Pov Carina
Por fin termino lo que era la gran jornada de clases lo que significaba una cosa yo me separaría de Scarlett ya que ella iría a ver a mi hermana Habiba ya que por motivos de su pereza no quiso presentarse en el primer día pero bueno así es mi media hermana pero igual la quiero, yo me iría a ver al amor de mi vida, Sara, que de seguro estará muy exhausta por el día de hoy así que simplemente me concentraría en ser muy empalagosa con ella, camine por un buen tiempo casi llegando a lo que sería la esfera pero decidí caminar más para llegar a la parte del "gran jardín" donde están la gran variedad de plantas mágicas, fui pasando por las campanas de cupido unas flores con forma de campana que en el borde crean un corazón normalmente son usadas para hacer pociones de amor pero dicen que también con un poco de ellas es exquisito el curry picante, en fin ya llegando a la zona de los árboles la encuentro a ella debajo del árbol de hojas de zafiro las cuales son unas hojas de color azul y su tronco es como un gris oscuro, estaba ella sentada leyendo una de sus historias de bolsillo la verdad es que a ella no le gusta mucho leer para estudiar pero cuando se tratan de historias realmente le fascinan, ella por lo que note, aún no se había percatado de mi presencia, lentamente me fui acercando hasta que quede a unos pasos de ella acerque mi mano con la intención de asustarla.
-Hola amor ¿qué tal las clases?- preguntó mi Sara sin despegar la mirada de su libro de bolsillo, yo me pare en seco pues no me esperaba para nada que ella se diese cuenta.
-Emm... si jeje todo bien amor ¿y las tuyas?- pregunté mientras me paraba enfrente de ella a lo cual ella se acomodó sus lentes y bajo su libro de bolsillo poniéndolo a su derecha y me miro a mi.
-Aburridas... Cada vez es peor pero es lo que hay- dijo con resignación yo me senté en sus piernas quedando frente a frente, mientras ella me rodeaba con sus brazos mi cintura con una sonrisa satisfecha esta vez, yo rodeo su cuello con mucha dulzura.
-Pero ya estoy contigo mi imponente depredadora –ella dio un pequeño gruñido a lo que yo reí un poco- así que puedo ponerte de ánimos- dije acercándome lentamente mientras mi mirada no se apartaban de sus labios, sentía como mi corazón se aceleraba poco a poco y sus manos acariciaban mi cintura apegándome un poco más a ella y ella se acercaba al punto de sentir su respiración, estaba tan nerviosa como la primera vez que nos besamos... su sangre caliente siempre me hizo erizar... ella es tan posesiva, solo con mirar la manera en la cual me toma de la cintura se podía apreciar lo territorial que es... bueno ya lo lleva en su sangre.
-Tú siempre me pones de ánimos- mordió su labio inferior a lo que ya ninguna pudo resistirse al deseo, nos unimos en un beso con movimientos pequeños pero muy pasional podía sentir como su respiración se agitaba más apegándome más a ella, haciendo que sus pechos y los míos estén contraminados, la verdad eso... me hacía sentir extraña, con sus mordidas en mi labio inferior y su lengua danzando con la mía realmente sentía que ese cosquilleo que recorría por mi cuerpo aumentaba cada vez más y con sus manos que se tornaron inquietas de un momento a otro exploraban mi espalda, mi cintura y mi cintura baja mientras yo simplemente acariciaba su cabello y movía mi torso levemente para que nuestros pechos se acariciaban, la sensación era tan fuerte que sentía como mis colmillos crecían y los de ella también a lo cual a pesar que no queríamos, nos forzamos a separar el beso, al separarnos nos vimos a los ojos con la respiración agitada y no podía evitar sonrojarme al ver el brillo de sus ojos, ese color dorado que brillaba me era fascinante al igual que ella parecía estar hipnotizada por mis ojos en ese momentos rojos como la sangre con cierto brillo, nos tomamos de las manos y nos sonreímos mutuamente.
- Aún debemos esperar ¿verdad?- pregunto mi amada Sara acomodando sus lentes aro fino, acaricie su cabello rubio cenizo y bese su frente.
-Solo un poco más mi loba –imité su gruñido a lo que ella se rió y gruño más fuerte a lo que yo la mordí de la oreja y le hice una caricia con mi lengua, ella soltó una risa. Me senté a su lado izquierdo a lo que ella se arre costó en mí y siguió con su lectura mientras yo le daba besos por la mejilla a lo que hacía que no dejará de sonreír.
-Cari... Te amo- dijo guardando su libro para mirarme a los ojos de una manera tan tierna.
-Y yo a ti Sara- le sonreí, ella en un movimiento rápido se puso enfrente de mi arrodillada superándome en altura contraminándome con el árbol haciendo que sus brazos me dejaran encerrada, al ver su mirada esta había cambiado totalmente, estaba llena de seriedad, una mirada tan posesiva que cualquier mujer se pondría sumisa... más con su voz levemente ronca y muy profunda.
-Debes de amarme y solamente a mí- su mano derecha llego a mis mejillas tomándolas con firmeza- a quien le perteneces Cari?- preguntó casi en un susurro, yo con el cuerpo temblando no por miedo... simplemente me fascinada esa manera en la cual es tan posesiva, tan territorial... nadie tiene esa mirada y ese valor para reclamar lo que es suyo, no como ella.
-Te pertenezco a ti y solo a ti- dije de una manera débil, no porque lo esté simplemente que ella le encantaba sentirse la alfa.
-Así es mi vampiresa –me hizo abrir la boca y con su pulgar acaricio mi colmillo derecho para luego hacer que mi mirada se encontrase con la suya- pero... hay que dejarlo más claro.
-Espera n- no pude terminar de pedir piedad pues con su brazo izquierdo arranco la chaqueta dejando con la camisa y clavo sus dientes en mi hombro derecho y con su otra mano tapo mi boca para ahogar mi grito de dolor, pues su dientes se clavaban tanto que podía sentir como sus dientes de licántropo abrían mis tejidos de piel provocando que mi sangre fría se derramará a lo que mis colmillos rápidamente salieron y los clave en su mano y ella también resistió el gritar mientras bebía de su sangre, nos separamos un momento ambas con un poco de sangre en la boca, yo un poco más que ella- me debes una chaqueta...
-te regalaré la mía madame –se levantó para luego ofrecerme su mano a lo que educadamente correspondí levantándome como toda una princesa pues es así como me sentía al estar con ella- Carina eres una mujer realmente increíble... desearía enlazar contigo ya... -dijo retirando su chaqueta para luego ponérmela de manera delicada.
-Sara amor mío sabes que también lo deseo, pero necesitas ganar la competencia-dije de una manera preocupada.
-Ya sé que al ser una Vampira de rango alto eres una noble y tienes prometido... pero yo soy la hija mayor del clan Akajem no podría quedar yo como tu prometida?
-Sé que estas molesta por lo de mi prometido, pero tú sabes que mis padres no te conocen además mi prometido fue escogido hace unos siglos- termine de colocarme la chaqueta y ella me levanto como una princesa yo me sujete de su cuello mirándola directamente a los ojos.
-Bueno no importa lo que cueste, mi amada Carina tú fuiste como esos rayos de luz que se sumergen en los más profundo del mar, en el mar de mi agonía y mi soledad sacándome de la más profunda tristeza... Tú fuiste la que me hizo salir adelante después de la muerte de padre provocada por los malditos humanos... Jamás quiero separarme de mi salvadora y sabes que te juro la lealtad de un lobo, yo que soy la heredera del clan Akajem te juro la lealtad como un perro guardián y el amo profundo y cálido de un lobo- sus palabras realmente hacía que mi corazón se regocijará de alegría y de amor, después de esas bellas palabras nos unimos en un beso y así cargada en sus brazos comenzó a correr con la rapidez de un lobo y con sus fuertes piernas saltó de balcón en balcón hasta llegar al balcón de su habitación donde entramos para acostarnos en la cama ella detrás de mí abrazándome de una manera tan romántica y tan protectora y posesiva... realmente no podía pedir a alguien mejor... simplemente la amo.
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Creí que eras mi amor
FantasyNuestras personajes después de una búsqueda y de varias decepciones creen haber encontrado el amor verdadero y al saber que son criaturas de la cuarta dimensión deciden entrar a una escuela de dicha dimensión ya que ahí se encontraban todos los pers...