Capítulo 6

117 5 3
                                    


Al día siguiente desperté a Rosa y nos vestimos. Yo cogí un vestido rojo y Rosa cogió una blusa blanca, unos vaqueros y sus deportivas.
Desayunamos unos cereales y nos fuimos a ver el instituto como planeamos ayer.
Íbamos de camino cuando de repente empiezo a marearme y a verlo todo rojo, intentaba mantenerme en pie hasta que veo a una chica que no pasa más de los catorce años, pero era diferente era como si la conociera, me hacer que y ella me hablo.

-Hola

-¿Quién eres?

-Soy Ana, tu hermana.

-¿Hermana? Yo no tengo ninguna hermana.

-La tienes y soy yo.

-¿Porque estás aquí?

-Quiero que veas una cosa.

Me agarro de la mano y dejamos de estar en la calle, estábamos en casa con mama, pero no estábamos solas había un hombre como el que vi en casa de Rosa, estaban hablando pero no sabía de qué. De repente me encontraba sentada en un banco al lado de Rosa.

-¿Rori, que ha pasado?

-Tranquila ha sido un mareo.

Me levante y me fui hacia el instituto como se supone que iba a hacer, Rosa me seguía por detrás.
Al llegar al instituto me encontré con dos chicos altos uno rubio con ojos azules y el otro con el pelo negro y con ojos oscuros.
Me hacer que a ellos.

-Hola soy nueva y no sé dónde está secretaria, ¿me podrían guiar?-Dije ya que quería mirar mi horario y la clase.

-Lo siento no sé dónde está nosotros también somos nuevos.-Dijo el rubio.

-Valla, pues si queréis la buscamos juntos.

-Está bien. -Dijo el rubio. - por cierto me llamo Erick y él es Adam.

-Hola. -Dijo seco el pelinegro.

-Hola, bueno yo soy Rori y esta de aquí. -Dije atrayendo a Rosa hacia mi.- es Rosa

-Vale nos ponemos en marcha ya, ¿o qué?-Dijo Adam lo que hizo que me molestara.

Nos pusimos en marcha y la verdad pensaba que tardaríamos mucho en encontrarla pero no.
Lo bueno es que nos tocó a todos juntos, lo malo es que no sabíamos dónde quedaban las aulas.

-Bueno Rosa vamos a casa que se hace tarde y mis tíos se preocuparan. -Dije ya que eran las doce de la mañana.

-Vale, entonces adiós. -Dijo a los chicos.

-Eh...Si claro nosotros también tenemos que irnos adiós. -Dijo Erick mientras cogía a Adam del brazo para luego irse rápidamente.

-Qué extraño... Pero bueno vamos Rosa.
Rosa y yo nos fuimos a casa.
Cuando llegamos me encontré al gato y el conejo tumbados en el sofá pero notaba algo extraño en ellos, ¿estaban cansados?
Cuando estaba observando los mí tía me llamo.
-Ya voy.

Rosa y yo ayudamos a preparar la comida y poner la mesa.
Después de comer me fui al patio para jugar al baloncesto, mientras Rosa subió a mi habitación para ver la ropa que tengo y buscarse alguna excusa para ir de compras.
Estaba jugando cuando de repente vuelvo a verlo todo rojo y a volver a esa habitación con la niña.

-Hola hermanita

-Eh.... ¿Hola? -Dije algo extrañada-¿puedo preguntarte una cosa?

-Claro.

-Porque si eres mi hermana no he sabido de ti.

-Digamos que no tenemos la misma madre.

-Amm...

Me acerque a ella.

-Que es lo que me quieres enseñar.

-Esto.
De repente en la mesa apareció una caja igual a la que cogí de debajo de la cama.

-Tienes que abrirla, tienes que saber la verdad, no tengo tiempo me descubrirá, adiós.
Me desperté en mi habitación, tenía al gato y el conejo al lado mío y a Rosa sentada a un costado de la cama. Le conté a Rosa lo que sucedió y me quede dormida, no sé porque pero me sentía muy cansada.

La Hija Del DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora