empecé a desvestirla al igual que ella a mí. Hice lo mismo que hago con todas, al ya estar desnuda tocaba sus pechos y también los mordía logrando hacer que sintieran placer y dolor al mismo tiempo.
ESTÁS LEYENDO
Enfermedad mental. |EDITANDO...|
Детектив / ТриллерSiento mi cuerpo muy cansado como si no hubiera dormido en toda la noche, tuve un sueño muy raro donde con ayuda de mis mejores amigos hacíamos cosas muy horribles... una bodega o un almacén abandonado, había cosas...