Narra Andrea.
Cuando salimos de clase, Stephany me paró y me dijo riéndose.
-¿Qué pasó anoche? Dijo levantando y bajando las cejas.
-¿A qué te refieres? Dije con cara de WTF.
-Guille y tú... Ya sabes, ¿pasó algo? Dijo más curiosa que antes.
Negué sonrojada y se rió, se acercó a mi y empezó a hacerme cosquillas y dije sin apenas poder respirar de la risa:
-Na... Nada, ¡Te lo juro! Dije sin aire a penas.
-Bueno, al menos dime que nos pasó a Ana y a mí, a penas me acuerdo de nada. Dijo aturdida.
-Pues, que os pusísteis como una cuba. Dije sonriéndo.
Cuando llegamos a casa me dispuse a hacer la cena, era la mujer de esa casa por lo que parecía.
-¿Y ana? Dijo Stephany entrando por la puerta de la cocina poniendo una de sus caras raras.
-No lo sé. Dije sin apartar la vista de la comida.
Se abrió la puerta y Stephany salió corriendo para abrazar a Ana, como si no la hubiera visto en años.
-¡Ana! Gritó Stephany iluusionada.
Salí de la cocina y me senté en el sofá con cara muy seria mientras llamaba a Ana.
-¿Dónde estabas? ¿Con quién? ¿Cómo? ¿Y por qué? Dije mirandola seria.
-Mira, estaba en la calle muy por detrás vuestra y mangel me llamó para que fuese a su casa y le dije que sí, una cosa llevó a la otra, y...
-¡¿TE HAS TIRADO A MANGEL?! Dije gritando.
-No... Dijo roja como un tomate. Pero casi... Oí como susurraba para sí misma, pero lo pude oir.
-QUE. ES. ESTO. Dije con los ojos abiertos como platos mirando su cuello.
-¿El que? Me preguntó gritando como una loca.
-Miráte el cuello en el espejo. DIje casi riéndome, intentando parecer seria.
-¡AAAAAAAAAAAAH! Gritó como si no hubiera un violador del bosque en el baño.
Salió Stephany corriendo de su habitación con cara de preocupada.
-¿Que ta pasaoh muyaya? Dijo imitándo el acento Cordobés.
-¡NO LO SÉ! Gritó Ana desconcertada.
-No te preocupes, eso se quitará. Dije intentando calmarla.
-¡UUUUUUUUUUUUUUH, SALSEO! Gritó Stephany llendo hacia su habitación de nuevo.
-¡Cállate! Le dijo Ana tirándole un cepillo de dientes a Stephany que ella esquivó
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La semana pasó volando y llegó el tan esperado ¡VIERNES NOCHE!, nos arreglamos y nos fuimos de fiesta, esta vez, las tres, mientras íbamos hacia la barra, Stephany se chocó con un chico alto, moreno y ojos verdes.
Ana y yo nos giramos le sonreímos y nos fuimos dejándola allí sola con el chico ese, depués no volvimos a saber nada de ella.