Capitulo 1

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♠ 1 ♣

" Camino cerca del río una tarde como cualquier otra, hay gente al rededor, parejas que pasean por el parque, familias merendando, niños jugando, jóvenes hablando, cuando recibo esa llamada que me cambiará la vida, que nublará mi tarde y romperá mi alma.

La persona que más quiero, me habla, me suplica y me grita por ayuda, pero nada puedo hace, solo oír como en su ultimo esfuerzo sigue llorando pidiendo perdón, asta que no se oye mas nada. Lloro, pataleo y grito su nombre en medio del parque, la gente de mi alrededor me mira con preocupación, pero los ignoro, no me importa, ya no me importa nada, he perdido a mi hermana, mi pequeña hermana. "

Me despierto cubierta de sudor, miro a mi alrededor y suelto un suspiro al reconocer mi habitación. Otra vez he soñado con ese día, después de casi un año sigue persiguiendo me la culpa por no a ver estado a su lado. Decido darme una ducha después de comprobar la hora en mi móvil, son las cinco de la mañana, demasiado pronto para ir a trabajar, pero se de sobra que no voy a poder dormir de nuevo.

Salgo de la ducha y miro la hora, 5:27, me seco con la toalla que llevo envuelta al cuerpo, me pongo mi ya acostumbrada ropa interior negra y buscó en el armario unos vaqueros oscuros no muy justos al cuerpo y una camisa de vestir negra, con unas bailarinas del mismo color. Una vez vestida, seco mi pelo castaño y lo aliso dejándolo suelto. Me miro al espejo. Y todo parece estar en su lugar, así que salgo directa a la cocina y me dispongo a coger una manzana roja del frutero, sí, ese será mi desayuno.

Miro de nuevo la hora, 6:42, vaya! Si que vuela el tiempo!, salgo de mi casa de dos plantas cerrando con llave y sin perder el tiempo subo a mi coche para luego encenderlo y dirigirme a mi trabajo con prisa, pues tengo que llegar antes que mi jefe para hacer los últimos apuntes de los documentos que me entregó ayer en la tarde.

Dejo el coche en el aparcamiento y subo al ascensor seleccionando la planta de recepción, en cuanto se abren las puertas me encuentro con Thomas , él es el encargado masculino de recepción y un muy buen amigo mio, me extiende una carpeta amarilla que cojo a toda prisa, voy retrasada por culpa del trafico matutino así que no me paro a hablar con él, solo le planto un beso en la mejilla y me dirijo hacía el otro ascensor para empleados situado al lado extremo de el ascensor del aparcamiento que acabo de usar, están a punto de cerrarse las puertas cuando oigo a mi amigo gritar mi nombre y interponiendo sus manos entre las puertas para evitar que estas se cierren.

- Thomas tengo prisa de verdad, ¿que necesitas?-, le pregunto realmente apurada, como no termine los informes mi jefe me mata seguro.

- Tranquila el señor O' coneer aun no llega, toma -, miro la radiante sonrisa de mi amigo sin entender nada, asta que me doy cuenta de que en sus manos extendidas hacia mi sostiene un baso grande con el logotipo de mi cafetería preferida que se encuentra a pocas manzanas de aquí.

- ¿ Y esto Tom? -, puede parecer una pregunta tonta, pero no lo es, conozco a Tom, y invitarme a un baso grande de mi bebida favorita de mi cafetería favorita no es algo que acostumbre a hacer, algo trama el loco este.

- ¿ Que ?, es chocolate con menta, como a ti te gusta, apuesto mi lindo trasero a que solo has desayunado una manzana -, lo miro con los ojos mas abiertos de lo normal, me sorprende lo bien que me conoce.

- Pues gracias por tu generosidad pero se que lo haces con algún propósito, así que desde ahora te digo que no vas a conseguir nada a cambio, y suelta ya la puerta que llego tarde-, Thomas solo suelta las puertas con una sonrisa mal disimulada mientras agita su mano en función de despedida, antes de que se cierren las puertas en su totalidad puedo oír como no aguanta mas y rompe a reír con una estruendosa carcajada.

Ante mis ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora