El camino, la muerte y el enamorado

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¿??? POV

No podía conciliar el sueño, no solo por miedo a la muerte, sino porque sabía que Hermione al ser la mejor amiga del elegido iría con él y le ayudaría en todo lo que necesitase, lo cual era peligroso para ellos, pero sobre todo para ella, puesto que si la llegan a encontrar....

¡Saben que es mi melliza!

¿¡Como narices llegó la profecía a Voldemort!?

Entonces si sabe lo de la profecía ¿Sabrá que soy su hermana? ¡Nos matarían como a traidores! A papá y a mamá les harían sufrir hasta que ellos quisieran suicidarse, y si no les matarían de la forma más lenta y dolorosa posible.

A mí, de mí se encargaría Nott, que pese a como es,siempre lo he considerado un amigo, igual se apiada de mí y me da una muerte rápida.

Pero sin duda Hermione, de ella jamás se apiadarían, la podrían chantajear, la podrían torturar hasta que caiga muerta. Pero de ese tipo de cosas, dependen de Draco, pesto que si él la encuentra primero deberá matarla como a él le plazca, pero si no lo hace, si se niega, o decide ser buen seguidor del que no debe ser nombrado, y cederle el placer de la tortura al mismo Voldemort, Bellatrix u otro mortífago, él por último solo tendrá que rematarla.

No sé si Draco será capaz de matarla, su cara se le desencajó cuando Voldemort le encargó esa misión.

Draco POV

-Puedes matarla tú, o dejar que me divierta con ella, o si está demasiado mal que se divierta tu tía o algún otro mortífago-

-Pero señor...-Intenté hablar

-¿A caso le acarrea algún problema matar a esa sangre sucia, joven Malfoy?-Me cortó con voz autoritaria

-No, señor-

-Bien, espero que no me falle, joven Malfoy-Me dijo, sonriendo antes de desaparecerse, con esa sonrisa macabra

Y aquí estoy, después de que hayan pasado unas cuatro horas desde entonces, derramando alguna que otra lágrima como un tonto. Pero es que como no llorar si en mis manos está la vida de una persona, sea sangre sucia o sangre pura, pero me angustia más que esa vida sea la de una persona por la que por primera vez sé que siento algo fuerte, aunque aún no le ponga un nombre.

Aún no puedo olvidar esa tarde, donde la besé, a escondidas, en la sala de los menesteres, mintiéndola, como solo yo sé hacer.

La vi caminando hacia el Gran Comedor, y la paré

-Granger, tenemos que hablar-Solté enfadado

-Veo que los días en los que hicimos trabajos juntos, no te sirvieron para quitar esa voz de tonto arrogante-Suspiró, me estaba cabreando más-¿Qué quieres?-Preguntó de mala gana

-Gracias a tus grandiosos trabajos me tuve que saltar alguna clase, puesto que aquí, la rata de biblioteca lo quería todo perfecto, me las han reclamado, ¿y adivina quien tiene que recuperarlas conmigo?-Sonreí con malicia y arrogancia

-Pe...pero, esas clases yo no las doy, además tú te ofreciste a no ir a esas clases para acabar los trabajos-Gritó llena de furia

-¿Enserio crees que yo diría que no fui porque no quise? ¿Para ganarme un castigo aún mayor? - Ella bufó y yo solo podía sonreír de forma arrogante y vacilona-Dentro de 10 minutos nos han citado enfrente de la sala de menesteres, no faltes o tu castigo será peor, ya conoces a Macgonagall-Volvió a bufar mientras yo me iba

A los 10 minutos ya estaba enfrente de la sala de menesteres esperándola, creía que no aparecería, pero es Granger, acudiría por el simple hecho de reclamarle al profesor.

-¿Dónde está tu profesor?-Preguntó enfadada

-Está dentro-La contesté

-¿Vamos a dar clase en la sala de menesteres?-Cuestionó

-Lugar más tranquilo no hay en todo el castillo, que más te da- La volví a contestar de mala gana

Al entrar, como no, entró ella primero para ir a quejarse de mí, pero no encontró a ningún profesor y cuando se giró, al fin pude hacer lo que llevaba queriendo tanto tiempo.

La empujé contra la pared más cercana con mi cuerpo, acorralándola, y la besé, la besé antes de que pudiera reaccionar, antes de que su mente tan racional volviera en sí. Para mi sorpresa ella me devolvía el beso con la misma pasión del principio, pero poco a poco se tornó más tierno y romántico.

Cuando nos separamos, para poder respirar, al poco y para mi sorpresa ella se abalanzó sobre para besarme, de la misma forma con la que yo la había besado. Entonces mi cabeza reaccionó, parecía que yo a ella también la atraía, pero de esto no podía enterarse y menos ahora que llevaba una marca en mi brazo, y se me pasó una idea por mente.

Seguimos besándonos durante horas. Podría seguir así durante día y años. Pero solo con...NADA DRACO, ES SOLO UNA SANGRE SUCIA, SOLO TE GUSTA PARA UNA NOCHE, COMO TODAS.

-Draco, me tengo que ir, ya es tarde-Miró su reloj-¡MUY TARDE!-Me miró y sonrió, esa sonrisa puedo asegurar que en ese momento me derritió y quebró al mismo tiempo- Podemos seguir mañana, Que te parece?- Me susurró

-Por mi encantado-Acepté, antes de darle el último beso

Cuando se giró y se disponía a salir, llevé a cabo mi idea.

Como el gran cobarde que soy, solo se me ocurrió lanzarle un obliviate, y ahora la tengo que matar. No sabría decir lo que siento, pero sé que es algo fuerte. Espero que se me ocurra una forma rápida de matarla y al poder sea, antes de que la encuentren, porque si no...

Grité de frustración, no podía más, todo esto me superaba, tanto inocentes, tantas vidas, y ahora la de ella.

Hermione POV

No dejo de pensar en los sueños, son sueños recurrentes, que me alegran el camino, pero que, a su vez me entristecen, ya que sé que no son reales y nunca lo serán. Mi destino es Ron, él no es un mortífago y aún me quedan ciertos sentimientos por él que se pueden acrecentar,si solo me concentro en él, y no en un rubio platinado que además siempre me agota la paciencia, pero que es tan guapo, sexy y cuando se lo propone puede llegar a ser incluso bueno...

¡YA BASTA HERMIONE! ¡TU FUTURO ES RON, NO ÉL!

Después de infíltranos en el ministerio y conseguir el Horrocrux, llegamos a un bosque mediante desaparición por lo cual Ron sufrió una despartición. Mientras las heridas de Ron se sanaban bien, nos asentamos unos días allí, en una tienda que había metido por si acaso y también pusimos hechizos protectores a nuestro alrededor.

Pasaban los días y seguíamos sin saber cómo destruir el Horrocrux, lo cual cada día nos desesperaba más, al que más a Harry, al cual su cicatriz cada vez le dolía más. Un día, mientras daba un paseo por los límites de la barrera protectora, vi a unos carroñeros, lo cual me paralizó, ya que uno de ellos, olió mi perfume, y todos sabíamos que ellos trabajaban para los mortífagos.

Pasaron por allí más veces a matar y enterrar cuerpos, y siempre olían mi perfume, hiciera lo que hiciera para mejorar la barrera. Por ello decimos seguir con nuestro camino lo antes posible, movernos para que no nos cazaran, pero en un descuido, mientras montábamos el campamento....


El secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora