El chico de los ojos tristes [Kaisoo]

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El muchacho de los ojos tristes 

ha encontrado al fin una razón 

para hacer que su mirada ría

con mis besos y mi gran amor

— ¿Y si mejor nos regresamos?

— Ya casi llegamos.

— No creo que esto sea una buena idea.

— ¿Cuándo mis ideas son malas?

Jongin evitó responder, pues se tardaría toda la noche en contestar esa pregunta.

Después de los acontecimientos no supo cómo reaccionar, así que hizo lo que le pareció más sensato: Llamar a Somi.

Si bien la chica se enfadó porque Jongin balbuceaba y no podía decir que le había pasado, supo que era algo serio cuando le pidió verla en ese instante. Así que dejo a Evgenia cuidando a su hermana y una nota diciendo "Me fugué con Jongin" a sus padres.

Jongin le contó la historia entre tartamudeos y miedo de que su amiga lo tomara a loco. A pesar de que al principio se mostró un tanto escéptica, le creyó y el chico agradeció eso. Somi tomó el control de la situación, pues llamó a la casa de Jongin y explicó que el chico la iba a ayudar con algo, pero que no iban a tardar demasiado.

Ahora ambos iban caminando hacía la dirección que, difícilmente, consiguió explicar el moreno. Hacía un frío horrible, logrando que Somi y Jongin sean las únicas personas que se veían en las calles abandonadas cuando solo faltaba poco para las once de la noche. Mientras que el moreno se arrepentía de ir, la chica iba un tanto emocionada.

— Es aquí — dijo su amiga cuando se detuvieron en una casa blanca de dos pisos.

— ¿Estás segura?

— Mi tía vive a dos cuadras de aquí Jonginnie, confía en mí.

La casa tenía un jardín al frente, con algunas flores por aquí y por allá. Jongin casi pudo imaginar a Kyungsoo plantando y cuidando cada una de ellas. Sonrió, pero el gesto desapareció al mirar bien la construcción.

Si tuviera las luces encendidas, seguramente parecería cálida y acogedora, pero como no era así, lucía fría y deshabitada dándole un toque un tanto tétrico.

Somi empezó a avanzar hacia la puerta y, con un poco de miedo, Jongin la siguió.

Ambos se miraron y asintieron dándose ánimos el uno al otro. Somi alzó la mano para tocar, pero en cuanto su mano rozó la puerta de madera, ésta se abrió mostrando una oscuridad total. Jongin saltó en su lugar y la chica abrió los ojos.

— Joder, estaba abierta.

— Somi, creo que deberíamos regresar...

— Pamplinas ¿Kyungsoo-sshi? — Dijo la chica asomándose dentro de la casa — ¿Hola?

El moreno estaba a punto de jalar a su amiga dispuesto a darle una charla sobre la privacidad cuando oyeron un ruido dentro de la casa. Ambos saltaron asustados y Jongin se juró a si mismo que, por mucho que le gustara Kyungsoo, iba a ser la última vez que lo visitaba.

— ¿Hola? Somos amigos de Kyungsoo sunbae, vamos a entrar.

— ¿A qué te refieres con que...

Somi jaló a Jongin y ambos se adentraron en la casa. La oscuridad estaba por todos lados impidiendo ver claramente más que unos muebles y escaleras. Había un olor extraño que hizo que ambos arrugaran la nariz aumentando el arrepentimiento del moreno por haber seguido a su amiga en esto.