Recordando

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"Querida Hermione:

Cuando leas esto ya estarás por entrar en Hogwarts. Sentimos desde lo más profundo de nuestros corazones, tanto tu padre, como yo, por lo que has pasado desde los cinco años, viviendo en el mundo muggle, sin nosotros a tu lado, más que dos días al año. Pero esto es por tu bien y el de tu hermana.

Cuando entres a Hogwarts, no lo vas a pasar mejor, ya que irás como hija de muggles, pero recemos a Merlín que pases desapercibida para las personas con nuestros ideales, ahora, extinguidos en esta familia, gracias a los Granger. Pero hay que mantener las apariencias.

Para acabar con esta carta, me gustaría que dentro de unos años, ya que esta será mi última carta hasta el día que te vuelva a tener entre mis brazos, vuelvas a congeniar con tu hermana y juntas podáis amaestrar al dragón que tu padre le dará a Hagrid en tu cuarto año. Para que podáis pasar tiempo juntas de nuevo.

Espero que disfrutes estos años.

Te quiere

Tu madre

J.P"

Hermione POV

Cada vez que leo la carta que me dio mi madre adoptiva, cuando iba a marchar en el expreso a Hogwarts por primera vez, me emocioné, pues era de mis padres, a los cuales apenas veía, y hacía tiempo de su última carta.

Desde entonces cada vez que leo esa carta, es para darme ánimos, para poder seguir pese a los insultos de Draco Malfoy y su séquito, pues aunque no fuera cierto lo que decían, dolía. Dolía no poder hacer nada, no poder demostrar que soy de sangre pura, como lo llaman, y no una sangre sucia, como me llaman e insultan.

Al menos sé que mi hermana lo hace solamente para que no sospechen, no para herirme, o al menos eso quiero creer.

Este año es el torneo de los tres magos, esta vez cuatro, porque alguien metió un papel con el nombre de Harry, y este ha salido elegido. Ahora, está por comenzar la última prueba, un laberinto, en el cual tienen que encontrar la copa.

Una noche, antes de que salieran los seleccionados para el torneo, me reuní con mi hermana y Hagrid, para así, empezar a cumplir lo que mi madre me decía en la carta. Hacía tiempo que no reía de una forma tan natural.

La prueba dio comienzo, todos salieron disparados hacia el laberinto. Pasó cerca de una hora hasta que Harry volvió. Con él llevaba la copa, pero también, en sus brazos, cargaba con un cuerpo inerte. Era el cuerpo de aquel chico de Huflepuff, el cual era hijo de un amigo del Sr.Weasley.

Poco tiempo después, Harry nos relató lo ocurrido. El señor tenebroso había vuelto, la copa era un traslador y había visto a sus padres.

El verano llegó, y con ello, nuestra despedida de las dos escuelas participes, junto con Hogwarts, en el torneo de los tres magos. Antes de salir del andén 9 y ¾, junto a Harry y Ron, eche una mirada hacia atrás, y como yo la vi, ella igual. Cuando gire mi cabeza un poco hacia la derecha, ahí se encontraba él. Su cara cambió de una indescifrable, a sorpresa.

No le di importancia, cogí mis cosas y me encaminé, con mis amigos, a la salida.

El secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora