Capitulo 12

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La alarma sonaba, esa canción que tenía para despertarme me retumbaba en mi cabeza, todo el tiempo, y de hecho me gustaba mucho esa canción, creo que decía algo así como..

"Amarte como te amo es complicado, pensar como te pienso es un pecado, mirar como te miro esta prohibido, tocarte como quiero es un delito, ya no se que hacer para que estés bien, si apagará el sol para encender tu amanecer...yo solo quiero darte un beso y regalarte mis mañanas"

Me acuerdo bien, ni siquiera moví el brazo para parar ese dichoso despertador, yo solo quería seguir durmiendo, puse mi cabeza debajo de mi almohada, pero seguía escuchando esa canción de fondo. ¡DIOS! ¡QUE ALGUIEN APAGUE ESA ESTÚPIDA ALARMA! como ves, había perdido la costumbre de madrugar, allí madrugaba pero no era lo mismo, no me podía mover de la cama no quería ir a clase. Al final conseguí levantarme, pero solo faltaba unos diez minutos para que vinieran mis amigos a mi casa a por mí, no me iba a dar tiempo, no iba a estar lista. 

Me vestí lo más rápido que pude, corrí deprisa por el pasillo mientras me iba poniendo las zapatillas, por otro lado la mochila se me estaba cayendo, tropecé pero no llegue a caer al suelo. Fui a la cocina y encontré a mi hermana desayunando y me quede mirando a mi madre

-Buenos días mi pequeña bella durmiente - dijo mi madre

+¿Mamá por qué no me despertaste antes?

-Por qué me dijo tu hermana que ya estabas despierta

+¡Que llegas tarde, corre! -me dijo mi hermana entre risas

Mientras tanto intente desayunar algo, ya que mi madre me decía que hasta que no desayunara no me dejaba salir, y eso que llegaba tarde pero que no había forma. Pegue un trago al zumo de naranja recién hecho que había hecho mi madre y cogí un cruasán, mis dientes sujetaban el cruasán mientras yo me ponía la chaqueta y dije sin que se pudiera entender mucho debido a que llevaba el cruasán entre los dientes "¡Eres imbécil Laura!". Salí corriendo hacía la puerta y cuando abrí la puerta estaban mis amigos esperándome, justo en ese momento iban a tocar el timbre para que bajara, en cuanto me vieron se empezaron a reír, yo no entendía nada, hasta que me dijeron "La próxima vez te peinas reina" me gire para mirarme en el cristal de mi patio ¡HORROR! estaba sin peinar, llevaba unos pelos de loca, ya no me daba tiempo a subir y peinarme, así que fui práctica y me recogí el pelo con una coleta.

Por el camino de llegada al instituto le conté a Soraya todo lo que sentía en ese momento y que quería dejar a Victor, me impresiono muchísimo su comprensión me comprendió como nunca creía que fuera hacerlo, me apoyo, y me dijo que si me gustaba otro chico que no perdiera el tiempo que estas cosas suelen pasar, no le dije que era Andreu, solo le dije que me gustaba otro chico. Me animó mucho, antes y después de que pasara todo, la verdad que debería de haberle contado antes las cosas por qué es mi mejor amiga me dice las cosas claras y siempre me apoya, consiguió que le diera menos importancia y que no le diera tantas vueltas a la cabeza, me aconsejo lo mejor que pudo y se lo agradezco, agradezco lo que hizo por mí, también que siempre estuviera a mi lado, y que nunca me fallara.

Al fin llegamos al instituto y aún había gente, después de todo no llegamos tan tarde. Al entrar al instituto a primera hora de la mañana en ningún momento vi a Victor, hasta la hora del patio. En clase un amigo mío me preguntó que, que me pasaba, por qué me veía muy seria y eso era raro en mí, porque yo siempre estoy riendo, pero esa mañana estaba más pensativa de lo normal, le dije que no me pasaba nada pero él insistió e insistió, por tanto insistirme se lo tuve que contar, le dije que iba a dejar a el menda, que ya no quería seguir con él, mi amigo me dijo que no podía hacer eso, que hacíamos muy buena pareja y que no fuera tonta, pero yo ya lo tenía más que decidido.

El viaje que lo cambio todo..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora