Quizá debería dejar de hablar de mí como alguien ajeno, ¿no crees?
Así que, soy mi propósito, todos los días.
Porque, alguien me ha dicho una vez, que ya es demasiado si te tienes a ti. Y eso no es creída, es amor.
[espero que él lea eso.]
Y esto es para ti, que siempre me dices todo lo que no soy y lo que debo ser. Esa parte de mi que no me quiere. Pero gracias a ella soy mejor cada día. Me ayuda a ser yo ante el mundo, el que me criticara aunque sea todo lo que pidan.
Deje de buscar en este laberinto el tesoro que se supone que tenía que encontrar,
pare,
me mire;
era yo.
ya gané.
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Sofía.
PoesíaEl mundo debería saber qué hay caídas que son volar. Portada: Gabriela Kermotchenky.