Prólogo

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« Que aburrido, estar 2 horas seguidas escuchando al pesado del profesor de literatura es de lo mas tedioso que puede pasarme en el día  » pensaba Matías mientras miraba fijamente al frente del salón.
«  Nunca tuve dificultad para entender estos temas, aunque en mi opinión son conocimientos bastante inútiles , la mayoría de las cosas importantes que aprendí en mi vida no las saque del colegio.» 
Antes que estar escuchando a este tipo preferiría estar afuera practicando parkour con mis amigos, no hay mejor forma de pasar la tarde que trazar con mi grupo, aveces me pongo a pensar y no puedo creer que ya hace dos años me dedico a esto profesionalmente »
Estos son básicamente los pensamientos que tiene Matías durante el colegio, un chico bastante inteligente aunque desinteresado en las clases escolares , un joven de 18 años que, bajo las circunstancias correctas, puede mostrar una valentía que ni siquiera gente mucho mayor que el posee y que sin dudas, es digna de admiración.
-¿Otra vez estas soñando despierto Matías? - se escucho en un tono sarcástico -
La burbuja de pensamientos mezclados de Matías explotó y dirigió su mirada hacia donde provenía esa voz. Era juan, el mejor amigo de Matías desde los 2 años, un chico de 19 algo molesto y bromistas, pero muy fiel a sus amigos, compañero de Matías en el parkour desde hace mucho, a pesar de ser un chico bueno, era de pelearse por cualquier cosa, al momento en el que algo no le gustaba, era capaz de resolver el conflicto a los golpes.
-Ja, creo que es mejor perderse en los pensamientos antes que estar escuchando un tema tan simple como este, creo que mi mente es mucho mas interesante que esto.- Dijo Matías con un tono burlón.-
-Huy! disculpe! me había olvidado que para vos el colegio no sirve de nada.- Dijo juan mientras dejaba ver una pequeña sonrisa.- Pero ya enserio, uno de estos días te van a tomar un examen y no vas a saber que responder.-
-Juan, es nuestro ultimo año de clases, y sabes muy bien que estos temas me resultan muy fáciles, encima que es sabido que este es el año mas fácil para cursar.- dijo Matías mientras reía en un tono bajo.-
de pronto, se escucha como una silla arrastra sus 4 patas sobre el piso, dejando salir un horrible chirrido que aturdía a quien lo escuchara.
Matias y Juan se taparon los oídos al momento de escuchar ese ruido infernal, el sonido provenía de la parte de trasera del salón, era Valentina, La mejor amiga de Matías, y su amor secreto, una chica de 18 muy tímida , sensible, muy pacifista y amigable, le gusta mucho acompañar a Matias y a juan cuando se ponen a entrenar en la calle.
-Chicos! chicos!, se enteraron que tal vez la profesora de Educación física no venga hoy?! - Dijo valentina mientras saltaba de manera exaltada.-
-Shhhh! valen, sé que los deportes y vos no van de la mano, pero estamos en medio de una clase y no podes ponerte a hacer ruido! - Dijo juan algo molesto.
-Bueno, perdón, pero es un milagro que esa profesora falte, siempre viene y nos obliga a correr diez minutos seguidos, mis piernas no aguantan tanto.-
-No tenes remedio.- dijo Matias mientras reía.
de repente, una voz resuena y calla a las otras del salón.
-Aviso importante, se requiere su total atención, repito, aviso importante, se requiere su total atención.- se escucho desde el altavoz que se encontraba en el techo del aula.-
el ambiente se quedo totalmente inmóvil y en silencio, lo único que se escuchaba era el soplido del viento que atravesaba las ventanas entre abiertas del salón.
Después de un par de segundos, la voz del director salió del parlante, inundando los oídos de las personas en el aula.
-Jóvenes estudiantes, el portero del colegio ha sufrido de un ataque y no poseemos conocimientos de quienes o cuantas personas estuvieron detrás de esto, se les ruega mantener la calma y no salir de sus salones de clases bajo ninguna circunstancia, dentro de lo posible intenten bloquear las puertas y permanecer en silencio hasta que las autoridades lleguen al establecimiento, muchas gracias por su atención-. y la voz dejo de resonar en el salón.
Matías miraba hacia todos lados, viendo la expresión de terror y confusión de sus compañeros y maestro, mientras el mismo sentía como el estomago se le estrujaba hasta el punto de sentir dolor.
-Chicos, ¡Que opinan de esto?-. dijo Matías con una voz temblorosa.
-No lo sé... tal vez algún vago vino a pedir algo, el portero se lo negó y este lo ataco, anda a saber todas las posibilidades de las cosas que pudieron pasar-. Dijo juan mientras volteaba la mirada hacia la ventana.
-Tengo miedo, ¿y si intentan lastimarnos?, ¿y si la policía no llega a tiempo?-. decía valentina mientras se abrazaba a si misma temblando.
De pronto, gritos y llantos empezaron a escucharse desde el piso de abajo, gritos muy fuertes y desgarradores, golpes que se escuchaban tan fuerte que resonaban en todos los pasillos del instituto. El profesor, de manera repentina, se levanto de su asiento.


-Chicos, lamento esto, ustedes son jóvenes, pero debo pensar en mí antes que en ustedes, les deseo suerte-. Dijo y al instante abrió la puerta y salió corriendo.
"cobarde!, miedoso!, maldito miserable!" eran las palabras con las que todos los chicos empezaron a describir al profesor.
-Chicos, no sé que esta pasando abajo, pero así como les paso a ellos, nos puede pasar a nosotros si nos quedamos acá, tenemos que tratar de salir lo mas rápido posible-. Dijo matías mientras miraba a sus dos compañeros.
los dos chicos, aunque asustados, sabían que tenía razón, era preferible arriesgarse a salir que quedarse esperando a que lo peor pasara.
los tres compañeros se asomaron a la puerta del aula, solo para ver un largo pasillo vació y bastante tenebroso, también notaron que los gritos y golpes habían cesado. Comenzaron a caminar por el corredor, tratando de hacer el menor ruido posible.
-Juan, podés asomarte por las escaleras para ver  si hay alguien?-. dijo Valentina.
Juan asintió sin quejarse, cosa rara viniendo de el.
-Ehh... chicos, todo esta completamente a obscuras, no se ve nada.- Dijo juan.
-Esto va de mal en peor, bueno, usemos las linternas de los celulares y movámonos lo mas rápido posible-. Dijo matÍas mientras sacaba su celular.
Todos comenzaron a bajar las escaleras y a caminar por los pasillos largos y obscuros del colegio, que parecían interminables. De un momento a otro, un olor pútrido y repugnante invadió el ambiente.
-Dios! que olor mas asqueroso!-. Dijo juan mientras casi vomitaba.
-No lo sé, solo tápense la nariz y sigan caminando.
No habían logrado hacer ni diez pasos cuando Matías piso algo liquido y espeso, al alumbrar con la linterna, vieron que era un gran charco de sangre, del cual se desprendía un camino que llevaba a la vuelta de la esquina del pasillo.
-Ay dios,eso es....-. Dijo valentina que, sin terminar la oración, se echo a vomitar.
-Algo muy malo esta pasando aquí, nunca vi tanta sangre junta, no es como en las películas, esto es aterrador.- Dijo matías mientras se apoyaba sobre sus rodillas.
Luego de recobrar el aliento, los amigos se decidieron a seguir el camino de sangre que se extendía por el pasillo. Lentamente, se iban acercando al final del corredor, el olor cada vez se hacía más fuerte, al dar la vuelta en la esquina, lo que vieron, era algo que no podrían olvidar nunca en sus vidas, ahí, tendido en el piso boca arriba, su profesor de literatura, completamente destrozado, sus órganos completamente destruidos, las tripas manchaban el suelo y las paredes.
-No puede ser... no puede ser... no puede ser...-. Repetía Matias una y otra vez mientras se agarraba la cabeza.
los chicos comenzaron a hacerse para atrás, sin poder apartar la vista del cuerpo sin vida de su profesor, cuando sin previo aviso... un gruñido infernal se escucho desde la obscuridad del pasillo que se encontraba justo a sus espaldas.


Los olvidadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora