El diamante oculto

Camino

Las mañanas parecen siempre ser las mismas, las noches... pues, no siempre.
El diamante que esta chica ha encontrado sigue ahí, en el camino que ella siempre decide felizmente transitar, algunas veces bajo la sombra de un gran árbol a cierta distancia de él, otras veces bajo los rayos intensos del Sol, otras escondido en la oscuridad de un cielo nocturno, y por último, algunas veces iluminado por una Luna que se completa e incompleta cada día.

Pero hay algo, y es que a pesar de que este diamante esté al lado del camino, ahora hay algo en medio de ellos, y este "algo" impide inesperada y completamente el paso de la chica hacia él.
Resulta que en medio hay un largo camino de hormigas, hormigas que trabajan día y noche y nunca se cansan de hacerlo, hormigas que siempre van ocupadas y no se detienen ni a ver, hormigas siempre cargadas y preocupadas, un gran camino de hormigas; y esta chica les tiene respeto a las hormigas, pues de pequeña la picaron muchas y ahora les tiene cuidado. Y es un hecho que el trillo de las hormigas no durará para siempre, seguramente durará hasta que el árbol al que le roban hojas se seque, pero hasta ese momento, ella no pondrá un pie del otro lado, e incluso después de que terminen con este árbol, el trillo quedará, ya no será transitado, mas ahí quedará como un recuerdo desgraciado de un paso de provecho para unas, pero de muerte para otro. Y será por este recuerdo y ese trillo tan marcado, que ella seguro no atravesará más el camino para volver a contemplar de cerca al diamante, me atrevería a decir que tal vez ya a ni tocarle... pero no, no es un fin.
Como dije al principio, ella es la que felizmente decide siempre pasar por ese camino, y lo más seguro lo seguirá decidiendo, seguirá contemplando aquel brillo, seguirá reduciendo la velocidad de su paso cuando camine por ese trozo de ruta... seguro lo hará, pero ya ella no se detendrá por completo a postrar su mirada en él, -aunque a veces lo quisiera-, sabe que es inútil.

El diamante y la chica, la chica y el diamante, ¡ah confusión!.
En fin, de esto se trata el vivir hoy y ahora, de pequeñas aventuras, pequeños encuentros, pequeñas desgracias, pequeñas miradas, pequeños trillos, pequeñas cosas que construyen el camino que nos llevó hasta aquí, que vale la pena seguir recorriendo, y en el que de seguro se seguirán topando: diamante y chica.