19 febrero, 2017.
Jackson.
14:15 P.M
Hola, Juliette.
Le he pedido a un amigo que corrigiera esto antes de enviarlo porque te molesta la mala ortografía, aunque nunca me lo decías severamente, sé que no escribo como tú.
Nunca respondí tu último mensaje, y cuando por fin entramos a clases te ignoré. Te juro que eso traté de hacer, pero era tan difícil para mí, porque decías algo gracioso en voz alta o empezabas a cantar y me tenía que aguantar las ganas de reírme o de molestarte con cosas aún más graciosas, ya que eso fue lo que me pediste.
Ese mismo día en que volviste te dije "Bienvenida" y tú me sonreíste, a pesar de que hiciste una mueca de desagrado hacia mí.
Aun así no nos tomó ni dos semanas en dirigirnos la palabra de nuevo. En que empezaras a molestarme, y en que yo te empujara con culpa excusándome que no te veía gracias a tu estatura.
Te puedo asegurar que fue un gran alivio para mí, que después de ese mensaje y de cómo estabas, volvieras a ser la misma Juliette que eres con todos.
Puedo ser muy molesto a veces hasta el punto de llegar a desesperarte, pero debes estar segura de que te aprecio.
Ya que has vuelto, no me puedes quitar nuestra amistad, ¿no es así?
No sé por qué has empezado a ignorarme, creo que hasta les tengo que pedir permiso a tus amigas para poder hablarte unos minutos.
En realidad... sí sé la razón, Juliette.
O al menos creo que la sé. Yo te quise muchísimo, y de eso no debes tener dudas, pero también debes entender que esta nueva persona que conocí, es muy especial para mí, y no quiero serle infiel de ninguna manera.
No sé si esté asegurando cosas que no son, y si no lo son, por favor acláramelo, pero no puedo estar así contigo. De hecho, te he llenado el morral de dibujos pidiéndote perdón y ni te has dado cuenta.
¿Qué tengo que hacer para que me hables y juegues conmigo Julietita?
Ignora lo último, fue lo único que le pedí a mi guapo amigo que no corrigiera.
En todo caso, háblame.
Jackson.
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Mis días con Jackson.
Short StoryMe abrazó, con su ser, como nadie jamás lo había hecho. Sabía que nunca le habían gustado los abrazos de despedida, yo, justamente sabía lo mucho que le molestaba. Me abrazó, como si nunca quisiera soltarme... Pero ya lo había hecho. Perfecto co...