Lágrimas de olvido

38 1 0
                                    

No podía creerlo, al fin sabría todo, después de tanto tiempo, por fin tendría las respuestas de cada una de las preguntas que estuvieron rompiéndome la cabeza en el transcurso de estos tres meses. Harry de verdad era vulnerable hacia mí. Eso era una ventaja. Pero había un pequeño problema, él estaba logrando hacerme vulnerable a él. Hasta hace unos minutos lo único que quería era regresar a mí hogar y volver a ver a liam. Pero ahora eso había cambiado, por alguna razón, eso no era lo que más anhelaba, Ahora, solo quería detener mi curiosidad, en pocas palabras, estaba desesperada por saberlo todo.

Harry Styles, me tuvo encerrada en una habitación por tres meses, alejada de todo lo que amaba, haciéndome sufrir cada día, pero por alguna razón, esa atracción que sentía por él se volvía más grande cada segundo. Me estaba enamorando de mi secuestrador, esto no podía ser, me parecía insólito, no podía creer que él había logrado sacar a Liam de mi cabeza con solo mirarme, soy una idiota por estar haciéndole esto a Liam, él no lo merece, ¿y si algún día regreso a casa? ¿Cómo le explicaría que me había enamorado de un criminal y ya no lo amaba más a el?, pero no, no era cierto, lo seguía amando, pero Harry estaba cambiando eso, y de alguna forma debía detenerlo, no sé cómo, aunque ya se haya robado mi corazón (además de robarme a mi) lo tomaría de vuelta, estaba cien por ciento segura de que no podría, pero al menos lo intentaría. Y comenzaría siendo indiferente con él, a ver si logro que el también lo sea conmigo y no trate de seducirme más, podría funcionar. Lo analice por unos minutos, de qué carajo estaba hablando. Iba a ser imposible resistirme a Harry, eso ya lo sabía, lo tenía más que claro.

Estaba muy desesperada, porque no habían pasado más de dos horas desde que Harry se fue, y ya quería que me dijera todo. Esto era una tortura. Poco a poco perdía las esperanzas de volver a casa, así que un loco pensamiento se me vino a la mente, éramos Harry y yo, enamorados, escondiéndonos y escapando juntos, pretendiendo que nadie volviera a vernos otra vez. Pero era una locura, aunque por un momento llegue a pensar que era por eso que yo estaba aquí, tal vez eso era lo que quería Harry, vivir conmigo eternamente, escapando, teniendo una vida nómada. Pero era una ridiculez... ¿lo era? No, en realidad no.

Después de una hora torturándome con mis propios pensamientos, al fin escuche una puerta abrirse, mi corazón se aceleró, porque el momento ya había llegado, sabría todo, y eso fue lo que logro sacarme una sonrisa. Voltee, y ahí estaba Harry, mirándome fijamente, tal cual como un crítico miraría a un cuadro de arte, se fijaba en cada detalle de mi cuerpo. Por un momento deje mi orgullo atrás, y decidí no insultarlo por mirarme, debía estar loca o era que este chico me gustaba demasiado. Sin haberme dado cuenta de que seguía sonriendo, me limite a decir:

Yo: hola -esta vez trate de no sonar tan seca-.

Harry: estas sonriendo...¿y eso a que se debe? -vi detalladamente como se le dibujaba una hermosa sonrisa seductora en su rostro al decir eso. ¿Hermosa? Bueno, no estaba acostumbrada a usar esa palabra desde hace tiempo-.

Yo: yo no estaba sonriendo -mentí y me causaba gracia por dentro-.

Harry: oh sí que estabas -dijo el riendo, que hermosa risa, hermosa...de nuevo. Esa risa era reconfortante-.

Yo: no sé de qué hablas -ya no podía aguantar la risa internamente, así que decidí voltear para que Harry no viera que estaba a punto de reírme-.

Harry: te vi -dijo yendo rápidamente hacia la cama y sentándose a mi frente

Yo: -trate de poner cara seria pero las ganas de reír me vencieron, y rompí en carcajadas, y lo mejor de todo fue que Harry lo hizo conmigo también. Reír, ya había olvidado como se sentía-.

Harry: que risa tan hermosa -dijo mirándome a los ojos. Trate de evitarlos pero era casi imposible-

Yo: es mejor que no te encariñes -dije fría, en realidad solo quería mirarlo y decirle gracias, pero eso podría hacerle ver que yo era débil o fácil-.

Harry: bueno, prometí que te contaría todo -dijo casi intentando hacerse el que no escucho lo que dije- así que, dime que quieres saber...

Lágrimas de olvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora