Los rayos del sol entraban por la ventana y llenaban el cuarto de luz cálida, unos brazos bronceados me rodeaban y una mano jugaba con mi cabello.
-¿Ya despertaste cariño?- pregunto Catriel y podía oir la sonrisa en su voz, había pasado la noche con él y había sido un gran error. Los destellos de mis recuerdos tomaron nitidez en mente. Mierda. ¿Qué había hecho?
-Ah...si- mi voz salió ronca y apenas como un susurro, Catriel enterro su cara en mi cuello y comenzó a besarlo.
-Me alegra que lo hayas hecho- dijo entre besos, cada punto donde me tocaba mi piel se sentía caliente, con vida propia.
-¿No es tarde?- pregunte al recordar que teníamos que ir a desayunar y luego ir a la clase de Nadir, quería despedirme de Mila y también de Miss Inna. Solo me quedaban dos días.
-Depende- respondio despreocupado mientras dibujaba la silueta de mi cintura y caderas con su mano, era una distracción insoportable, tenia que salir de ahí.
Voltee a un tocador que tenía al lado de su cama y vi el reloj, eran las 8:45 am. El desayuno era a las 8:30 y Nina... ¡Nina! Siempre la veía antes de entrar al comedor, seguro estaría preocupada e iria a buscarme a mi habitación donde no encontraría nada.. porque yo había pasado la noche con Catriel ¡¿ Qué rayos estaba mal conmigo ?!
Rapidamente me puse de pie y comencé a recoger mi ropa, me puse la ropa interior rápidamente y después el pantalón, en cuanto tuve el top encima me dispuse a salir corriendo de la habitación pero una mano me detuvo.
-Hey, espera ¿Qué pasa?- Catriel me miraba con ojos preocupados y asustados- ¿Te arrepientes de lo que paso ayer?- desvie la mirada- Eleni- tomo mi mentón y me hizo verlo- ¿Te arrepientes?- sus ojos estaban cubiertos de una capa gruesa de seriedad al igual que su voz que de repente se volvió profunda y amenazante. Un escalofrió recorrio mi espalda.
-Catriel...- mi voz era apenas un susurro- Yo... Lo siento- la ira se hizo evidente en su mirada y la aparto, su mano dejo mi piel y una extraña sensación me abordo, mi piel rogaba por el calido contacto de la suya y mi corazón sentía al suyo extrañamente lejos- Lo que dije ayer era verdad pero.. me ire en dos días y...
-Basta- me corto, se alejo de mi dando pasos para atrás y luego me dio la espalda- no digas nada solo... vete
El dolor que reflejaron sus facciones momentos antes, la tristeza y la ira que vi en sus ojos; esa imagen jamas la olvidaría. Lo había lastimado. Era exactamente lo que no quería. Sin saber que decir o hacer para arreglarlo opte por salir de su habitación y corri a la mia, sentía las lagrimas correr por mis ojos pero las ignore.
Una vez en mi habitación me cambie de ropa y me duche a gran velocidad para luego salir corriendo al comedor donde Nina estaba sentada removiendo sus vegetales.
-Perdón- me disculpe- se me hizo tarde
-Ya lo creo-dijo secamente
-Nina... necesito contarte algo-dije con mi cabeza dando vueltas entre todo lo que había pasado ayer
-¿Qué me vas a decir? ¿Qué ayer desapareciste todo el dia después de nos dieran la misión? ¿Qué cuando fui a buscar a mi mejor amiga para hablar ella no estaba? ¿Qué me dejo plantada en el desayuno? O ¿Qué cuando fui a buscarla a su cuarto no estaba? Dime Eleni ¿Qué tienes que contarme?- su voz sonaba tan herida que cuando volteo a verme no soporte mantenerle la mirada... la había lastimado también.
Bien Eleni dos en un dia y no llevas ni dos horas despierta ¿Quién sigue?
-Ayer, salí a correr porque me sentía mal; muchos recuerdos vinieron a mi Kiranina y no podía con ellos. Deje que mi cuerpo se los llevara mientras corria fuera del complejo. Perdoname, fue algo egoísta se que también fue mucho para ti..- admiti- pero la misión.. Estados Unidos y matar al padre de alguien, me trajo recuerdos que no quería revivir y yo solo- las lagrimas me abordaron nuevamente y mi voz se perdió en un gemido.

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Balas perdidas
Teen FictionEleni. Karenina. Dos espías. Ambas han entrenado toda su vida para salir en una misión. Juntas desde niñas. Blanco y negro. Fuego y agua. Dos lados de una misma moneda. Unidos para matar.