-Lo último que recuerdo era que estaba camino a casa, luego de un largo día de trabajo en la fábrica. Una luz enceguecedora se hizo presente en frente mio y luego desperté aquí. No sé cuánto tiempo ha pasado, quizá horas, quizá días, no lo sé. Lo único que sé este lugar parece alguna clase de prisión, tengo un muy mal presentimiento-decía él mientras notaba que tenía un número 22 grabado en su muñeca.
Estaba encerrado en una especie de cuarto, sin ventanas y con una sola puerta, el suelo era de tierra y las paredes de cemento.
En ese mismo instante, alguien golpeó la puerta desde el otro lado:
-¡Competidor número 22! Llegó tu hora de debutar en la arena.
Al escuchar esto, se paró y pensó que podría derribar a la persona que estaba del otro lado de la puerta y conseguir escapar.
La puerta se abre y nuestro "competidor 22" quedó inmóvil al ver que quien estaba del otro lado de la puerta, no era humano. Era un ser de dos metros de altura, rosado, con cuatro largos y flacos brazos, sosteniendo dos varillas aparentemente electrificadas en dos de ellos.
-Nisiquiera intentes resistirte. Sígueme-decía el ser con una voz gruesa.
Asintiendo con la cabeza, "22" lo siguió, comprendiendo que estaba completamente superado.
Caminaron por un pasillo muy largo y a medida que iban avanzando se podía oír a una multitud, como si estuviera en un estadio de fútbol repleto de gente alentando a sus equipos.
Al final del pasillo se podía ver una luz, lo que parecía ser una especie de salida con una enorme reja cerrada, allí habian otros dos seres similares al guardia que lo estaba escoltando. Al llegar, estos dos seres le pusieron una especie de collar en el cuello.
-Si intentas quitarte esto, morirás. Si intentas escapar, morirás. Si intentas atacar a alguien que no sea tu oponente... Bueno, ya lo sabes, pareces ser inteligente-decia uno de los guardias.
Se abre la enorme reja
Al salir, "22" veía una enorme multitud, en gradas, rodeando una especie de arena de combate. Era un lugar muy grande.
Desde el otro lado de la arena, se veía a un humano, pero de color verde, como una especie de alien, saliendo de otro pasillo similar al que "22" acababa de atravesar.
En ese momento, una estruendosa voz se comenzaba a oír.
-¡BIENVENIDOS A LA FASE PRELIMINAR DE LA CONTIENDA DE CAMPEONES, NUEVOS COMPETIDORES! POR UN LADO, TENEMOS AL CONTENDIENTE NÚMERO 13, DEL PLANETA GREEDO. Y POR EL OTRO, ESTÁ EL CONTENDIENTE NÚMERO 22, DEL PLANETA TIERRA. ¡COMPETIDORES! ¡QUIEN ASESINE A SU OPONENTE AVANZARÁ EN LAS FASES PRELIMINARES! LA ARENA DE COMBATE ESTÁ LLENA DE ARMAS Y TRAMPAS QUE PODRÁN USAR PARA GANAR. SIN MÁS PREÁMBULOS, ¡QUE COMIENCE EL COMBATE!
Ambos competidores se miraron entre sí y, asumiendo su destino, se preparaban para luchar.
Y así, comienza una nueva historia. Ya no hay vuelta atrás...
