fresh; kookmin

4; *c a r t a*🍓

—¡Jungkook! ¡¿Por qué me matan tantas veces!? No lo entiendo...¡Ayúdame, por favor! —Suplicó apegando su cuerpo con el contrario.

—¿Por qué siempre estás haciendo tanto escándalo? —Suspiro aún escuchando los berrinches del rubio. Giro su cabeza levemente a la izquierda para tener a Jimin a pocos centimetros.

—¡Es que ya es la novena vez hoy! ¡Este nivel es imposible de verdad! ¡De verdad! —Repitió con impotencia mientras estiraba de su brazo y atrayéndolo hacia su pecho intentando convencer al contrario, aun que ya había usado esa escusa en más de una ocasión y estaba dudoso si cedería de nuevo.

—¡Deja de gritar en mi oído! Dámelo y cállate de una vez. —Extendió su mano para que le diera la dichosa consola.

Jimin tenía una actitud muy infantil a pesar de que tenía la misma edad que el pelinegro, y, bueno, Jungkook todavía un poco, con su obsesión con los super heroes o películas de animación, sí, con sus quince años, aun que intentaba no aparentarlo tanto.

Ambos se encontraban en el instituto, justamente en la hora de descanso y estaban en un aula vacía sin nadie al rededor.

—¿Y esto era taaan difícil? —Levanta una ceja devolviéndole la consola alargando una 'a' en forma de ironía tras haber logrado llegar al nivel en menos de cinco minutos.—

—¡Waaa! ¡Es un milagro, un milagro! —Jimin agita sus brazos hacía arriba emocionado mientras sus ojos brillaban con entusiasmo.

—Sí, sí...ahora dejame escuchar música tranquilo. —Vuelve a colocarse sus auriculares sin prestarle mucha atención.

Jimin se sube a la mesa donde estaba sentado Jungkook y lo abraza por la espalda con una amplia sonrisa.

—¡Jungkook es geniaaaal! —Baja sus brazos apretándolo con más fuerza.

—Basta... —Dijo algo ruborizado dando un pequeño salto de la mesa para ponerse de pie y estirar su espalda deshaciéndose de aquel abrazo.

—Genial pero aburrido... —Jimin dijo aquello con un resoplo al final. Aún seguía en la mesa haciendo un puchero esperando a que su amigo azabache se diera la vuelta para observarle, le gustaba llamar su atención, le gustaba ver sus ojos oscuros y ligeramente delineados del mismo tono clavándose únicamente en él.

Ambos chicos se llevaban bien, aun que no lo pareciera a simple vista, pero desde muy pequeños se conocían y fueron mejores amigos y por supuesto, aún lo siguen siendo, aún en su penúltimo año de Instituto siguen con esa hermosa amistad.
El problema es que Jimin ya estaba cansado de que fuera simplemente una amistad​.

—Deberíamos de salir de aquí ya, si no quieres que nos pillen. —Señaló la puerta del aula mientras se acercaba a ella.

—Bueno...está bien. —Dijo con un tono disgustado. Le gustaba pasar tiempo con el esbelto pelinegro, odiaba que se terminara las horas de descanso porque los pupitres lo distanciaban de él.

Cuando Jungkook abrió la puerta se chocó con una chica que estaba apunto de entrar.
Jungkook miró hacía abajo con una fría e intimidante mirada, esperando a que esta apartara la cara de su pecho. La chica noto aquella mirada, se sonrojó y a la vez se asusto pero entro al aula al divisar a Park Jimin colocando unas sillas.

—¡Jimin! Yo...quiero que leas esto, por favor... —Se inclinó entregándole una carta con un intento de corazón dibujado. —Adiós... —Salió corriendo de allí como el mismísimo The Flash.

Jimin abrió la carta y se sorprendió tanto que sus ojos se cristalizaron volviendo a guardar todo dentro del sobre algo nervioso al ver que Jungkook se acercaba.

—¿Qué pone? —Preguntó con voz fría y grave acompañada de su mirada desafiante.

—N-nada... —Tartamudeó algo nervioso intentando no llorar ahí mismo.

Jungkook no le forzó más, ya sabía lo que era. Una carta de amor para Jimin, estaba claro.
Salió del aula sin esperar a su amigo.
Realmente estaba bastante molesto interiormente.

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—yashichi se despide, bye (*´▽'*)ﾉﾞ