Capítulo 6... 2/2

8 4 0
                                    

Inmediatamente paré, no podíamos quedarnos más tiempo ahí bajo la lluvia. Nos pusimos de nuevo la ropa y recogimos lo más rápido posible todas las cosas; y para no demorarnos mucho bajamos por las escaleras.

Al lleger al parqueadero fui corriendo hasta mi auto al igual que Lexa, le dejé que sostuviera mis cosas para poner la capota del auto, no podía permitir que la pintura que apenas había hecho se echara a perder; y eso Lexa lo sabía muy bien, por eso no dijo nada cuando me separé de ella y me puse como loca a guardar todo y bajar las escaleras casi que saltandome de algunas, ella simplemente hizo lo mismo que yo.

Al terminar de cubrir por completo el coche tomé el cuandro y lo miré: una parte de la pintura estaba mezclada. Se había estropeado.

Después de que aquel chico muriera me llegaron algunas pequeñas ideas a la cabeza, tuve que pasar casi una semana imaginándome aquella pintura para tener todo completamente claro y porder hacerla en el lienzo; pero no sirvió tanto porque en cuestión de segundos lo que había hecho estaba dañado.

-¡Vamos! ¡Cambia esa cara! Eres muy buena con lo que haces, de seguro puedes repetirlo ¿verdad? -dijo Lexa animándome.

-Claro que sí, pero nunca me ha gustado repetir un dibujo porque no queda igual, el detalle que le hiciste a la primera ya no es el mismo a la segunda. -Sonrío-Pero bueno, intentaré mezclar un poco más de pintura encima para darle otra forma.

Sin pensarlo me dio un beso en los labios y subió al auto pero no de copiloto, se subió detrás del volante.

-Hoy quiero ser yo la que te lleve a casa -hizo señas para que subiera y sin protesta alguna de mi parte, eso fue lo que hice.

-¿Cómo piensas conducir sin las llaves? -saqué dichas llaves de mi bolsillo para moverlas en frente de ella.

Cuando apenas vi mover su mano para quitármelas yo llevé la mía detras de mi espalda.

-Dámelas, por favor -hizo un pequeño puchero. Se veía muy tierna cada vez que lo hacía, pero con eso no me iba a convencer.

-¿Y qué hay a cambio? -me acerqué un poco a su rostro mordiéndome los labios.

-Ehhhh... No-no lo sé.

-Tal vez con un pequeño gesto de tu parte hagas que te las dé.
Y dicho eso, ella se acercó más a mí un poco nerviosa.

-No estés nerviosa -continué -no es la primera vez que me besas, ya debes acostumbrarte a eso.

No respondió con palabras, lo hizo con un beso. Al inicio fue torpe porque seguía nerviosa, pero después dejó que yo la guíe.

Puse mis manos en su cintura para acercarla más y transmitirle confianza, quería que supiera que estando a mi lado podía sentirse segura.

Ya no podía quedarme ahí solo besándola, moví mi mano hasta su muslo y comencé a subirla por debajo de su falda.

-No, para -me detiene.

-¿Por qué? Hasta hace un momento estábamos sin camisa en la terraza ¿y ahora ya no quieres estar conmigo?

-No creas que no quiero estar contigo, claro que quiero. Pero hace un momento estábamos en un ambiente muy agradable bajo las estrellas, estaba dispuesta a estar contigo hasta que nos detuvo la lluvia...

-¿Y que te detiene ahora? Estamos dentro de mi auto y nadie nos está observando -le interrumpí.

-Lo sé, pero no quiero solo sexo, yo quiero sentir tus caricias, quiero sentirme querida y al mismo tiempo deseada, quiero que cuando estemos juntas no sea algo de un rato, quiero que después nos quedemos durmiendo para sentirte completa junto a mí. Así que no veo la posibilidad de que tengamos algo dentro de tu auto.

-Está bien, entonces esperaré hasta que te sientas cómoda -me acomodé en el asiento y le entregué las llaves.

-No es eso, me siento muy cómoda estando a tu lado, aunque a veces sí me pones nerviosa y sé que eso te gusta; -asentí sonriéndole, era verdad, me gustaba mucho ponerla nerviosa -solo esperemos el momento indicado. Mientras tranto, disfrutemos de las demás cosas que podamos hacer. ¿Sí?

-Sí -respondí.

-Muy bien, ahora... ¿Me regalas un beso?

No lo pensé ni dos veces y me acerqué para darle un pequeño y suave beso.

Colocó las llaves y salimos del parqueadero hacia mi casa.

En el camino me dijo que quería quedarse esa noche conmigo y no me negué, al llegar le presté una pijama de las mías y nos recostamos en el sofá para ver una película hasta que de un momento a otro se quedó dormida a mi lado.

La llevé en peso hasta mi habitación para recostarla a un lado de la cama, la dejé despacio y fui a sacar una cobija del closet para dejárcela encima y abrigarla.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 01, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Enfermedad mental. |EDITANDO...|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora