Capitulo 3

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Shaka había pedido audiencia con el Gran Maestro para el medio día, no deseando perturbarle antes ya que en realidad no era importante lo que quería consultarle.

Apenas eran las 9 de la mañana y sintió una gran concentración de personas en el coliseo. No era día de entrenamiento de los dorados, por lo que la curiosidad pudo más y fue a ver. No llevo su armadura para poder mezclarse mejor entre la gente. Lo que vio no le sorprendió. La mayoría de los que estaban viendo el entrenamiento eran guardias y aspirantes a caballeros sentados en las gradas y los más osados, ahí mismo en la arena, rodeando dos figuras femeninas que peleaban.

Decidió acercarse lo más que pudiera sin ser notado.

- Te comportas cobardemente – dijo Shaina en posición de ataque a su contrincante después de atacarla con todo. La pelirroja que peleaba con ella solo esquivaba los golpes

- Shaina, esto es solo un entrenamiento – Contestó Marín de Águila en la misma posición que su compañera

- No me hagas reír! Únicamente me interesan las peleas de verdad – señaló Shaina en un tono nada amistoso – Nada de estúpidos entrenamientos! Ya te he perdonado la vida lo suficiente. Adiós!

Shaka vio como Shaina lanzó su técnica del ataque de la cobra hacia la pelirroja con gran rencor, ira e incluso hasta odio. Marín de Águila no tuvo la suerte de ser tan rápida o posiblemente no quiso defenderse, pues después de volar por los aires, cayo boca abajo a los pies de los guardias que veían satisfecha su sed de sangre.

Escuchó como algunos de los guardias más antiguos, que estaban de lado de la pelirroja, criticaban la forma en la que el gran maestro había dado libertad para elegir a sus guardias dándole la oportunidad a ladrones y asesinos refiriéndose a aquellos que estaban de parte de Shaina. Estaba a punto de lanzar una de sus técnicas contra quien se atrevió a decirlo, cuando vio que la valiente portadora de la armadura del Águila se levantaba sangrando para volver a pelear. Desgraciadamente la furia que traía Shaina, hacía que su velocidad y fuerza se incrementara y Marín no pudiera hacer nada más que levantarse cada vez más lastimada. Incluso los guardias ayudaban a levantarla para animarla a seguir y que Shaina siguiera golpeándola. Esa era una masacre a los ojos de Shaka.

No sabía si debía intervenir o no, cuando una voz muy familiar para el hizo que todo el coliseo guardara silencio al decir:

- Ya está bien! – dijo Aioria de Leo parando la pelea

- Ahora te da por defender a los cobardes? – le gritó Shaina aventándole a una maltrecha Marín que ni siquiera podía hablar.

- Cállate! – Contesto Aioria enojado – Sabes bien que Marín es tan valiente y fuerte como tú! Lo que te molesta de ella es la humillación que sufriste porque su alumno Seiya le ganó la armadura de Pegaso a tu protegido Cassius.

- Tienes la lengua muy afilada – espetó Shaina impotente. Sabía que no podía medirse con un caballero dorado así que se dirigió a sus guardias – Vámonos! Aquí ya no me dejaran divertirme.

Todos los guardias vestidos de Morado, que Shaka reconoció como pertenecientes a la Guardia Imperial la siguieron, burlándose en el camino de una Marín Herida. La multitud de otros guardias y aspirantes, sin nada más que hacer, también fueron regresando a sus labores poco a poco.

- Estas bien Marín? – Dijo Aioria preocupado

- Sabes que te meterás en problemas con el Gran Maestro por esto – dijo Marín – Él tiene especial preferencia por Shaina.

- Que el diablo se lleve al Gran Maestro y a todos sus secuaces! – Maldijo Aioria en voz alta – Ven, Vamos a curarte. – dijo ayudándola a caminar.

EL SECRETO DE BUDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora