Poema #1

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Deje pasar mis años
en tus dulces labios,
en el laberinto de tus ojos
y en el frío de tus manos.

Tu amor me salvó
de la terrible soledad
que mi alma invadió
y calmo mi tempestad.

Sin saber cómo pasó
Usted, señor, me enamoró.
La razón nunca importó,
sólo la llama que mi corazón incendió.

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