Capítulo 2

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¿Imaginan a un mono tocando flauta?

Pues eso era todo lo que pasaba por la cabeza de Nayeon, se había colocado los auriculares  aunque no estaba escuchando algo en realidad, estaba ignorando todo a su al rededor y se había concentrado en escuchar lo que no podía escuchar. Era complejo, el silencio era su tonada favorita.

Entre tanta concentración no se había percatado de que era tarde, su padre no había pasado por ella y eso era raro.

Alguien más estaba en el lugar, se trataba de Mina que la había seguido todo el día sin que Nayeon notara su presencia. Deseaba poder capturar la imagen que estaban viendo sus ojos en ese instante, ella tenía la vista pegada a su celular y se sostenía con su cabeza apoyada en su mano izquierda. Unos pocos cabellos se movían con el viento, a Mina le parecía tan magnífica.

La cosa fue demasiado rápida, Mina se encanta fácilmente y esta vez fue Nayeon la hechicera.

Mina era una sexópata satánica. Se identificaba mucho con todo lo obscuro, y colgaba en las paredes de su habitación carteles satánicos reteniendo la presencia de un "espíritu maligno",  según sus padres. Una de las cosas por las cuales la expulsaron de su hogar, donde era mantenida y bien atendida fueron: los pactos satánicos que hacía, incluso en el hogar y su inmensa obsesión por el sexo y las mujeres. Además de que ella ya era grande, y podía mantenerse sola.

Mina sempre esperaba al momento oportuno para atacar, como lo era aquel momento. Arregló su ropa un poco, y caminó hacia donde se encontraba su presa.

-No creo que te moleste que me siente aquí, ¿cierto? –se apoyó de la silla, esperando una respuesta. Nayeon la miró de reojo y negó.

-Claro que no.. Ah, eres la de cupido, Ehm.. ¿Cómo te llamabas? –preguntó ya que anteriormente no había escuchado, se colocó las gafas de sol que estaban descansando en su regazo y alzó su cabeza para ver a la otra.

-Myoui Mina.

-Soy Im Nayeon.

-¿por qué repites soy en inglés? –le pareció bastante gracioso, y comenzó a reír.

Nayeon la quedó mirando fijamente, buscando la gracia de lo que había dicho. La otra al notar esto dejó de reír y se sentó correctamente, definitivamente no había sido un chiste.

-Es como me llamo.

-Oh... Gm lo siento.

-¿Nunca te han confundido con una mina? Tipo que estás con mineros y dicen: "vamos a la mina" y te confundes?

-Nunca he estado con mineros... Y de todas formas no tiene ni chiste ni sentido.

-Tampoco lo tiene el reírte de mi nombre.

-Perdona...

-Perdonada. –se encogió de hombros apartando la mirada.

-Y.. ¿qué sucede con el café?

-Tal vez algún día, Pero amistosamente, como he dicho anteriormente las tías ni me van para nada.

-¿Qué tías? Solo soy una.

-Eh..

-No pasa nada, será tomar un café amistosamente. Ya que no conozco nada de aquí, tú podrías enseñarme.

-No hay problema, supongo.

-¿Qué edad tienes?

-Veinte, ¿y tú?

-Diecinueve. Pensaba que eras menor, porque tienes una carita de ángel que enamora.

-Gracias.. Tu igual.

Nayeon the virgin; MinayeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora