Capitulo 5

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    Los espasmos en el cuerpo de Baekhyun se hicieron más violentos, hasta que se detuvieron. Levantó la mirada y vio el cuerpo muerto frente a él, esbozando una sonrisa cruel.

—Te lo merecías, ¡maldito imbécil! —Pateó el cuerpo fuera de la ventana y miró al chico que se había metido en su casa. Se puso en puntillas y le besó con mucha delicadeza la mejilla—. Gracias. —Le sonrió con emoción, y se sentó frente a la pantalla para continuar el juego que jamás empezó.

Chanyeol no se inmutó, estaba sorprendido, en sus miles de años jamás creyó encontrar a alguien como ese chico. Se sintió extraño y atraído. Lo observó durante un largo tiempo tratando de entender su actuar, sin llegarlo a lograr. Baekhyun gritaba cosas sin sentido a la pantalla muy concentrado, hasta que murió. Un gran GAME OVER en la pantalla apareció y Baekhyun palabras nada sanas para sí, murmuró.

— ¿Quieres jugar? —Preguntó sin apartar la vista del menú. Chanyeol respingó tomado por sorpresa, y asintió sentándose junto al chico que había considerado su presa— ¿Listo? ¡Ya!

Baekhyun empezó el juego y dos minutos después ambos gritaban a la pantalla en medio de una carrera que decidiría el campeón de la jugada. Al final ganó Chanyeol.

—Eres mejor que yo. —Comentó entre dientes Baekhyun, después de perder diez partidas seguidas.

— ¿No sientes remordimiento?—Dijo finalmente lo que había estado sosteniendo—. Digo, por aquel chico que ahora está muerto.

— ¡Deja de hablar en rima! —Exclamó de forma divertida—; y no. Pensaba hacerlo en un futuro —se levantó y estiró sus piernas—. Tu solo lo hiciste por mí antes.

El demonio lo miraba boquiabierto. El chico frente a él era diferente a todos los que había visitado antes, algo así como un sueño deslumbrante. Pero estaba en problemas, y lo sabía. A ese paso no conseguiría arrebatarle algo, llegó a pensar que ni siquiera conseguiría que acepte el trato a costa de engaños.

— ¿Por qué tienes esa cara? —Preguntó Baekhyun, inclinándose a su altura—. Ah —recordó la razón, por la que hacia él llegó— ¿Debo sacrificarme por el bien común?

Chanyeol soltó una carcajada con la que casi se atraganta. Le había parecido divertida la pregunta, y la fingida inocencia en aquel rostro lleno de ternura. Baekhyun no pudo contener su risa por mucho tiempo y terminó riéndose con exageración hasta caer al suelo.

Varias carcajadas agudas y graves hacían eco en la habitación.

Chanyeol se detuvo en seco y revolvió sus cabellos frustrado. El otro chico se percató de su situación y se acercó un poco más hasta alcanzar el rostro del alto, y regalarle una sonrisa llena de encanto.

—Una vez pensé... —Se detuvo pensativo—. Una vez pensé que alguien como yo iría al infierno por desear la muerte a otras personas. ¿Crees que iré allá?

Chanyeol no supo qué responder o hacer.

—No lo sé —dijo finalmente inmerso en sus pensamientos.

Baekhyun se incorporó y observó el lugar que lo rodeaba, cada rincón sin omitir ninguno. Incluso sus ojos pasaron por la ventana manchada hasta la foto que se tomó con sus amigos cuando fueron a la playa. La miró un buen rato, recordando el día en que la tomaron, uno de sus recuerdos más preciados. La observó unos segundos más y suspiró con ansiedad —la cual no sabía cuando apareció—.

—Acepto el Trato —dijo tranquilo, como si no le importara el hecho de que terminaría perdido en algún sitio desconocido.

—Eres extraño Byun Baekhyun —un rastro de alegría se asomaba en su profunda voz. Soltó una risita y se puso de pié con emoción—. Pídeme lo que quieras y yo te lo daré sin importar lo que sea.

Baekhyun frunció el ceño al escuchar la rima, y después esbozó una gran sonrisa.

—Quédate a jugar conmigo —pidió divertido—, hasta que te aburras y posiblemente me vuelva adicto a ellos —Chanyeol ladeó la cabeza confundido—. Pero lo haremos a mi manera.

Chanyeol a duras penas asimilaba aquellas palabras.
« ¿De todo lo que pudo pedir ese era su deseo?», era ridículo para él. No tendría que hacer mucho esfuerzo y entonces se sintió emocionado. Dejó de lado el hecho de que su sacrificio era extraño.

A decir verdad ya no le importaba. Incluso llegó un momento en que se había olvidado que había hecho un trato... A decir verdad, se estaba divirtiendo demasiado...

Las horas transcurrían sin que nadie lo notara, como las notas melancólicas de alguna antigua balada.

Chanyeol y Baekhyun corrían por las calles del vecindario tocando las puertas de las casas, y mostrándoles trucos a las personas que atendían sus llamadas.

— ¡Un truco muy peculiar te mostraremos, a cambio de muchos caramelos! —Dijeron al unísono con voces cantarinas cuando tres chicos aparecieron a su vista. Baekhyun esbozó una sonrisa torcida cuando vio que eran los mismos chicos que lo perseguían.

—Decidiste venir por tu cuenta —le dijo uno de ellos con fingida sorpresa y una mirada obscena—. Hay muchas cosas de ti que queremos ver~.

Baekhyun miró a Chanyeol y este chasqueó los dedos haciendo aparecer una gran llama que tomó la forma de tres muñecos idénticos a los chicos frente a ellos. Descendió su mirada al suelo buscando algo. Sus pequeños ojos se detuvieron en la esquina de la puerta donde había varios clavos y un martillo que parecía pesado. Cogió el clavo más grande que encontró y con furia los clavó en el pecho semi-desnudo de los muñecos.

Los tres chicos empezaron a reírse.

—No me refería a eso cuando dije que queríamos ver algo de...

Para su desgracia la frase se cortó por la mitad, puesto que ahora una gran vara atravesaba el pecho de los tres chicos, todos lineados como si fueran trozos de carne unidos por un gran palito.

—Opss!! —Exclamó Baekhyun entre risas, y después sintió sus labios siendo devorados a toda prisa. Chanyeol lo besó. Sin embargo, el beso solo duró unos segundos, ya que el castaño salió corriendo hacia la siguiente puerta ignorándolo con descaro pero sobre todo emocionado. Su risa hacía eco en las calles iluminadas con luces y calabazas de caras macabras. O al menos se esforzaban por aparentarlas.

Chanyeol se sentía extraño junto a ese chico, empezó a creer que era un contagioso castigo. Se rió de sí mismo y sintió algo golpear su rostro. Con sus manos apartó un papelito, con un pequeño mensaje escrito:

"Mira ~ nuestras plegarias fueron escuchadas. Después de todo si te quieren en el cielo jajaja... Att. Kai"

Chanyeol miró a su alrededor: muchas puertas abiertas, con partes de personas desparramadas por donde quiera que sus ojos vieran. Miró al otro lado donde Baekhyun lo esperaba emocionado, con una sonrisa juguetona en sus labios flotando. Se quedó pensando.

— ¡¿No tengo toda la noche, sabes?! —Le gritaba Baekhyun interrumpiendo sus pensamientos.

Chanyeol esbozó una sonrisa cínica y se apresuró a alcanzarlo, embobado por su encanto.

— ¡Un truco muy peculiar te mostraremos, a cambio de muchos caramelos! —Gritaron a la pareja que les abrió la puerta.

— ¿No son lindos? —Dijo la mujer a su esposo emocionada, él le asintió sin muchas ganas—Por supuesto.

Esta vez Chanyeol hizo algo diferente. Baekhyun tomó la mano de la mujer e hizo que abrace a su esposo. La pareja se sonrojó y los miraron como preguntándoles qué harían. Baekhyun empujó sus cabezas hasta que se dieron un beso inconscientemente y no pudieron parar, la pareja se besaba sin poderse controlar. Baekhyun y Chanyeol esbozaron una sonrisa torcida, y a medida que ésta se hacía más grande, la pareja se abrazaba con una fuerza indeseable. Se les estaba acabando el aire, y se podía ver claramente en los rostros pálidos que expresaban un dolor innegable. La mujer empezó a gritar entre el beso cuando la fuerza con que su esposo la abrazaba se volvió sobrehumana. Los ojos de la pareja miraban a los dos chicos suplicantes, pidiéndoles que paren.

— ¡Bu! —Gritaron los dos chicos al unísono y la pareja se derrumbó con un indescriptible sonido. Murieron. Baekhyun los miraba divertido mientras pensaba en un truco distinto. Chanyeol tenía sus ojos puestos sobre él, pensando en la nota que amablemente le envió Kai, dudando varios minutos en qué hacer.

La luna tenía un brillo poco usual, esa noche sería diferente de las demás.
« ¿Y ahora seré un ángel?», pensó, riéndose de sí mismo al igual que antes.

— ¿Quieres ver un truco diferente? —Preguntó—. Cierra los ojos y cuenta hasta tres en tu mente.

Baekhyun lo miró confundido y asintió con la cabeza ansioso, aunque no tenía ni la menor idea, de lo que pasaría al terminar la cuenta.

«Uno», sintió una corriente de aire en su cuerpo.
«Dos», sintió una leve sacudida y sus pies descalzos pisar el césped.
«Tres», abrió los ojos encontrándose tumbado sobre el césped desnudo, con un Chanyeol sonriente encima suyo.


Demons- ChanBaek ( Baekhyun & Chanyeol) LEMONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora