Capítulo 5: Mis celos

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Me levante de mi cama una vez sonó el despertador el dolor de cabeza por el ruido estruendoso era tanto que golpeó el despertador con tanta fuerza que lo destroce, qué mala pata, me senté en la orilla de mi cama restregándome los ojos y luego parándome, prepare en mi Tina el agua caliente mientras volví a la habitación para ir por mi bata de baño cuando veo la foto de mis padres, mi padre el gran Rakshasa Ravana, considerado un gran dios por sus habilidad con la magia y sus incontables guerras con los dioses y ha sido el único capaz de traspasar la guardia del mismo cerbero... por qué ? Fácil, unos humanos del la santa sede mataron a Rimisha una poderosa guerrera Rakshasi y fue salvada del infierno para que mi padre la convirtiera en mi madre, así es vengo del gran linaje soy la heredera de los rakshasa, pero mis amigos me llaman Sky. Voy hacia la tina y al dejar mi bata de baño comienzo a desvestirme notando que mis marcas de entrenamiento habían desaparecido, ya estaba acostumbrada, desde pequeña mi padre le tuvo en un ardo entrenamiento, recuerdo cuando el me corto un brazo jaja mi madre le cortó las 2 piernas de lo enojada que estaba pero al final todos terminamos riendo en el salón comiendo el venado que cazó mi padre para disculparse, me encantaba vagar por mis recuerdos mientras estaba en contacto con el agua, estaba tan caliente que podía recordar mi entrenamiento en carbón encendido como la heredera debía ser capaz de pelear contra los dioses, y eso en parte me frustra pero el agua está tan caliente que limpia todas esa malas vibras incluso mi respiración se vuelve más relajada, cimiento a tallar mi cuerpo con la espinaca llena de jabón dejando una buena fragancia y para finalizar más agua caliente en mi cuerpo mientras me lavo el cabello, al finalizar mi baño me pongo mi bata amarilla ocre y limpio un poco el espejo empañado mirándome dándome una sonrisa a mí misma dando un pequeño rugido haciendo que mis ojos miel se convierta en una amarillo que brilla como oro, después de cepillar mis fuentes comienzo a buscar el uniforme y pues la verdad solo tenía ganas de usar el deportivo, ya vería que excusa poner, a diferencia de otras chicas mi uniforme era un pantalón alicrado y unas botas negras de piel de dragón, y una camisa algo ajustada sin mangas, tomó mi mochila y me dispongo a salir, iba a paso veloz pues me sentía con ánimos este día, cada vez aceleró más el paso bajando por las escaleras y corriendo hacia el edificio escolar y veo que aún faltan 20 minutos para el inicio de clases así que me di un tiempo para poder trepar uno de los árboles que estaban cerca de la entrada llegando casi hasta la copa y en una de las ramas que me parecieron más fuertes comencé a meditar, concentrándome en la magia que fluye en mi interior esa fuerza que me hace capaz de retar a los creadores, así pasaron los 20 minutos cuando escucho sonar el timbre y desciendo dejándome caer con nada más que la fuerza de la gravedad aterrizando flexionándose las piernas, me levanto poniéndome recta y comienzo a caminar a paso rápido entrando al salón de clases sentándome a la par de mi amigo Nathan al que salude con un empujón y este me saludo de la misma manera, empezaron las clases y este me tiro un papel para llamar mi atención.
-Ey! -exclamé un poco divertida tirándole el mismo papel pero con más fuerza el solo dio una sonrisa pícara.
-hay alguien que te ha estado viendo de reojo-con sus ojos dio la dirección a... Artemisa, una linda chica cabello largo negro como la noche y ojos color café, sus uñas siempre estaban pintadas con un rosado suave y su tono de piel era moreno, hace un tiempo le pregunté que si yo le gustaba y dijo que si de una manera no muy linda que se diga, la verdad es que ella me gustaba mucho pero... no me atrevía a decírselo si lo sé... patético, me dediqué a verla de pues a cabeza y como siempre estaba mordiendo la parte superior de su lapicero me daban ganas de ir hacia ella bueno lo había una vez finalizada la clase- por qué no le dices que también te gusta? -preguntó Nathan peinando su pequeño copete.
-no es obvio? Yo con ella? Seamos sinceros no pasará-dije en un tono de resignación abriendo mi cuaderno en el cual comencé a hacer garabatos.
-al menos ocupa el cuaderno para algo que importe -se mofó a lo que yo le di una patada y él respondió con un quejido lo cual llamó la atención del profesor volteándose.
