Capítulo 5

101 8 7
                                    

(Rosa)

Me he despertado y he visto a Rori dulcemente durmiendo con el conejito encima así que me eh ido a dar un paseo.

Iba tarareando una canción cuando de repente me encontraba en un callejón, me iba a dar la vuelta hasta que escuche un ruido detrás de un contenedor, por inercia fui hasta allí. Estaba a unos centímetros del contenedor hasta que sale un gato negro con ojos rojos y una mota con forma de calavera. No me gustan mucho los gatos pero este tenía algo que me atraía hacia él. Lo iba a coger hasta que el gato salto y me pego un zarpazo en la cara, yo salí corriendo hacia casa.

(Rori)

Me he despertado con el conejito en brazos y me he girado a ver si seguía Rosa despierta, al ver que no estaba me he ido a buscarla a la cocina ya que Rosa siempre está comiendo. Fui a la cocina aun medio dormida y me sorprendí que no hubiera nadie así que me empecé a preocupar.

- Ya se la llamare - Dije para ver donde estaba.

Cogí el móvil y el llame pero no lo cogió.

De repente veo que se habré la puerta de golpe, y voy a ver quién es. Cuando llego me encuentro con Rosa tapándose la cara con las manos y goteando sangre.

- Rosa!! - Grite.- Tía ven a ayudarme por favor.

La tía de Rori llega corriendo y ve la situación, cogió a Rosa de la mano y se la lleva al cuarto de baño a limpiarle las heridas. Mientras Rosa les contaba lo que había sucedido.

- Era un gato negro normal o eso creí hasta que vi sus ojos rojos y con una mota en forma de calavera.- Dijo Rosa a lo que yo me asuste ya que acaba de soñar con algo parecido.

- Venga Rosa tu ahora relájate y descansa Rori y yo te prepararemos un bizcocho. - Dijo mi tía para tranquilizarla ya que estaba temblando por el susto.

Después de hacer el bizcocho mi tía se fue a comprar y yo me quede con Rosa viendo una película.

Cuando la película termino le dije a Rosa que quería ver a ese gato. Rosa se asustó ero luego dijo que vale ya que la arañara era normal.

Estábamos en el callejón y escuchamos un ruido detrás del contenedor como lo había escuchado Rosa, me estaba acercando cuando de repente salta el gato hacia mí pero no me araño. Yo me lo lleve a casa pero Rosa no estaba de acuerdo con migo ya que le parecía estaño que a ella le arañara y a mí me ronroneara.

Cuando estábamos en casa el conejo se me acerco como si hubiera olido al gato. El gato se bajó de mi regazo y se puso a caminar al rededor del conejito. Yo los mire extrañada ya que parecía que estuvieran conversando.

Rosa y yo no le hicimos mucho caso y fuimos a ver a mi tía para ver si el gato se podía quedar y ella dijo que si pero que ningún animal mas ya que con un conejo y un gato bastaba.

- Rori no crees que es raro como tienen los ojos el gato y el conejo.

- Si, pero bueno eso les hace especiales y no sé por qué pero noto como si tuviera una relación con ellos.

Rosa y yo nos quedamos mirándolos hasta que ellos se dieron cuenta y saltaron hacia mí haciendo que yo me cayera al sofá. Rosa se empezó a reír e hizo que yo también me riera.

- Oye Rosa porque no vamos mañana a ver el nuevo instituto.

- Vale pero ven vamos a jugar a la playa.

- Ok, pero no creas que he voy a dejar ganar.

-JA, tu a mi ganarme, ni en sueños.

-Que no ya veremos.

Rosa y yo empezamos a jugar y adivina quién gano pos yo, como no, no sé cómo lo dudáis. Tengo que dejar de pasar tiempo con Rosa...

La Hija Del DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora