DO KYUNGSOO—Muy bien. — digo rompiendo el silencio de mi despacho.
Todos alzan la mirada y la ponen en mi persona, respiro profundo tratando de calmar el enojo de mi interior pero cada vez que veo el rostro de Yoora ese enojo se intensifica. Decido ponerme de pie y tomar una botella de vodka de la repisa de alcohol que hay al lado de mi escritorio.
El alcohol es el mejor remedio.
Alargo mi mano y mis dedos no tardan en destapar la botella, cierro mis ojos cuando me la empino y el líquido empieza a bajar quemando todo a su paso. Abro mis ojos, carraspeo un poco al notar mi garganta rasposa, imagino que por el alcohol. Respiro profundo y dejo la botella nuevamente junto a las otras. Me doy media vuelta y casi puedo escuchar el ritmo acelerado del corazón de la traidora cuando mi mirada choca con la suya.
Asi es Yoora. Estoy enojado, muy jodidamente enojado.
—No sabes las ganas que tengo de matarte ahora mismo. — Digo con un tono de voz muy bajo mientras mis ojos no se despegan de los suyos ni un segundo.
—¡Estas loco si crees que voy a dejar que eso pase!
Alzo una ceja y le doy una mirada indiferente al que se ha tomado el descaro de gritarme. Y en mi casa ¡En mi puta casa!
—¿Pedí alguna opinión, Kim JongIn? — Pregunto sin apartar mi mirada de aquellos interesantes ojos marrones que brillan molestos, muy molestos.
—No. — Responde entre dientes.
Reprimo una sonrisa, no se porqué, pero cada vez que veo sus reacciones me divierten de sobremanera pero ahora no estoy para sonreír. Estoy en un asunto serio.
—Eres tan estúpido. — digo mientras camino frente a él. — No te has dado cuenta ¿verdad? No es a mi a quien deberias gritar, sino a tu querida madre.
Su ceño se frunce y su mandibula se tensa. Le da una mirada de reojo a su madre que esta a su derecha, pero igual no deja de desafiarme con la mirada.
Eres alguien muy interesante Kim Jongin.
—La familia Kim está tan malditamente condenada. — murmuro lo suficiente alto como para que él logre escucharme.
—¿Qué quieres decir? — Pregunta sin cambiar su expresion.
—Tu querida madre, Yoora, antes de estar en mi mafia pertenecía a la de mi padre. — Respondo mientras me planto frente a ellos. Cruzo mis brazos a la altura de mi pecho y nuevamente reprimo una sonrisa al ver la incredulidad en su rostro. — Pero claro, ustedes no lo sabían porque Yoora es una maldita traidora y una excelente mentirosa.
— ¿Q-qué?
Frunzo mi ceño al sentir un extraño dolor en mi pecho que hace que el aire se sienta reducida. Casi... casi como si sintiera pena. Meneo ligeramente la cabeza despejando aquellos absurdos pensamientos.
—Bueno. — murmuro y hago una falsa expresión pensativa y la sustituyo por una sonrisa. — Digamos que tu querida madre no tuvo padres que le sirvieran de buen ejemplo. Su padre era un maldito drogadicto y su madre una puta. — muerdo sin ponerme límites. — Como es de suponer su padre le debía dinero al mio y es aquí donde viene lo interesante, tu querida madre con tal de salvar la vida de sus padres se entregó a la mafia. Un sacrificio que no valió la pena a decir verdad.
—¿Por qué? —pregunta JongIn con un deje de interes. Veo por unos segundos la punta de mis botas y vuelvo a clavar mi mirada en aquellos fascinantes ojos.
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█ Casado Con Un Mafioso [KaiSoo] || M-Preg █
Fanfic"«Casate conmigo»" ¿Que harías si uno de los mafiosos mas peligrosos te dice esas palabras? -Tu mirada es la gran culpable de que yo sea tu esclavo y tú seas mi necesidad. - Eres una piedra en mi camino, pero una piedra preciosa de esas con las qu...