-algún problema jóvenes? Si los de la esquina-ambos nos sentamos erguidos y contestamos en unísono.
-ninguno! -al voltearse el profesor después volvimos a ponernos cómodos en nuestros asientos y para ser sincera no copie absolutamente nada, bueno ya conocía el tema así qe de nada me sirve.
Al fin tocaron para el cambio de clase a lo que mi amigo y yo chocamos los 5 para desearme suerte o animo, me levante de mi asiento y camine un poco dudosa de mi decisión hacia Artemisa, como siempre concentrada en otras cosas menos en su al rededor así que tome uno de sus lapiceros y me senté a la par de ella mientras jugaba de pasar los lapiceros entre mis dedos.
-hola Artemis-dije guiñándole el ojo a lo que ella trabo los ojos y hablo en un tono molesto.
-hola insolente-auch solo auch
-molesta? -me quito el lapicero y lo guardo en su estuche.
-es solo que no me hablas hasta ahora que te da la gana-me lanzó una mirada indiferente a lo que sinceramente no sabía cómo actuar.
-No es eso-acaricie su cabello lo que pareció calmarla, lo que más me gusta de estar cerca de ella es sentir su aroma- he estado distraída solo eso- aclare a lo que me dio una sonrisa más o menos ya dispuesta a hablarme normal.
-Ya que -acerque mi mano a la de ella, a lo que ella capto que quería que quería que nos agarráramos de las manos, aunque escondidas pasamos toda la clase así y sinceramente era lo único que necesitaba para sentirme tranquila aunque hacer un cruce de miradas y sonrisa no estaban demás y mucho menos un "te quiero" por parte de cada una pero todo lo bueno tiene su fin y es que la clase termino y sinceramente sé que ella y yo no podemos estar mucho tiempo juntas así que decidí simplemente irme a entrenar un poco así que comencé a correr adentrándome un poco en la zonas del bosques, corriendo cada vez más veloz saltando de árbol en árbol y corriendo entre ellos hasta llegar a otro edificio escolar en el cual hice una parada para darme un descanso y poder tomar agua pues mi cuerpo estaba sudando y necesitaba hidratarme se siente tan bien el contacto del agua con mis labios, ni si quiera me moleste en tragar sin hacer ruido ya que en verdad tenía mucha sed, limpie mi boca con mi brazo al terminar y comencé a caminar cuando sentí el aroma de Artemisa camine despacio para ver si era ella y efectivamente ocultándome en un pilar logre divisarla en una cierta distancia... estaba... estaba besándose con Jonathan... hace unos minutos me decía que me quería y ahora está con otro... jajaja que tonta verdad... un momento yo no quería creerme todo lo que dijeron de ella pero es una maldita verdad!!!
Salí corriendo con la mayor fuerza posible mis músculos palpitaban de la furia podía sentir como mis ojos brillaban con un amarillo que no se podía describir y mis garras podía sentir como estaban creciendo y mi corazón era casi como el de un colibrí, lo sentía la sangre en mi cuerpo ardiendo como el infierno incluso mi magia se descontrolada pues el cielo se tornaba de un color morado... tenía que llegar a la semi esfera, corrí con más fuerza entrando rompiendo la puerta y entrando a la arena tomando una pelota de plomo y tomándola con ambas manos la presione con fuerza doblándola para poder agarrarla con mayor facilidad lo cual no se me hizo difícil y ahora con la fuerza de mis brazos y pecho comencé a tirar de los dos lados estirando el metal de plomo y con mi mayor fuerza humana soltando un rugido que venía desde mi estomago resonando con intensidad entre las paredes de la semi esfera con esa furia, ese dolor esa rabia en mi partió la pelota de plomo en 2 y como si no bastara con otras 2 las aplaste con una sola mano cada una dando mi rígido siempre desde lo más profundo de mi estómago!! Joder!! Joder!!! No podía más no podía contenerlo...
-hammm.... Ren! Yuk frooo!! -grité mientras daba un salto y con mi puño aterrice haciendo que un pentagrama blanco luminoso del cual salieron unos pishakas, son como una especie de duendes casi color verde de aspecto muy horrible decorados con pequeños huesos en su vestimenta, estos se inclinaron ante mi y yo me levante con la respiración profunda haciendo notar mi furia- Traigan a Jonathan, lo quiero ante mi en el multi mundos!! Se los ordena la hija de Ravana!! -dieron una reverencia y con su magia desaparecieron y yo necesitaba gastar energía así que hice unos pequeños campos para poder correr sobre el aire lo más rápido para poder llegar al multimundo el cual fue sencillo de abrir con mi magia esa puerta comenzó a resolver esas enredaderas que tenía como puerta dejándome entrar, al principio todo estaba blanco pero conforme me fue a entrando, parecía un lugar muerto, tierra seca a más no poder un aire caliente impregnado el lugar árboles en su estado más deplorables y una que otro pedazos de roca como estalagmitas puntiagudas y yo me trepé en uno de los árboles más grandes quite unas vendas que tenía en mis manos y mire las palmas de mis manos- Soy Sky hija de Ravana, exigió el arma de la misma muerte- en ese momento en las palmas de mis manos aparecieron símbolos y junte las palmas de mis manos y sintiendo como esa magia presionaba mi pecho quemando mi interior pero no tanto como mi ira, y las fui separando haciendo que el ardor fiera más y fue saliendo una guadaña de color negro con decorados plateados y podía sentir su pesor sobre todo por su afilada hoja que cuando la gire se podía escuchar que era capaz de cortar hasta una coraza de un aspidochelone, comencé a pasar mis garras por esa hoja haciendo sonar su metal, esperando paciente como un buen depredador con una respiración tranquila y el corazón casi sin palpitar y lo escuche la risa de mis sirvientes traían a Jonathan en cadenas totalmente atado, Jonathan es un chico alto con cabello corto y liso, su tez es blanca y su físico delataba que era un hombre lobo- retírense-le ordene a mis sirvientes y estos desaparecieron en cenizas- ya te imaginas porque te invite a venir...
-invitar? Estoy encadenado zorra!! -dio un gruñido tipo de lobos haciendo que sus ojos azules destellaran un poco.
-odio a los lobos se creen los dueños de todo!! Marcando territorio aquí y haya...-descendí del árbol está vez quedando firme y por la fuerza de mis piernas hice que se agrietara el suelo- pero créeme que es la última vez que marcas algo que no es tuyo-apunte la hoja de guadaña hacia el a lo que agacho la mirada y sentí como su gruñido aumentaba convirtiéndose en lobo dejando las cadenas totalmente destrozadas yo no retrocedí ni un centímetro solo lo observé.
-los lobos... no son más que mascotas... -el rugió a lo que me hizo hacer un gesto de desagrado ya que sentí baba en mi magia- esto es un verdadero monstruo-comencé a caminar hacia el con mis ojos con su brillo al máximo dejando que la sangre hirviendo en mi dejará que me transformase, rodeándome de pentagramas haciendo que mis manos, mis piernas y mi cuerpo fuera el de un tigre de pelaje gris con rayas negras, enterré la guadaña en el suelo y rugí desde mi estómago haciendo que este se pusiera más a la defensiva y con sus piernas tomo impulso hacia mi pero con mi guadaña y en un rápido movimiento y con mi magia hice que solo el aire de esta le cortase el abdomen y lo hiciera volar respiró profundamente my con mi mano izquierda libre la levanto haciendo que sombras del infierno hagan mi voluntad, haciendo mi mano izquierda y atrapando al pequeño lobo, quedando en el aire comienzo a correr y doy un salto hacia el quedando por encima de el y con la guadaña apuntando hacia el y mirando directamente a sus ojos solo soy una pequeña sonrisa y como si la guadaña y yo fuéramos una en 2 manifestó toda mi ira en un tornado de fuego haciendo que se desprendiera el pelaje y se cocinara y quemara su carne desintegrando poco por poco cada centímetro de órganos y por últimos sus huesos al terminar de ver como este quedo echo ni si quiera cenizas aterrice en mi forma humana y desaparecí la guadaña sin más salí del lugar un poco más calmada pues... por más que me doliera no podría hacerla daño a Artemisa, así que mejor me fui caminado hasta que mi mala suerte la encontré a ella.
-Espero que estés contenta-dijo en un tono pedante y sarcástico
-Con que? -dije sin ánimos
-Por que más? -dijo cruzándose de brazos -por Jonathan porque mierda hiciste eso? -me pregunto enojada a más no poder.
-Porque... -me voltee a verla con una mirada que simplemente decía "lo siento"- porque me gustas -ella se acercó y yo la tomé de la mano y ella contestó apretándola un poco.
-Siempre tienes que hacer insolencias, pero te pasaste-me miro a los ojos a lo que yo hice una sonrisa de lado.
-Te quiero solo para mí en serio... te quiero Artemisa -ella sonrió y me dio un corto beso en los labios a lo que yo no sabía qué hacer así que simplemente me reí y ella igual y nos fuimos tomadas de las manos sin más una muy apegada a la otra.

Creí que eras mi amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora