5.

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Hay momentos, simples.

La despensa se encontraba vacía, cinco alfas en casa eran difíciles de alimentar para Jin. Hoy saldría con Ken, por lo tanto, encargo a Namjoon de hacer la compra. Claro dejando las instrucciones al líder perfectamente detalladas en una pequeña hoja. El menor era demasiado torpe, al principio encargaría a Yoongi de acompañarlo, pero Jimin tenía cita con el ginecólogo. Pues comenzarían un nuevo método de planificación. Pensó en Hoseok y Taehyung, desechando la idea con rapidez "demasiado distraídos". Las constantes prácticas de "The Most Beautiful Moment in Life Part 1" estresaban a todos los integrantes. Como su última opción estaba Jungkook el cual acepto con facilidad. A pesar de estar hasta la frente de trabajos escolares, el menor utilizaría su preciado tiempo, conmoviendo el corazón de Omma Seokjin.

Lista de compras Ψ(≧ω≦) Ψ

· frijol mungo.

· Pastas de Soja.

· Ramen instantáneo.

· Cebollín.

· Pimiento rojo, pimienta negra.

· Tofu.

· Carne de res.

· Pollo.

· Aceite de sésamo.

· Algas.

· Champiñones.

· Raíz de Loto

Pdta: Cero dulces. (Si comen alguno estaré enterado) (◠‿◠)


Namjoon llevaba la pequeña lista en su bolsillo trasero, los jóvenes salieron del apartamento, con paso lento. No había necesidad de correr, hoy cenarían ramen. Jungkook observo al rubio y comento:

—Hyung, tengo buenas noticias. Después de tanto tiempo obtuve un 100/100 en el examen semestral de Ingles. — La emoción del castaño era notable. Namjoon sonrió, regalándole algunos palmazos en la espalda.

—Estoy orgulloso Kookie — El tierno apodo tiro del corazón del menor. Era muy bello; Namjoon contaba con una belleza hipnotízate: piel bronceada no importaba la estación del año y ojos achinados brillantes cubiertos por aquel tono café, cabello corto algo maltratado por los tintes y dos hoyuelos, uno por cada mejilla. Se acercó más al mayor, el cual retrocedió sacándolo de su ensoñación.

—Namjoon-hyung, salgamos esta noche — El mayor abrió los ojos, extrañado y Jungkook se apresuró agregar — Bueno ya sabe... para agradecerle por su colaboración... en inglés — El rapero asintió y agregó — Mejor, dejémoslo para el fin de semana — El aludido sonrió dando por terminada la conversación . Entraron al Minimarket, compraron los alimentos encargados y se dispusieron a regresar.

Jungkook compro algunas fresas, después de licuarlas vertió el líquido rosita en un bol y lo llevo al frigorífico. Decidió esperar unos cuantos minutos mientras veía Avengers en la sala , cuando unos pequeños ruidos en la cocina pusieron alerta sus sentidos. Corrió hasta el lugar encontrando a Namjoon infraganti. El mayor, tenia los cachetes rellenos de jugo de fresas y la comisura de sus labios manchadas por aquel color pastel. Demasiado adorable, pensó Jungkook, para después quejarse.

— ¡No te robes mi postre! — El mayor trago, mientras se disponía a escapar. Mala elección. Aquel jovencito era rápido, como cualquier cachorro. Los torpes pies del mayor resbalaron sobre la alfombra del living. Golpeándose la espalda, Jungkook aprovecho la ocasión para sentarse a horcajadas del alfa.

— ¡Dámelo !— Exigió el menor, mientras presionaba el delgado cuerpo de Namjoon.

— No puedo ya me lo trague — Respondió el líder con tranquilidad, mientras bufaba al más joven. Notando que el rostro ajeno se enrojecía.

— Entonces déjame probar — Las muñecas del más alto fueron apresadas sobre su cabeza, Jungkook cerró los ojos y sus labios chocaron.

Namjoon intento hablar, la juguetona lengua del menor se coló en su cavidad. Explorando cada centímetro, los jadeos por partes iguales no se hicieron esperar. Sus cuerpos se relajaron, mientras Jungkook acariciaba los sensibles pezones del mayor.

—Ah...A-c, cariño — Gimió Rap Monster, cuando el menor repartió besos sobre su pecho, posteriormente desnudo. A último momento cuando las caricias descendían al plano abdomen. Namjoon reacciono ¡¿Qué mierda?! ¿Acaso quería follarse a Jungkook? No, no y no. El chico era un bebe, un cachorro ALFA.

Recalcó la última palabra en su mente, gruñendo un poco. Jungkook paro en seco, con agilidad Namjoon vistió su ramera.

—Por favor, perdóname. Esto no es correcto—Dijo el mayor, Jungkook quería replicar. Mordió sus labios sumergiendo las palabras, no era el momento. La mirada cristalina de Namjoon paralizo sus músculos. El más alto huyo del lugar, observo desde la ventana como su cuerpo desaparecía cinco calles abajo. Su comportamiento lastima, él no quiere ser odiado por Namjoon. Lo ama.

Y Jungkook se rompió, con facilidad frente a sus pensamientos.

Mi Pequeño Esposo (Namkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora