█ Casado Con Un Mafioso [KaiSoo] || M-Preg █

Capítulo 1

KYUNGSOO

Entrecierro mis ojos cuando mi vista se desenfoca un poco. Algo normal teniendo en cuenta que estuve demasiado tiempo en aquel cuarto oscuro sólo en compañía de una fea lámpara.

Un suspiro sale de mis labios y escondo mis manos en mi chaqueta de cuero. Siento la caja de cigarros, pero decido no fumarme uno. No estoy de humor.

Ordeno a mis piernas caminar hasta el estacionamiento de aquel asqueroso lugar. Serpenteando entre varios carros y personas al fin llego a mi destino. Saco una de mis manos y la llevo a la bolsa trasera de mi pantalón. Mis dedos tocan las llaves de mi precioso Lamborghini Aventador LP700-4 negro mate. No me gustan los automóviles deportivos, pero ésta belleza fue un regalo.

Presiono un botón para desbloquear las dos únicas puertas y en cuestión de segundos estoy dentro de él. Sin importar el lugar en el que estoy, arranco mi precioso auto y salgo a toda velocidad de ese lugar.

Entre más rápido llegue a mi casa, mucho mejor para mi.

—¡Adelante! —respondo cuando escucho unos nudillos impactar contra la puerta de mi despacho. Levanto la mirada de unos papeles que están esparcidos por todo mi escritorio.

—¿Qué pasa, MyungSoo? — pregunto cuando veo la cabellera rubia de uno de mis hombres más fieles.

—Disculpe que lo interrumpa señor —dice con las manos entrelazadas en la espalda. Le hago ademán de que continúe. — Vengo a pedirle permiso para abandonar mi cargo por éste día.

Frunzo mi ceño un poco y observo con interés al hombre en frente de mi.

Kim MyungSoo.

Uno de mis hombres más fieles, ha estado en la mafia desde que tengo uso de razón. Y es uno de los mejores. Clavo mis ojos negros en los suyos que son de un interesante marrón.

—Siéntate MyungSoo. — Señalo al cómodo sillón ubicado frente de mi. — Y explícame la razón del porqué debería de dejar que hagas lo que quieras hoy.

MyungSoo asiente y hace lo que le he pedido. Me dejo caer al respaldo de mi silla y llevo una de mis manos a mi barbilla. Viendolo más de cerca me percato del rostro demacrado del viejo MyungSoo.

—He encontrado a Yoora — Es lo primero que dice. Mis cejas se alzan rápidamente y veo su rostro tenso.

¿Sigue enamorado de esa traidora?

—¿Y a mi qué me tiene que importar el paradero de esa traidora? — digo con el ceño fruncido. Todavía no se me olvida que escapó de mí mafia. Algo que jamás ha ocurrido, antes sales muerto.