MI CASA

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Dai:

Me pongo de pie, al darme vuelta veo a un hombre alto 1.85 quizás, moreno, de traje,  claro que lo conozco, es Benny conocido como "El señor de las modas", es la competencia de nuestra empresa. 

Me doy vuelta inmediatamente para darle la espalda, no me ha reconocido, aquí puedo escuchar su conversación, no es que sea mal educado, pero ese hombre no es nada caballero, es un mujeriego empedernido, vicioso, tramposo.

—Buenas tardes señorita Victoria.

—Buena tarde señor Fernando.

—Dígame Benny es más corto y me gusta.

—Como usted quiera, Benny.

—Victoria, dime ¿Porque quieres trabajar como administradora en nuestra agencia, si tienes la belleza física para representarnos como modelo? Puedo maquillarte, pulirte, cambiarte estéticamente y serias una estupenda modelo, podemos subir el rating de la empresa contigo.

—Y aquí va el empedernido conquistador, deseo escuchar la respuesta de mi Ai.

—Me gusta la administración señor Benny, NO el modelaje.

—¿Te gustaría hacer un portafolio de fotos personales para la empresa? Sería una buena forma que conocieras el modelaje y tal vez te guste. 

—No lo creo, no me agrada la idea, en verdad le agradezco su oferta pero me interesa el puesto de administradora. 

—Seré muy franco contigo, no me interesas como administradora, llámame cuando estés dispuesta a modelar para mí.

—Lamento mucho haberle robado su valioso tiempo señor Benny, pero más lamento haber perdido el mío. Que tenga buena tarde.

—Nos volveremos a ver, estoy seguro Victoria.

—Sí claro, lo que usted diga.

—Dai, ven amor, escuchaste a ese hombre egocéntrico, es como todos los que tienen algo de poder y dinero, quieren tenerlo todo a capricho, no por común acuerdo, no se puede forzar a una mujer para hacer algo que no estamos dispuestas y menos cuando no nos interesa.

—Lo escuche Vicky, así suelen ser la mayoría de ese tipo de hombres.

— No quiero hablar más del tema, mañana me presentaré a otra entrevista y no aceptaré ninguna otra fuera de la empresa, me pareció muy sospechoso que me citara en este café, pero no le tomé importancia, no me volverá a suceder.

—Está bien Vicky, volviendo a lo nuestro, vámonos por tus cosas personales para mudarte a mi departamento. 

—Espera, aun me siento muy extraña con todo esto, déjame unos días para hablar con mi roomie y explicarle mi locura, para darle tiempo que encuentre otra persona con quien compartir la renta de la habitación.

—No te preocupes por eso amor, le dejamos pagado unos meses, si con eso te animas a venirte conmigo hoy mismo.

—¡Estás loco! No sé qué decirte, no sé qué pensar.

—No pienses nada, no me digas nada y vamos por tus pertenencias. 

—Vámonos antes que me arrepienta de hacer esta locura Dai.

Se pone de pie y su falda blanca a media rodilla vuela con el viento, como si fuera cómplice de su felicidad, de su buena decisión, de aventurarse a vivir una locura de amor. Caminamos al auto la veo detenerse asombrada.

—¿Es tu carro? es muy lujoso Dai.

—No, es de mi jefe solo que me lo presta muy seguido. 

—¡Que lindo detalle de su parte!

AMOR INFINITODonde viven las historias. Descúbrelo ahora