I Like It ||Yoonmin||

6.- Jiminnie

--"Ha pasado un tiempo desde que YoonGi habló conmigo. No podía verle a los ojos sin sentir que los colores se me subían al rostro y que mi cuello empezaba a sudar descontroladamente. Trabajar a su lado me tenia con los nervios de punta. Trataba de evitarlo a toda costa para ser capaz de mantener mi estabilidad mental pero sabía que tarde o temprano tenía que hablar con él. Hoy entré a su oficina con un par de documentos que necesitaban su firma en una mano y un vaso de café en la otra. Mis piernas temblaban cuando entré. Eun So, tu padre es torpe pero jamás pensé que tanto".

--¿Por qué? ¿Qué hiciste?

--"No terminé de darle los buenos días cuando ya estaba tropezando con mi pie izquierdo. Casi termino en el suelo, humillado y lleno de café en los pantalones. Pero no ocurrió. No me di cuenta de como o cuando pero el chico logró rescatarme. El café cayó en mi camisa recién lavada y los documentos terminaron empapados, sí, pero YoonGi logró atraparme antes de caer dolorosamente al suelo.

--¿Estás bien?--preguntó.

--Yo...lo siento mucho, jefe.

--No te disculpes. Mira como quedó tu camisa.

--No hay problema--respondí rápidamente--, solo debo secarme...

No pude terminar de hablar porque un segundo después se sacó la camisa quedando solo en una camiseta sin mangas pegada al cuerpo. Me quedé sin palabras y no podía despegar mis ojos de él. Me tendió su camiseta y la tomé solo para que no notara el rubor en mis mejillas. Cubrí mi rostro con su camiseta pero no funcionó. Lo único que logré fue respirar el olor de su perfume en la tela. Me deshice de mi camiseta con una velocidad increíble y me puse la suya. No es que me avergüence de mi cuerpo pero la tensión que sentía no podía aumentar. Tomé fuerzas para voltear a verlo y él me miraba con una sonrisa divertida.

--Gracias, jefe.

--Deja la formalidad--se acercó un poco y mi cuerpo se congeló--. Llámame Suga.

--Bien--respondí un poco más aliviado--, te llamaré siempre que pueda.

Sonrió encantadoramente como sólo Min Yoongi puede, y después él dijo:

--Sé que así será, Jiminnie..."

--Jim....omg no--me levanto de la silla riendo y corro a mi cuarto--. Me va a dar diabetes con ustedes dos.

Sólo puedo escuchar su risa infantil a través de las paredes.